Un residuo industrial podría valer más que el oro… literalmente

Una innovación suiza convierte basura electrónica y restos de queso en una fuente rentable de oro puro. El reciclaje tecnológico podría convertirse en un nuevo negocio millonario.

Un equipo de investigadores del ETH Zurich ha desarrollado una tecnología de reciclaje con implicancias económicas notables: permite extraer oro de 22 quilates desde electrodomésticos viejos utilizando residuos de la industria del queso. El hallazgo no solo representa un avance en sostenibilidad, sino que podría transformar la economía del reciclaje electrónico.

Hoy en día, millones de hogares acumulan equipos en desuso que, sin saberlo, contienen pequeñas cantidades de oro. Este metal, fundamental en circuitos electrónicos por su alta conductividad y resistencia a la corrosión, está presente en artículos cotidianos como computadoras, teléfonos móviles, televisores, impresoras y microondas. Sin embargo, al desechar estos dispositivos sin reciclaje adecuado, se pierde un recurso de alto valor.

Según estimaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en 2021 se generaron más de 57 millones de toneladas de basura electrónica a nivel mundial, con gran parte sin procesar. El nuevo método de ETH Zurich apunta precisamente a aprovechar esa fuente desaprovechada de riqueza.

El proceso se basa en una técnica biotecnológica que utiliza subproductos lácteos —particularmente los restos de la producción de queso— para crear nanofibrillas proteicas. Estas se transforman en esponjas bioactivas capaces de captar los iones de oro disueltos en soluciones ácidas, obtenidas del tratamiento de placas electrónicas antiguas. Posteriormente, mediante reducción térmica, se produce una pepita de oro con una pureza del 91%.

El dato económico más impactante: con solo 20 placas base de computadoras, los investigadores lograron recuperar oro valorado en hasta 34.000 dólares. Esta cifra demuestra el enorme potencial comercial del proceso, que podría sentar las bases para una nueva industria de minería urbana altamente rentable, reduciendo a su vez la presión sobre la minería tradicional y sus impactos ambientales.

El reciclaje electrónico ya no es solo una necesidad ambiental, sino una oportunidad de negocio tangible. Con el avance de esta tecnología, lo que antes se consideraba chatarra doméstica podría convertirse en una auténtica mina de oro casera.