El rally tecnológico sostiene a Wall Street mientras la energía eleva la presión global

El repunte de las grandes tecnológicas impulsa a Wall Street y contrasta con la presión global del alza energética. Mientras Estados Unidos avanza entre optimismo corporativo y tensiones geopolíticas, Europa y Asia enfrentan volatilidad por sanciones, inflación y desacuerdos comerciales.

Los mercados internacionales atraviesan una coyuntura marcada por la interacción entre la política monetaria, las tensiones geopolíticas y los resultados corporativos. La dinámica de los precios de la energía, las decisiones de política fiscal y monetaria en las principales economías, así como los anuncios de las grandes compañías tecnológicas y manufactureras, están configurando un escenario de alta volatilidad, pero también de oportunidades. A continuación, se presenta un análisis detallado de los acontecimientos más relevantes en Estados Unidos, el sector corporativo, Europa y Asia, con cifras y declaraciones que permiten comprender la magnitud de los movimientos recientes.

En Estados Unidos, los mercados bursátiles se vieron impulsados por un repunte de las grandes tecnológicas, lo que llevó al S&P 500 a acercarse a máximos históricos. El optimismo se fortaleció tras el anuncio de la Casa Blanca de que el presidente Donald Trump se reunirá con su homólogo chino Xi Jinping el 30 de octubre, lo que generó expectativas de distensión en la guerra comercial. Tesla lideró las alzas entre las megacapitalizadas, revirtiendo pérdidas iniciales tras sus resultados, mientras que Intel sorprendió con una previsión de ingresos optimista, apoyada en la demanda de servidores y el impulso de la transición hacia la inteligencia artificial y el fin del ciclo de Windows 10. El Nasdaq 100 avanzó alrededor de un 1%, mientras que el S&P 500 cerró en torno a los 6,740 puntos. En paralelo, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años subieron seis puntos básicos hasta el 4%, reflejando la presión de un repunte del crudo WTI de 5.5%, que se ubicó en 61.79 dólares por barril. El oro detuvo su caída y el dólar mostró oscilaciones moderadas. En el frente político, la administración Trump anunció sanciones contra las mayores petroleras rusas, lo que elevó los precios de la energía y generó advertencias de Moscú sobre el impacto en el equilibrio energético global. El presidente ruso Vladimir Putin advirtió que reemplazar el petróleo ruso en el mercado llevará tiempo y que una caída abrupta de su oferta provocará un alza de precios. Washington, además, envió bombarderos B-1 cerca de Venezuela, intensificando la presión militar en la región, mientras que el propio Trump expresó su descontento con Caracas. En paralelo, la Casa Blanca confirmó que el mandatario también sostendrá reuniones bilaterales con los líderes de Japón, Corea del Sur y Malasia, en el marco de su gira asiática.

En el ámbito corporativo, Ford presentó resultados del tercer trimestre de 2025 con un beneficio por acción ajustado de 45 centavos, superando la estimación de 36 centavos. Su división Ford Blue reportó ingresos de 28,000 millones de dólares y un EBIT de 1,540 millones, mientras que Ford Pro alcanzó 17,400 millones en ingresos y 1,990 millones en EBIT. Sin embargo, la división de vehículos eléctricos Model E registró pérdidas de 1,410 millones, superiores a lo esperado. La compañía redujo su previsión de EBIT ajustado anual a un rango de 6,000 a 6,500 millones, desde los 6,500 a 7,500 millones previos, y anticipó un impacto de hasta 2,000 millones en beneficios por el incendio en un proveedor clave, Novelis, que también afectará su flujo de caja libre en el cuarto trimestre. Pese a ello, Ford planea incrementar la producción de su serie F en más de 50,000 unidades para 2026. Intel, por su parte, reportó ingresos de 13,650 millones de dólares, un alza interanual de 2.8%, con márgenes brutos ajustados del 40% y un margen operativo del 11.2%, muy por encima de lo esperado. La compañía destacó que la demanda de PCs con capacidades de IA y la transición tecnológica impulsaron sus resultados. T-Mobile informó ingresos de 21,960 millones, en línea con las expectativas, con un EBITDA ajustado de 8,680 millones y un crecimiento neto de 2.39 millones de clientes, superando ampliamente las previsiones. American Airlines redujo sus pérdidas a 17 centavos por acción, frente a los 27 centavos esperados, con ingresos de pasajeros de 12,470 millones y un factor de ocupación del 86%. La aerolínea proyecta un beneficio ajustado por acción de entre 45 y 75 centavos en el cuarto trimestre y un flujo de caja libre anual superior a 1,000 millones. En el sector minorista, Target anunció el recorte de 1,800 empleos corporativos, su primera gran reestructuración en una década, mientras que Apple perdió una demanda en el Reino Unido relacionada con las comisiones de su App Store. Nvidia, en tanto, confirmó que trabaja con Uber en el desarrollo de vehículos autónomos, mientras que el presidente Trump reveló haber conversado con el CEO Jensen Huang sobre proyectos en San Francisco.

En Europa, los mercados se mantuvieron cerca de máximos históricos, aunque con cautela ante los resultados corporativos y la volatilidad del crudo. El Brent superó los 65 dólares por barril tras las sanciones de Washington y Bruselas contra Rosneft y Lukoil, lo que generó advertencias de refinerías en India sobre posibles interrupciones en los envíos. La Comisión Europea aprobó un nuevo paquete de sanciones que incluye la prohibición gradual de importaciones de GNL ruso a partir de 2027. Francia reportó un índice de confianza del consumidor en 86 puntos, mientras que en Alemania el Consejo de Expertos Fiscales proyectó un aumento de 1,800 millones de euros en ingresos tributarios para este año y 33,600 millones adicionales en el periodo 2025-2029. El índice de confianza del consumidor de la Eurozona se situó en -14.2, mejorando frente al -14.9 previo. En el Reino Unido, la canciller Rachel Reeves evalúa un aumento del impuesto sobre la renta en el próximo presupuesto, mientras que los PMI compuestos y de servicios se mantuvieron apenas por encima del nivel de expansión, en 50.5 y 51 respectivamente. El Banco de Inglaterra advirtió que los aranceles podrían ejercer presión a la baja sobre los precios. En Suiza, las minutas del Banco Nacional señalaron que los riesgos principales provienen de los aranceles estadounidenses y la demanda global, aunque descartaron una inflación persistentemente negativa.

En Asia, los mercados retrocedieron tras alcanzar máximos históricos a comienzos de la semana, afectados por la incertidumbre en torno a las tensiones comerciales y los resultados corporativos. El índice MSCI Asia Pacífico cayó 0.6%, mientras que el oro extendió su corrección, retrocediendo 0.4% y alejándose de los 4,000 dólares la onza. En China, las grandes petroleras estatales suspendieron temporalmente la compra de crudo ruso transportado por mar, ante el temor de sanciones occidentales, mientras que el Ministerio de Comercio expresó su oposición a las medidas unilaterales de Washington. El gobierno chino, en el marco del Cuarto Pleno, reiteró su objetivo de alcanzar una capacidad tecnológica significativa hacia 2035, y confirmó que el ministro He Lifeng se reunirá con el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent en Malasia entre el 24 y el 27 de octubre, en la antesala de la cumbre Trump-Xi. En Japón, el Ministerio de Industria advirtió que la sustitución de energía rusa podría encarecer los precios, mientras que el Banco de Japón reafirmó la estabilidad del sistema financiero, aunque reconoció altos niveles de incertidumbre global. En Corea del Sur, el presidente Lee expresó confianza en alcanzar un acuerdo comercial racional con Estados Unidos, pese a las demoras en las negociaciones. En Hong Kong, el PIB preliminar mostró un crecimiento interanual de 3.1% y trimestral de 0.4%, mientras que en Australia la inflación sorprendió al alza, con un IPC anual de 2.9% frente al 2.1% esperado, lo que refuerza las expectativas de nuevas medidas del Banco de la Reserva.

El panorama global refleja una confluencia de factores que mantienen a los mercados en un delicado equilibrio. En Estados Unidos, el impulso de las tecnológicas y la expectativa de un acercamiento con China sostienen el apetito por riesgo, aunque la presión de los precios energéticos y el endurecimiento de los rendimientos de los bonos podrían limitar el avance. En Europa, la política de sanciones contra Rusia y la incertidumbre fiscal en el Reino Unido añaden volatilidad, mientras que en Asia la tensión comercial y la desaceleración en algunos indicadores generan cautela. A corto plazo, los mercados seguirán reaccionando a los resultados corporativos y a los datos de inflación, con la energía como variable crítica. A mediano plazo, el escenario dependerá de la capacidad de Estados Unidos y China para estabilizar sus relaciones comerciales y tecnológicas, así como de la evolución del conflicto en Ucrania y las decisiones de política monetaria de los principales bancos centrales. El sesgo general apunta a una volatilidad elevada, con oportunidades selectivas en sectores tecnológicos y energéticos, pero con riesgos crecientes en renta fija y divisas emergentes.

Felipe Mendoza, Analista de mercados ATFX LATAM