El JT-60SA, instalado en Japón con cooperación europea, avanza hacia sus primeras pruebas de plasma. Se trata de uno de los hitos más ambiciosos en la búsqueda de energía limpia e inagotable.
Europa y Japón están colaborando estrechamente en el desarrollo de uno de los mayores avances científicos y técnicos de la historia: la fusión nuclear. El reactor experimental JT-60SA, ubicado en la ciudad de Naka, a las afueras de Tokio, se perfila como una pieza clave en la carrera por obtener energía limpia, segura y prácticamente ilimitada.
El proyecto comenzó en 2013 sobre la base de su predecesor, el JT-60, que desde 1985 fue pionero en pruebas de confinamiento magnético. Tras más de una década de trabajo, el ensamblaje del JT-60SA finalizó en 2020, y desde finales de 2023 está preparado para realizar las primeras pruebas con plasma.
Este reactor tokamak —similar en concepto al JET británico y al futuro ITER en Francia— utiliza un campo magnético para confinar plasma ionizado con núcleos de deuterio y tritio, los combustibles de la fusión nuclear. Sus dimensiones reflejan su magnitud: 15,4 metros de altura, 13,7 de diámetro, un plasma de 130 m³, un campo magnético toroidal de 2,25 teslas y corrientes internas de hasta 5,5 millones de amperios.
En paralelo, el JT-60SA avanza en un aspecto clave para la ingeniería de fusión: la medición indirecta de la temperatura y densidad del plasma, que supera los 150 millones de grados Celsius. Para ello, se están instalando dos sistemas de diagnóstico de dispersión de Thomson, uno diseñado en Japón y otro en Europa. Estos equipos, desarrollados con aportes tecnológicos de Italia, Rumanía y Japón, utilizan haces láser de alta potencia para analizar la interacción de los electrones del plasma con la luz emitida.
La importancia de este sistema es estratégica. Aunque la física de la fusión está comprobada, el verdadero reto sigue siendo la ingeniería que permita transformar este fenómeno en reactores comerciales estables. Con el JT-60SA, Europa y Japón demuestran que la cooperación internacional es el camino para superar las últimas barreras tecnológicas antes de una nueva era energética.






