El emblemático “Astoria”, ex “Stockholm”, inicia su último viaje: será desmantelado en Bélgica tras décadas de historia naval, conflictos geopolíticos y múltiples reinvenciones.
Su historia resume gran parte del siglo XX y parte del XXI. El “Astoria”, uno de los barcos de pasajeros más longevos del mundo, ha iniciado su última travesía rumbo al desguace. Construido en 1948 como “Stockholm”, fue testigo de una de las tragedias marítimas más recordadas del siglo pasado y terminó sus días en un puerto europeo, atrapado entre quiebras, cambios de bandera y promesas incumplidas de remodelación.
Remolcado el 4 de julio desde el puerto de Róterdam, donde llevaba inmovilizado desde 2020, el icónico navío ha sido vendido a la recicladora belga Galloo por 200.000 euros más tasas portuarias, en una subasta sin competencia. La compañía planea desmantelar el buque en Gante y reciclar el 97 % de sus más de 12.000 toneladas de materiales.
El “Stockholm” ganó notoriedad mundial tras su colisión con el trasatlántico italiano “Andrea Doria” en 1956, accidente en el que murieron más de 50 personas y que selló su fama. Aun así, sobrevivió y fue convertido en buque turístico para la clase obrera de Alemania Oriental durante la Guerra Fría, renombrado como “Volkerfreundschaft”.
En los años 90, tras escapar del desguace, fue reconstruido casi por completo en Italia y operó como crucero bajo distintos nombres —“Italia I”, “Valtur Prima”, “Athena”, “Azores”, entre otros— hasta convertirse en “Astoria” en 2016. Su última etapa comercial estuvo a cargo de la empresa británica Cruise & Maritime Voyages (CMV), que lo utilizó hasta su quiebra durante la pandemia.
El caso del “Astoria” ilustra la compleja cadena económica que puede rodear a una infraestructura flotante de estas dimensiones: desde la construcción postbélica hasta su conversión en activo turístico, su impacto laboral en varios países y finalmente su valor como fuente de reciclaje industrial.
La industria del desguace y reciclaje naval, especialmente en Europa, cobra creciente importancia por su alineamiento con los criterios de sostenibilidad, economía circular y gestión de residuos. Galloo, empresa especializada en el desmantelamiento ecológico de grandes estructuras metálicas, calcula que el material recuperado del “Astoria” será utilizado como insumo industrial en distintas ramas manufactureras del continente.
Así se cierra el capítulo de un barco que sobrevivió a una colisión histórica, vivió la Guerra Fría, navegó bajo siete nombres distintos y representó, durante décadas, el tránsito del poder naval hacia el turismo globalizado.






