La operación por 215 millones genera expectativas de mayor competencia, mejores precios y más rutas en Canarias.
Un cambio de rumbo en el transporte marítimo
La compra de Naviera Armas por parte de Baleària, valorada en 215 millones de euros, marca un antes y un después para el transporte interinsular en Canarias. Aunque el sueño de convertir a Armas en la “Binter del mar” se diluyó, empresarios del sector coinciden en que la operación traerá beneficios directos para la conectividad y el mercado marítimo entre islas.
Competencia y estabilidad
La entrada de Baleària incrementa la competencia frente a Fred Olsen, algo que, según la patronal Asodiscan (que agrupa a Alcampo, Carrefour y El Corte Inglés), permitirá dejar atrás la etapa de incertidumbre vivida por Armas y garantizar un periodo de estabilidad. Además, remarcan que el mantenimiento de flota y personal da confianza para los próximos años.
La pérdida del sello canario
No obstante, para figuras como José Mayor, presidente de Oneport Canarias, la venta representa “un mal sabor de boca canario” al no haberse quedado la naviera en manos locales. El legado de Antonio Armas Fernández, quien lideró la expansión desde 1968, se ve así diluido tras los problemas financieros y la falta de capacidad de inversión frente a competidores más fuertes.
Proyección internacional y nuevos destinos
Expertos del sector subrayan que Baleària no solo aporta músculo financiero, sino también una visión de expansión. A las rutas ya consolidadas con la península y Marruecos, podrían sumarse próximamente Senegal y Mauritania, lo que refuerza el potencial internacional de la compañía.
Impacto esperado para los canarios
La Confederación Empresarial de Lanzarote (CEL) y otras voces empresariales coinciden en que los canarios serán los grandes beneficiados: mayor oferta de transporte, mejores precios y modernización de la flota con mejoras tecnológicas. Además, confían en la supervisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para evitar posiciones dominantes y garantizar la pluralidad de operadores.
Con esta operación, el sector marítimo canario inicia una nueva etapa: más competitivo, con mayor inversión y mirando hacia un futuro internacional, aunque con la nostalgia de haber perdido una de sus grandes empresas históricas.






