Las tensiones comerciales entre EE.UU. y China vuelven a sacudir el tablero global, mientras los sólidos resultados corporativos y el auge de la inteligencia artificial mantienen el apetito por el riesgo en los mercados. La volatilidad domina una jornada marcada por señales mixtas y desafíos geopolíticos.
En una jornada marcada por la volatilidad y la confluencia de factores macroeconómicos, corporativos y geopolíticos, los mercados financieros internacionales se movieron entre la expectativa de nuevos datos inflacionarios, la publicación de resultados empresariales de gran calado y las tensiones comerciales y diplomáticas que siguen condicionando el apetito de riesgo.
En Estados Unidos, los índices bursátiles se mantuvieron cerca de máximos históricos, aunque con señales de agotamiento comprador. El S&P 500 cerró prácticamente sin cambios tras un repunte que lo había llevado a rozar niveles récord, mientras que el Nasdaq 100 y el Russell 2000 mostraron movimientos mixtos. La fortaleza del dólar presionó a los metales preciosos, provocando una de las caídas más pronunciadas en años para el oro y la plata, en un contexto en el que los inversores decidieron asegurar beneficios tras la racha alcista. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años retrocedió dos puntos básicos hasta 3,96%, reflejando cierta cautela de los inversores de renta fija.
El panorama político estadounidense estuvo dominado por declaraciones del presidente Donald Trump, quien reiteró que podría no concretarse la reunión con su homólogo chino Xi Jinping, aunque confirmó planes de encontrarse con él en Corea del Sur en dos semanas. Trump insistió en que los aranceles representan un asunto de seguridad nacional y que Estados Unidos podría comenzar a reducir deuda con los ingresos provenientes de tarifas. Además, señaló que China y Japón han utilizado tarifas contra EE.UU. durante años, y advirtió que, de no alcanzarse un acuerdo antes del 1 de noviembre, se impondrían aranceles de hasta 155%. Paralelamente, el mandatario afirmó que el país lidera la carrera global en inteligencia artificial y que se esperan inversiones por 20 billones de dólares en territorio estadounidense hasta fin de año.
En el frente energético, el Departamento de Energía anunció la compra de un millón de barriles de crudo para la Reserva Estratégica, con entregas previstas entre diciembre de 2025 y enero de 2026. Los futuros del WTI para noviembre cerraron en 57,82 dólares por barril, con un alza de 0,52%, mientras que el Brent se ubicó en 61,32 dólares, también con un avance de 0,51%. El gas natural en NYMEX cerró en 3,474 dólares por MMBTU, la gasolina en 1,8253 dólares por galón y el diésel en 2,2058 dólares.
En el ámbito agrícola, la administración Trump planea liberar más de 3.000 millones de dólares en ayudas a agricultores que habían quedado congeladas por el cierre gubernamental. Los precios de la soya repuntaron con la expectativa de que un eventual acuerdo con China reactive las exportaciones estadounidenses.
En el sector corporativo, la temporada de resultados trajo cifras destacadas. General Motors superó expectativas con un beneficio ajustado por acción de 2,80 dólares frente a los 2,26 estimados, ingresos de 48.590 millones frente a 45.150 millones previstos y un EBIT proyectado entre 12.000 y 13.000 millones. General Electric reportó ingresos ajustados de 11.310 millones, superando los 10.400 millones esperados, con un BPA ajustado de 1,66 dólares y un flujo de caja libre de 2.360 millones. Lockheed Martin presentó un BPA de 6,95 dólares frente a 6,35 estimados, ingresos de 18.600 millones y una cartera de pedidos de 179.070 millones, con entregas de 46 cazas F-35 en el trimestre. RTX (Raytheon Technologies) sorprendió con un BPA ajustado de 1,70 dólares frente a 1,41 esperados, ingresos de 22.500 millones y un flujo de caja libre de 4.000 millones. Coca-Cola reportó un BPA comparable de 0,82 dólares frente a 0,78 esperados, ingresos de 12.500 millones y un crecimiento orgánico de 6%. Texas Instruments registró un BPA de 1,48 dólares frente a 1,49 estimados, ingresos de 4.740 millones y un flujo de caja libre de 1.070 millones. Netflix, por su parte, decepcionó con un BPA de 5,87 dólares frente a 6,94 esperados, ingresos de 11.510 millones frente a 11.520 millones previstos, aunque proyectó un cuarto trimestre con ingresos de 11.960 millones y un BPA de 5,45 dólares.
En Europa, el índice Stoxx 600 se mantuvo estable, con los sectores mineros liderando las pérdidas tras la fuerte corrección de los metales preciosos. La Comisión Europea, a través del comisario de Comercio Maros Sefcovic, advirtió sobre el impacto negativo de las restricciones a las exportaciones de tierras raras impuestas por China, subrayando la necesidad de una pronta resolución para evitar disrupciones en la industria automotriz europea. De hecho, el sector automotor se prepara para interrupciones en la producción debido a la escasez de semiconductores de Nexperia, con advertencias de que el impacto podría extenderse en un plazo de 10 a 20 días. Paralelamente, 19 líderes europeos, entre ellos el canciller alemán Merz, el presidente francés Macron y la primera ministra italiana Meloni, solicitaron una revisión sistemática de la legislación comunitaria para reducir cargas regulatorias y acelerar los procesos de control de fusiones y ayudas estatales.
En el frente energético europeo, Gazprom advirtió que el continente podría enfrentar problemas de suministro de gas si el invierno resulta más frío de lo previsto, mientras que la Comisión Europea prepara propuestas para estabilizar los precios del ETS2. El Banco Central Europeo informó que sus reservas de divisas aumentaron en 100 millones de euros hasta 325.700 millones, con tenencias de bonos públicos bajo el programa PEPP en 1,45 billones y de bonos corporativos en 254.000 millones.
En Asia, los mercados bursátiles alcanzaron nuevos máximos, impulsados por la expectativa de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal y la disminución de tensiones comerciales entre EE.UU. y China. El índice regional MSCI superó su récord previo, con acciones chinas extendiendo ganancias ante la inminencia de un acuerdo comercial. Sin embargo, en Japón, las acciones retrocedieron tras la elección de Sanae Takaichi como primera ministra, considerada una figura pro-estímulo. El nuevo gabinete incluye a Satsuki Katayama como ministra de Finanzas, Shinjiro Koizumi como ministro de Defensa y Ryosei Akazawa como ministro de Comercio e Industria. Takaichi anunció la preparación de un paquete de estímulo para mitigar el impacto de los aranceles estadounidenses y el aumento del costo de vida, reafirmando la meta de inflación del 2% acompañada de incrementos salariales.
En Corea del Sur, el índice de precios al productor subió 0,4% mensual y 1,2% interanual, mientras que las exportaciones entre el 1 y el 20 de octubre cayeron 7,8% interanual, con un superávit comercial provisional de 2.850 millones de dólares. En China, el Ministerio de Comercio anunció la aprobación de exportaciones calificadas para garantizar la estabilidad de la cadena de suministro, al tiempo que el Banco Popular fijó el punto medio del yuan en su nivel más fuerte desde el 15 de octubre de 2024.
El panorama global refleja una confluencia de factores que mantienen a los mercados en una frágil estabilidad. En EE.UU., la fortaleza corporativa contrasta con la incertidumbre política y comercial, mientras que en Europa la presión regulatoria y la dependencia energética siguen siendo riesgos latentes. Asia muestra resiliencia gracias a expectativas de estímulos y acuerdos comerciales, aunque Japón enfrenta el reto de equilibrar política monetaria y fiscal en un entorno de tarifas externas.
De cara al futuro, los escenarios más probables incluyen:
EE.UU.: continuidad de la volatilidad en renta variable, con soporte en resultados empresariales, pero con riesgos de corrección si las negociaciones con China fracasan.
Europa: vulnerabilidad ante disrupciones en la cadena de suministro y dependencia energética, con riesgo de desaceleración industrial.
Asia: impulso por expectativas de estímulos y acuerdos, aunque con riesgos geopolíticos y de política interna en Japón.
En síntesis, los mercados globales se encuentran en un punto de inflexión: la fortaleza corporativa y el optimismo sobre la inteligencia artificial y la innovación tecnológica sostienen el apetito de riesgo, pero la política comercial, la inflación y la energía siguen siendo los factores críticos que definirán la dirección en los próximos meses.
Felipe Mendoza, Analista de mercados ATFX LATAM





