Los mercados financieros internacionales iniciaron la semana en un entorno marcado por una intensa agenda macroeconómica, tensiones políticas y movimientos relevantes en materias primas, mientras la expectativa de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal y el reajuste de políticas monetarias en otras regiones siguen dominando la narrativa de los inversionistas.
En Estados Unidos, los índices bursátiles se aproximaron nuevamente a máximos históricos impulsados por la especulación de que la Reserva Federal reducirá las tasas de interés en los próximos meses. El S&P 500 repuntó tras la caída derivada de débiles cifras de empleo, con el apoyo de los principales valores tecnológicos. A pesar de que se espera que los próximos datos confirmen una ralentización en la mejora de la inflación, los operadores descuentan casi tres recortes de la Fed para este año. Los rendimientos de los bonos del Tesoro mostraron alzas moderadas, con la tasa a dos años permaneciendo en su nivel más bajo desde 2022, mientras que el dólar cedió terreno. Funcionarios de la Fed han señalado que su preocupación se desplaza del impacto inflacionario de los aranceles hacia la debilidad del mercado laboral, sugiriendo que los choques arancelarios podrían ser transitorios y de una sola vez en los precios. En la antesala de la reunión de política monetaria de la próxima semana, el índice de precios al consumidor subyacente se espera con un aumento del 0,3% en agosto, encadenando dos meses consecutivos. De manera previa, la Oficina de Estadísticas Laborales publicará un nuevo informe de empleo este martes, lo que abrirá la puerta a un recorte de tasas.
Los desequilibrios de cierre (MOC imbalance) reflejaron salidas significativas: el S&P 500 mostró -1.574 millones de dólares, el Nasdaq 100 -773 millones, el Dow Jones -415 millones y el grupo de las “Magnificent 7” acumuló -622 millones. En paralelo, el índice Fear & Greed se ubicó en 53/100 y el índice de miedo y codicia del mercado cripto en 51/100, ambos en terreno neutral.
En el mercado de renta fija, las subastas de letras del Tesoro estadounidense destacaron por una demanda robusta. El bono a tres meses se colocó con un rendimiento alto del 3,94%, frente al 4,045% previo, con un bid-to-cover de 2,81. El bono a seis meses arrojó un rendimiento de 3,73% frente al 3,88% previo, con un bid-to-cover de 3,17. Se vendieron 82.000 millones de dólares en letras a tres meses y 73.000 millones en letras a seis meses, con la Fed participando en las pujas por 2.7 y 2.4 mil millones respectivamente. El tipo de los fondos federales efectivos se mantuvo en 4,33% y la tasa SOFR se ubicó en 4,42%.
El informe de expectativas de inflación de la Fed de Nueva York mostró señales mixtas. Las expectativas de inflación a un año subieron a 3,2% desde 3,09%, mientras que las de tres años permanecieron en 3% y las de cinco años en 2,9%. Las expectativas sobre el alza de precios de vivienda se mantuvieron en 3%. Sin embargo, el estudio reflejó un deterioro en la percepción financiera de los hogares, un aumento en la expectativa de desempleo a un año, mayor temor a perder el empleo y la peor probabilidad de encontrar uno nuevo desde 2013. Además, las perspectivas sobre el acceso al crédito se deterioraron ligeramente.
En el plano corporativo, Nvidia confirmó durante una conferencia de Goldman Sachs que recibió licencias H20 para proveer a clientes clave en China, lo que generó atención por las tensiones regulatorias entre ambos países. Su CEO, Jensen Huang, acompañará al presidente Trump en el banquete de Estado en el Reino Unido, donde también ha sido invitado Tim Cook, CEO de Apple. En paralelo, IBM sorprendió con un anuncio estratégico: su CFO aseguró que para 2028 demostrarán la primera computadora cuántica de IBM con corrección de errores, un hito en la carrera tecnológica. Barclays, por su parte, señaló que no observa signos de estrés en los consumidores estadounidenses, aunque mantiene su previsión de que la Fed recortará tasas tres veces en 2025 (septiembre, octubre y diciembre), a diferencia de la expectativa previa de dos recortes. La prensa estadounidense (WSJ) informó, citando fuentes anónimas, que la Casa Blanca publicará un reporte detallando deficiencias en los datos del Bureau of Labour Statistics (BLS). En materia regulatoria, la FDA agilizará las revisiones de bolsas de nicotina, y el Senado votará el 10 de septiembre la nominación de Miran para integrar la Fed.
El sector energético cerró la jornada con movimientos relevantes. El Brent se ubicó en 66,02 dólares por barril, un alza de 0,79%, mientras que el WTI de octubre subió a 62,26 dólares (+0,63%). El gas natural NYMEX para octubre cerró en 3,09 dólares por MMBTU, el diésel en 2,3119 dólares por galón y la gasolina en 1,9586 dólares por galón. Arabia Saudita fijó el precio oficial de venta (OSP) del crudo ligero árabe a EE. UU. en +4,20 dólares/barril sobre el índice ASCI, y para Europa en +2,50 dólares sobre ICE Brent. En contraste, Aramco recortó en un dólar los precios del crudo ligero árabe hacia Asia y ajustó a la baja todos los grados de crudo para ese mercado. OPEC+ recibió nuevos planes de compensación de sus miembros, mientras que Argelia y Rusia reafirmaron su compromiso de estabilidad dentro del marco del cartel.
En Europa, el foco estuvo en Francia. El primer ministro François Bayrou perdió la moción de confianza en la Asamblea Nacional y presentará su renuncia a Emmanuel Macron. La crisis política desató una serie de declaraciones: el presidente Macron designará en los próximos días un nuevo primer ministro, mientras que Marine Le Pen afirmó que, dadas las circunstancias, Macron solo tiene la opción de convocar nuevas elecciones. El portavoz del Partido Socialista, Boris Vallaud, indicó que están listos para gobernar si Macron lo solicita, aunque rechazaron respaldar la moción de confianza, acusando al presidente de ser responsable de la situación financiera del país. Bayrou, en su intervención parlamentaria, advirtió que si no se aborda la deuda Francia no podrá seguir financiándose y subrayó que el futuro del país depende de controlar gasto y endeudamiento. Desde Alemania, el gobierno minimizó preocupaciones y aseguró que la estabilidad de la Eurozona no depende exclusivamente de Francia.
En el ámbito macroeconómico europeo, el índice de confianza del inversor Sentix de la zona euro cayó a -9,2 desde -3,7, peor de lo esperado (-2). El BCE, a través de François Villeroy y Sharon Donnery, aseguró que la inflación está en buena posición y que se están racionalizando las actividades de supervisión. El gobierno alemán presentó cifras que sorprendieron al alza: la balanza comercial ajustada de julio fue de 14.700 millones de euros, aunque menor a la previsión de 15.500 millones. Las exportaciones retrocedieron 0,6% mensual y las importaciones cayeron 0,1%. No obstante, la producción industrial repuntó 1,3% mensual, superando expectativas, con un crecimiento interanual de 1,5% frente a una contracción previa de -3,53%.
En Asia, Japón fue epicentro de atención. El yen cayó 0,5% frente al dólar tras el anuncio de renuncia del primer ministro Ishiba, quien dimitió luego de que el Partido Liberal Democrático perdiera mayorías en ambas cámaras. La incertidumbre política redujo expectativas de un alza de tasas por parte del BoJ y fortaleció las acciones japonesas ante la expectativa de mayor apoyo fiscal. La economía mostró resiliencia: el PIB del segundo trimestre creció 0,5% trimestral y 2,2% anualizado, superando las estimaciones de 0,3% y 1% respectivamente. El deflactor del PIB se mantuvo en 3% y el consumo privado avanzó 0,4% frente al 0,2% esperado. La inversión empresarial aumentó 0,6%, por debajo de lo previsto, mientras que el PIB nominal creció 1,6% frente al 1,3% esperado. El crédito bancario creció 3,6% interanual y la masa monetaria M3 se expandió 0,8% anual.
China presentó cifras mixtas en comercio exterior. Las exportaciones de agosto aumentaron 4,8% interanual en términos de dólares, alcanzando un superávit comercial de 102.330 millones (estimado en 99.450 millones), mientras que las importaciones crecieron apenas 1,3%, por debajo de la previsión de 3,4%. En yuanes, las exportaciones avanzaron 6,9% y las importaciones cayeron 1,2%. En el acumulado enero-agosto, las exportaciones crecieron 5,9% en dólares y las importaciones cayeron 2,2%. China importó en agosto 49,49 millones de toneladas de crudo, 11,85 millones de toneladas de gas natural y 425.000 toneladas de cobre, con exportaciones de productos petroleros por 5,33 millones de toneladas. El presidente Xi Jinping participó de forma virtual en la cumbre de los BRICS y envió mensajes a favor de la liberalización del comercio y la inversión. El Banco Popular de China fijó el yuan en su nivel más fuerte desde noviembre de 2024, con un punto medio en 7,1323, tras inyectar 191.500 millones de yuanes en operaciones de repos inversos a 7 días. Además, renovó junto al Banco Nacional de Suiza el acuerdo de swap en moneda local.
En Oceanía, Nueva Zelanda reportó una caída de 2,9% en las ventas manufactureras del segundo trimestre frente a un aumento previo de 2,4%, con un retroceso equivalente en volúmenes. El país publicará sus estados financieros 2024-2025 el próximo 9 de octubre.
En India, el asesor económico jefe (CEA) señaló que el impacto de los aranceles estadounidenses reducirá el PIB en 0,5%-0,6% este año y que en los próximos trimestres se verá de forma más clara el efecto del incremento del 50% en tarifas. Al mismo tiempo, se mostró optimista al considerar estos choques como temporales, enfatizando que se mantendrá el objetivo de déficit fiscal para 2026, que las rebajas de impuestos indirectos (GST) aportarán entre 0,2% y 0,3% al PIB y que la inflación seguirá bajo control.
El panorama global se encuentra en un punto de inflexión. En Estados Unidos, la expectativa de recortes de tasas por parte de la Fed se consolida, pero el trasfondo es un mercado laboral debilitado y un consumidor presionado. La política monetaria expansiva puede sostener la renta variable a corto plazo, pero si el desempleo aumenta más rápido de lo previsto, la narrativa podría virar hacia un ciclo de recesión. En Europa, la crisis política francesa representa un riesgo para la confianza regional, aunque Alemania sorprende con datos industriales mejores a lo esperado. En Asia, Japón enfrenta incertidumbre política, pero con cifras de crecimiento que ofrecen respaldo, mientras que China muestra señales de resiliencia exportadora a pesar de la debilidad en las importaciones.
En el corto plazo, los mercados podrían mantener su sesgo alcista apoyados en expectativas de política monetaria más laxa y en el repunte de materias primas como el oro y el crudo. No obstante, el horizonte de mediano plazo exige cautela: si las tensiones comerciales y geopolíticas persisten, junto con señales de fragilidad laboral en EE. UU. y Europa, la volatilidad podría incrementarse. Mi escenario central proyecta recortes de tasas en septiembre y octubre en EE. UU., estabilidad en Europa pese a la crisis política y un mayor protagonismo de Asia, especialmente China, en la dirección del comercio global.






