Otro tema clave es la propuesta de Trump de vender un millón de barriles de diésel de una reserva del noreste de EE. UU.
Esta semana volvió la tensión entre dos de las mayores potencias del mundo: China y Estados Unidos. Washington acusó a China de no cumplir un acuerdo que había frenado momentáneamente los aranceles, pero el país asiático negó esas afirmaciones. Además, el presidente Trump anunció que subirá los aranceles al acero al 50 %, y la Unión Europea respondió que haría lo mismo. Esto ha generado incertidumbre en los mercados, afectando a activos como las acciones y beneficiando al oro, que suele verse como refugio en tiempos de crisis.
En medio de esta guerra comercial, también llegaron malas noticias desde la economía estadounidense. El índice de importaciones cayó fuertemente a 39,9 puntos, el nivel más bajo en 16 años. Esta caída refleja que, con los altos impuestos a productos importados, muchas empresas ya no ven rentable traer productos del extranjero. Además, el índice de manufactura (ISM) también bajó, lo que muestra que el sector industrial sigue en contracción.
“A esto se suman nuevos problemas en la cadena de suministro. Las entregas de proveedores se están demorando más, y las reservas de productos llevan cuatro meses cayendo. Las órdenes nuevas también han bajado, y muchas empresas están deteniendo sus inversiones por miedo a los cambios en la política comercial. Todo esto genera un ambiente más tenso y frena la recuperación económica” agregó Jonathan Torres, Analista de mercados de Capitaria.
Otro tema clave es la propuesta de Trump de vender un millón de barriles de diésel de una reserva del noreste de EE. UU. Esta medida podría generar 100 millones de dólares para reducir el déficit, pero necesita aprobación del Congreso. Aunque esta reserva fue creada para emergencias, se ha usado muy poco desde su creación. El anuncio provocó un aumento en el precio del diésel, que subió hasta un 3,5 % en los mercados.
“Para el Perú, estos movimientos globales tienen impactos importantes. La demanda de materias primas como el cobre (clave para la economía peruana) podría verse alterada por los aranceles y la tensión geopolítica. A la vez, los cambios en los precios de la energía afectan directamente los costos logísticos de las empresas locales. En este escenario, las decisiones de inversión y comercio exterior requieren análisis más cuidadosos ante una economía global cada vez más impredecible”, precisó Torres.
Finalmente, Voyager Technologies, una empresa de tecnología aeroespacial y defensa, se prepara para su salida a bolsa el 10 de junio. Busca recaudar hasta 319 millones de dólares y alcanzar una valoración de 1.600 millones. Tiene contratos con el gobierno de EE. UU. y lidera el proyecto Starlab, una nueva estación espacial que reemplazará a la Estación Espacial Internacional. Grandes fondos ya han mostrado interés en invertir, y se espera que la acción cotice en la Bolsa de Nueva York bajo el símbolo VOYG.