En la Patagonia chilena, un proyecto de conexión terrestre con Tierra del Fuego vuelve a estar sobre la mesa, esta vez respaldado por la experiencia técnica de Noruega, país líder en infraestructura subacuática.
La posibilidad de construir un túnel bajo el estrecho de Magallanes para unir Tierra del Fuego con el continente ha cobrado nuevo impulso gracias al respaldo de expertos noruegos, quienes avalan la viabilidad técnica de la obra basándose en su experiencia en infraestructura subacuática.
En febrero, una delegación de la Red Noruega de Túneles visitó Punta Arenas para presentar casos exitosos desarrollados en zonas remotas y con condiciones climáticas similares a las de Magallanes. Entre los ejemplos destaca el proyecto Nordoyvegen, que conectó islas noruegas con el continente mediante túneles y puentes, pese a atender un tránsito menor al que hoy cruza entre Punta Delgada y Bahía Azul.
Según Arild Petter Sovik, director de la red noruega de túneles, este tipo de obras «no son un lujo, sino una herramienta de desarrollo». Y en efecto, el túnel entre Primera Angostura (3,7 km) permitiría una conexión permanente que evite los problemas del actual servicio de ferris, afectado frecuentemente por el clima.
Además del beneficio para Chile, donde el proyecto es promovido por el gobernador regional Jorge Flies, el túnel tendría un impacto directo en Argentina: el 70% del tránsito actual lo genera ese país.
Estudios técnicos preliminares señalan que la zona es favorable para la perforación, con buena base rocosa y sin fallas estructurales. Los especialistas proyectan que una vez habilitada la vía, el tránsito podría aumentar entre 10% y 20% en el corto plazo, lo que también abriría posibilidades al comercio binacional, la logística y el turismo.
Aunque aún se requieren estudios detallados, como análisis sísmicos y mapeo geológico, los expertos coinciden en que el desafío ya no es tecnológico, sino político. Con financiamiento mixto y voluntad de ambos países, el sueño del túnel está más cerca de concretarse.






