Marcelo Ebrard, secretario de Economía, afirmó que la reconfiguración de las cadenas globales de suministro puede duplicar la inversión extranjera en México y consolidarlo como el principal proveedor de Estados Unidos.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China está transformando el comercio global y abre una ventana única para México. De acuerdo con Marcelo Ebrard, secretario de Economía, el país tiene la posibilidad de convertirse en una potencia mundial, duplicar su inversión extranjera directa y posicionarse como el principal socio comercial de Estados Unidos en sectores estratégicos.
México, pieza clave en las cadenas de suministro de Estados Unidos
El proceso de relocalización industrial impulsado por Washington busca disminuir la dependencia de China y de Asia en general. Esto coloca a México en el centro de la estrategia norteamericana. Según Ebrard, la mayor economía del mundo necesita garantizar el suministro en industrias críticas como farmacéutica, semiconductores, tecnología médica y electromovilidad, sectores en los que México ya tiene capacidad instalada y posibilidades de expansión.
Además, México cuenta con una ventaja que otros países no poseen: casi el 90% del comercio bilateral con Estados Unidos se realiza libre de aranceles. Esta condición, producto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), convierte a la nación en una plataforma altamente competitiva para la inversión internacional.
México y su alineación estratégica con Washington
En el marco de la guerra comercial global, el gobierno mexicano ha reforzado su cercanía con Estados Unidos. Ha intensificado las inspecciones y sanciones contra importadores asiáticos, principalmente de China y Vietnam, con el fin de garantizar prácticas justas y salvaguardar la credibilidad de su mercado interno.
Ebrard subrayó que la integración económica entre ambos países genera beneficios mutuos y que el reto inmediato es capitalizar esta oportunidad histórica con rapidez y visión estratégica. Según el funcionario, esta coyuntura no solo fortalece la economía mexicana, sino que también la proyecta como el único país de América Latina con capacidad de convertirse en proveedor confiable de Estados Unidos en sectores de alta tecnología.






