Perú apuesta por una península artificial en El Callao, con 200 hectáreas ganadas al mar y una inversión de US$800 millones. Busca redefinir su perfil urbano y atraer inversión global.
Una nueva visión de ciudad comienza a emerger sobre el océano Pacífico. Perú se prepara para desarrollar su propia versión de los icónicos proyectos urbanísticos de Dubái, con la construcción de una imponente península artificial frente a la costa del Callao, que promete revolucionar el modelo de desarrollo urbano de la región.
Con una superficie de 2 millones de metros cuadrados —el equivalente a unas 200 hectáreas—, este megaproyecto busca crear desde cero una nueva zona urbana sobre el mar, con usos residenciales, comerciales, recreativos y turísticos. La iniciativa, liderada por el sector privado, apunta a convertir al Callao en un polo de inversión internacional y dinamizador económico de escala regional.
El director de la Dirección Especial de Proyectos de Proinversión, Mario Hernández, explicó que la iniciativa recibió la “opinión de relevancia” del Ministerio de Vivienda a fines de 2023, paso clave para su avance. “Este proyecto tiene una naturaleza disruptiva para la costa del Pacífico. Lima y el Callao merecen desarrollos innovadores en términos tecnológicos”, aseguró.
La elección del Callao no es casual: es la puerta marítima de Lima y una zona con alta densidad poblacional y demanda de servicios. “Es la salida al mar de la capital y un punto estratégico de conexión comercial. Por eso la zona fue seleccionada”, detalló Hernández.
La propuesta incluye infraestructura para viviendas, comercios, embarcaderos, parques acuáticos, playas públicas y privadas, todo diseñado bajo un modelo sostenible. Además, se replicarán tecnologías utilizadas en Dubái para la creación de islas artificiales, adaptadas al contexto local.
El proyecto, que movilizará una inversión cercana a los US$800 millones, también tiene un fuerte componente laboral. Hernández subrayó que “no solo se crearán empleos durante la construcción, sino también en los negocios y servicios que se establecerán en la zona. La sostenibilidad laboral es clave”.
El esquema de ejecución contempla una asociación público-privada por iniciativa privada, bajo evaluación del Estado. Si no surgen propuestas competitivas tras la declaratoria de interés, el megaproyecto será adjudicado directamente al proponente original. Se espera que la adjudicación se concrete hacia fines de 2025, con un horizonte de finalización en 2029.
Si se concreta según lo previsto, la península artificial del Callao marcará un antes y un después en el urbanismo latinoamericano, posicionando a Perú como un actor innovador en el desarrollo costero e inmobiliario de gran escala.