Un modelo de conservación que también impulsa el desarrollo económico en la sierra peruana

El Parque Nacional Huascarán cumple 50 años consolidado como motor turístico y económico en Áncash, combinando conservación ambiental con oportunidades sostenibles para las comunidades.

El Parque Nacional Huascarán, ubicado en el corazón de la Cordillera Blanca, celebró este 1 de julio sus 50 años como área natural protegida. Más allá de su riqueza ecológica, este parque representa un activo clave para el desarrollo económico de la región Áncash, gracias a su creciente relevancia turística y su modelo de conservación con enfoque en sostenibilidad y participación comunitaria.

Así lo destacó el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro Vargas, quien remarcó el papel estratégico del parque como uno de los principales polos turísticos del país. “El parque ha tomado una relevancia en la región porque en él se encuentran los principales circuitos turísticos”, afirmó. La cifra lo respalda: entre julio de 2024 y julio de 2025, aproximadamente 66 mil visitantes recorrieron el Parque Nacional Huascarán, generando ingresos para operadores turísticos, comunidades rurales y servicios conexos en Huaraz y otras localidades.

El enfoque de gestión de esta área natural protegida ha evolucionado en las últimas décadas. De una política centrada exclusivamente en la protección de la zona núcleo, se ha pasado a un modelo de conservación participativo que permite a las comunidades locales acceder a ciertos beneficios del parque mediante acuerdos sostenibles. “Es una estrategia muy interesante. Un modelo que debería extenderse a otras áreas protegidas”, señaló el titular del Minam.

El impacto económico también se ha visto potenciado por la reapertura del aeropuerto de Anta, lo que ha mejorado la conectividad de la región con otros destinos del país y facilitado el acceso de turistas nacionales e internacionales.

Con glaciares, lagunas como Llanganuco y Llaca, y el nevado más alto del país, el Huascarán, este parque se proyecta no solo como patrimonio natural, sino como plataforma de desarrollo local, alineada con las nuevas políticas de conservación con impacto económico positivo.