Una ciudad que planifica el futuro: cómo Renca busca liderar el urbanismo participativo en América Latina

Con una inversión proyectada de más de US$ 1.200 millones y una hoja de ruta hasta el 2050, esta comuna chilena apunta a atraer inversiones con una mirada de largo plazo, participación ciudadana y desarrollo sostenible.

La comuna de Renca, en Santiago de Chile, avanza en uno de los proyectos de planificación urbana más ambiciosos de América Latina. Bajo el nombre de “Renca Ciudad”, esta iniciativa articula participación vecinal, colaboración público-privada e inversión territorial, con una mirada puesta en el año 2050 y una meta clara: convertirse en un referente de gobernanza local e innovación urbana.

Liderado por la Municipalidad, su Corporación La Fábrica y la Corporación Ciudades, este proceso ha recogido la voz de más de 5.000 vecinos mediante consultas y mesas de trabajo, traduciéndola en más de 50 proyectos estratégicos ya priorizados. Algunos de ellos ya están en marcha y comprometen una inversión superior a los US$ 1.200 millones.

Entre los hitos destaca el desarrollo de cuatro grandes parques urbanos, corredores verdes, un mercado urbano, centros culturales y nuevos servicios sanitarios y financieros. Todo esto respaldado por una imagen objetivo al 2050 que será publicada en una plataforma web abierta al público.

Además, se ha creado la Agencia Local de Inversiones, inspirada en modelos de ciudades como Sao Paulo o Barcelona. Su función será atraer inversión privada alineada con las demandas reales expresadas por la comunidad: salud, cultura, inclusión financiera y conectividad urbana.

“El desarrollo no se impone, se construye con las personas”, afirma el alcalde Claudio Castro. Por su parte, Martín Andrade, director de Corporación Ciudades, subraya que el proyecto “representa una forma coherente de planificar poniendo la calidad de vida en el centro”.

Renca apuesta por infraestructura urbana, conectividad regional y sostenibilidad, impulsando la participación comunitaria como eje rector de la inversión pública y privada. La experiencia marca una tendencia creciente en América Latina: los gobiernos locales como actores clave del desarrollo a largo plazo.