Una carretera de mil kilómetros podría transformar el sur del Perú

Con una inversión de US$1.582 millones y cinco regiones involucradas, el proyecto vial Longitudinal de la Sierra Tramo 4 avanza hacia su adjudicación en 2025.

Perú apuesta por una de sus obras de infraestructura más ambiciosas en los últimos años: el proyecto Longitudinal de la Sierra Tramo 4, una vía de casi 1.000 kilómetros que conectará cinco regiones del centro sur del país y cuya adjudicación está prevista para el segundo trimestre de 2025. Con un presupuesto estimado de US$1.582 millones, esta iniciativa busca mejorar significativamente la logística, la conectividad y el desarrollo regional a través de una Asociación Público-Privada (APP) cofinanciada.

Las regiones de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Ica y Junín serán las principales beneficiadas. Más de 1,6 millones de personas verán mejoras directas en sus condiciones de vida gracias a la modernización vial, que incluye el mantenimiento de 752 km, la rehabilitación de 148 km, y la construcción de un bypass de 5 km en San Clemente (Ica), diseñado para aliviar la congestión vehicular.

La Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) informó que ya hay siete postores autorizados para presentar ofertas técnicas y económicas. Entre ellos figuran pesos pesados del sector, como Sacyr Concesiones S.L., China Communications Construction Company Ltd. (Sucursal Perú) y Obrascon Huarte Lain S.A., lo que refleja el alto interés que genera este corredor vial estratégico.

Esta obra forma parte de un paquete mayor de nueve proyectos viales que ProInversión espera adjudicar en 2025, por un valor conjunto que supera los US$3.200 millones. Pero más allá de los números, lo que está en juego es la transformación estructural del sur peruano: reducción de costos logísticos, integración de cadenas productivas, fomento al comercio interno y regional, y creación de nuevas oportunidades en sectores como industria, turismo y servicios.

Además del impacto económico, el Tramo 4 tiene una clara vocación social. La nueva carretera permitirá mayor acceso a servicios públicos, salud y educación, mejorando las condiciones de vida en comunidades históricamente postergadas. Es, en definitiva, una vía que no solo conectará territorios, sino también futuros.