Por Katyeen Gonzaga, CEO de KYSGO Inmobiliaria
Cada año, cuando se acercan las Fiestas Patrias, el Perú no solo celebra su independencia, sino que también despierta un interés renovado en la inversión inmobiliaria, especialmente en regiones clave del norte como Piura, Chiclayo y Tumbes. Como especialista y dueña de una inmobiliaria en Piura, he observado que estas fechas constituyen un momento estratégico para que las familias peruanas y los inversionistas locales tomen decisiones que van más allá del consumo tradicional, apostando por la seguridad y el crecimiento patrimonial.
Las Fiestas Patrias suelen ser un momento de bonanza económica para muchas familias, que reciben ingresos extraordinarios por gratificaciones, bonos y aguinaldos. En lugar de destinar estos recursos a gastos efímeros, un número creciente de peruanos opta por invertir en bienes raíces, buscando un refugio seguro para su dinero en un contexto de incertidumbre económica global y local. En 2025, esta tendencia se consolida con fuerza. El mercado inmobiliario peruano está en un punto de madurez que ofrece una oferta más segmentada y proyectos inteligentes, accesibles no solo para grandes capitales sino también para jóvenes profesionales y familias de clase media que buscan su primera vivienda o un activo para renta.
Piura, Chiclayo y Tumbes destacan por su crecimiento urbano y desarrollo económico, lo que se traduce en una demanda creciente de vivienda y espacios comerciales. En Piura, mi mercado principal, la estabilidad y la revalorización de las propiedades son una constante, impulsadas por la mejora en infraestructura y conectividad regional. Además, la cultura peruana sigue valorando el «ahorro en ladrillo» como una forma tangible de proteger el patrimonio familiar. Sin embargo, hoy esta cultura se transforma: ya no solo se busca una casa para vivir, sino propiedades que generen ingresos por alquiler o que puedan ser revendidas con plusvalía en el mediano plazo.
La rentabilidad bruta por alquiler en Lima Metropolitana promedia 5.2%, y aunque esta cifra es para Lima, en el norte se observa una tendencia similar, especialmente en zonas con alta demanda de jóvenes profesionales y familias. La demanda se orienta cada vez más hacia viviendas compactas y micro departamentos, ideales para el perfil de inquilino actual que valora la ubicación y la funcionalidad sobre el tamaño, una tendencia que también se refleja en el norte.
Para quienes desean invertir en estas fechas, es fundamental aprovechar las promociones y facilidades de financiamiento que muchas constructoras y bancos ofrecen en temporada de Fiestas Patrias. También es recomendable buscar proyectos con buena ubicación y servicios cercanos, que aseguren una rápida revalorización y demanda de alquiler. Considerar la diversificación, no solo en vivienda sino también en locales comerciales o terrenos, dependiendo del perfil y objetivo de inversión, es otra estrategia clave.
Finalmente, informarse sobre las tendencias tecnológicas y sostenibles que están marcando el mercado peruano en 2025 ayudará a elegir proyectos modernos y adaptados a nuevas formas de vida. Las Fiestas Patrias no solo son un momento para celebrar la identidad nacional, sino también para reafirmar el compromiso con el futuro económico personal y familiar. En el norte peruano, la inversión inmobiliaria se presenta como una opción sólida, rentable y alineada con las aspiraciones de miles de peruanos que buscan estabilidad y crecimiento patrimonial en un Perú que avanza.






