Transición energética en el Perú: avances, desafíos y el rol clave de la inversión extranjera

La XIII edición de EXPO ENERGÍA PERÚ 2025 pone en agenda la urgencia de acelerar la transformación del sistema energético nacional para diversificar la matriz, reducir emisiones y cerrar brechas sociales.

La energía es el motor de la economía, la industria y la vida cotidiana. Y en un escenario global marcado por el cambio climático y la presión por reducir las emisiones, el Perú enfrenta el reto de avanzar hacia un modelo energético más sostenible, competitivo y equitativo.

Este 2025 muestra señales alentadoras. Solo en los primeros meses del año, se han puesto en operación cinco nuevas centrales —dos solares, dos eólicas y una térmica— que suman 597 megavatios de capacidad instalada y una inversión total de 525 millones de dólares. Estas cifras consolidan la apuesta del país por diversificar su matriz energética, con una mayor participación de fuentes limpias.

No obstante, los desafíos estructurales persisten. La cobertura eléctrica en regiones como la Amazonía sigue siendo una deuda pendiente: se estima que se requerirían al menos 1,300 millones de dólares para cerrar esa brecha y garantizar el acceso universal. A ello se suma el preocupante dato de que más del 45% de los hogares aún utilizan combustibles contaminantes para cocinar o calentar agua, según el estudio “Pobreza Energética y Rol del GLP” de Macroconsult.

En este contexto, EXPO ENERGÍA PERÚ 2025 se presenta como un espacio clave para debatir soluciones concretas. En su décimo tercera edición, el evento reúne a más de 50 conferencistas nacionales e internacionales para abordar los principales temas que marcarán el futuro energético del país y de la región: desde la red eléctrica digital hasta el rol de las distribuidoras, la transición energética en América Latina, sostenibilidad, nuevas tecnologías e impulso a la inversión privada.

“El Perú necesita fortalecer su marco normativo y alinear sus políticas a una verdadera transición energética”, señaló José Torres Lam, director de Doble T Comunicaciones, entidad organizadora del evento. Para él, el país tiene el potencial para convertirse en un hub energético regional, pero requiere estabilidad, visión de largo plazo y, sobre todo, apertura a la inversión extranjera.

Uno de los principales aportes de EXPO ENERGÍA es justamente su capacidad de articular a todos los actores del sistema: desde el sector público, que debe liderar con políticas claras y mecanismos de financiamiento, hasta las empresas privadas, que tienen el músculo para ejecutar proyectos de alto impacto. También están presentes los organismos multilaterales, cuya participación será crucial para cerrar brechas y garantizar un desarrollo energético con enfoque social.

La agenda incluye además la discusión sobre las oportunidades de negocio que representa el desarrollo de fuentes renovables no convencionales, como la solar y eólica, especialmente en zonas con alto potencial como el sur del país. Según datos del sector, el crecimiento de estas tecnologías ha permitido evitar la emisión de más de 4000 toneladas de CO₂ solo en 2025.

EXPO ENERGÍA también busca impulsar alianzas estratégicas, desarrollar nuevas iniciativas de cooperación regional y fortalecer el intercambio técnico entre países. Por ello, cuenta con la participación de expertos de Chile, Colombia, Brasil, Argentina y México, que compartirán experiencias sobre marcos regulatorios, digitalización de redes y financiamiento verde.

El evento se posiciona así como una plataforma integral que no solo mira el corto plazo, sino que apuesta por construir una visión energética de futuro. Una donde el crecimiento económico esté acompañado de sostenibilidad ambiental, inclusión territorial y modernización tecnológica.