El lado oculto del Tren Bioceánico: estudios revelan que la ruta por Chancay sería más cara que rentable

Investigaciones en Perú y Brasil advierten que el corredor ferroviario impulsado por Lula da Silva y China tendría sobrecostos logísticos y graves impactos ambientales. Los beneficios económicos serían cuestionables frente a su costo estimado de hasta USD 100.000 millones.

El proyecto del Tren Bioceánico, que busca conectar el puerto de Ilhéus (Brasil) con el megapuerto de Chancay (Perú), prometía convertirse en la gran autopista ferroviaria del comercio entre Sudamérica y Asia. Sin embargo, recientes estudios ponen en duda tanto su viabilidad técnica como su rentabilidad económica, cuestionando la narrativa de integración continental que lo rodea, segun lo revelado por Ojo Público.

Según el gobierno de Brasil, el tren —que atravesaría la Amazonía, los Andes y el territorio peruano hasta llegar al Pacífico— reduciría tiempos y costos en el transporte de soya, maíz, algodón y carne hacia China. Pero una investigación liderada por Leolino Dourado, del Centro de Estudios sobre China y Asia Pacífico de la Universidad del Pacífico, concluye que la ruta por Chancay encarecería los fletes hasta en 117% frente a las alternativas actuales desde los puertos del norte brasileño.

Más distancia terrestre, más costo logístico

Aunque la distancia marítima entre Chancay y Shanghái (17.200 km) es un 30% menor que la existente entre Belém (Brasil) y China, el tramo terrestre para llevar la carga desde los principales centros productores brasileños (Lucas do Río Verde, Porto Velho, Manaos y Río Branco) es mucho más largo y costoso.
El transporte ferroviario desde esos puntos hasta Chancay elevaría significativamente los costos logísticos. Por ejemplo, el envío de una tonelada de soya desde Manaos a Chancay y luego a Shanghái costaría USD 115, frente a USD 53 por la ruta tradicional brasileña.

Dourado enfatiza que el 85% de los exportadores brasileños elige su modalidad de transporte según el costo del flete, no por la rapidez. “Si la opción por Chancay es más cara, aunque más corta, simplemente no será competitiva”, advierte el investigador.

Un megaproyecto con impacto ambiental y geopolítico

El trazado preliminar del tren atraviesa la región peruana de Madre de Dios, lo que podría afectar 25 territorios de conservación natural y cultural, entre ellos el Parque Nacional del Manu, la Reserva Comunal Amarakaeri y nueve Áreas de Conservación Regional. La ONG CooperAcción advierte que esta vía ferroviaria pondría en riesgo zonas de alta biodiversidad y derechos territoriales de pueblos indígenas.
“El impacto ambiental sería mucho mayor que el beneficio económico”, señala Mauricio Pinzás Luna, investigador de CooperAcción.

Viabilidad incierta y costo colosal

Aún no existe un trazo definitivo en el territorio peruano, pero las estimaciones de inversión oscilan entre USD 68.000 y USD 100.000 millones, según el último estudio de viabilidad de China Railway Eryuan Engineering (CREEC) de 2016. El interés resurgió en 2024, tras la firma de un memorando de entendimiento entre Brasil y China, con la participación de Cosco Shipping, principal accionista del puerto de Chancay.

Sin embargo, ni el gobierno brasileño ni el peruano han oficializado un plan de ejecución. “Brasil jamás ha trazado una ferrovía dentro del territorio peruano. Tocará a los peruanos decidir por dónde será el trazado”, declaró el embajador de Brasil en Lima, Clemente Baena Soares.

Más dudas que certezas

El Tren Bioceánico se perfila, por ahora, como un proyecto más político que técnico, impulsado por el afán integrador de Brasil y el interés logístico de China. Los expertos coinciden en que su rentabilidad es dudosa, su impacto ambiental, elevado, y su ejecución, incierta. Si avanza, el Perú deberá decidir entre abrir un nuevo corredor de comercio continental o asumir los costos de un tren que podría no ser rentable.