El rally tecnológico empujado por Nvidia contrasta con la cautela de la Fed frente a la inflación, en un escenario global marcado por tensiones geopolíticas y volatilidad en los mercados.
En una jornada marcada por la confluencia de factores macroeconómicos, tensiones geopolíticas y anuncios corporativos de gran calado, los mercados financieros internacionales se mueven entre la euforia por la innovación tecnológica, la incertidumbre en torno a la política monetaria de la Reserva Federal y la persistente presión inflacionaria que condiciona las decisiones de bancos centrales en distintas latitudes. El flujo de noticias provenientes de Estados Unidos, Europa y Asia ofrece un panorama complejo, donde los inversores buscan descifrar señales que permitan anticipar la dirección de los activos en un entorno de volatilidad contenida pero latente.
En Estados Unidos, la atención se centró en la Reserva Federal y en las declaraciones de varios de sus miembros. El gobernador Miran, en su primer discurso de política desde que se unió al organismo, defendió la necesidad de recortes agresivos de tasas, advirtiendo que la política actual se encuentra en un terreno excesivamente restrictivo y que mantener los tipos demasiado altos podría derivar en despidos innecesarios y mayor desempleo. Miran proyectó que la inflación de alquileres, actualmente en 3,5%, podría descender a 1,5% en 2027, destacando además que la política migratoria tiene un impacto directo en la dinámica inflacionaria. En contraste, Musalem, también de la Fed, sostuvo que existe poco margen para recortes adicionales en un contexto de inflación elevada, mientras que Hammack, desde la Fed de Cleveland, enfatizó la necesidad de cautela para evitar un sobrecalentamiento económico, advirtiendo que persisten presiones inflacionarias tanto en bienes como en servicios. Barkin, por su parte, señaló que la presión salarial se ha moderado hacia niveles pre-COVID, aunque reconoció que el mercado laboral sigue mostrando fragilidad, con un entorno de baja contratación y baja rotación.
Los mercados reaccionaron con movimientos mixtos. El S&P 500 alcanzó un nuevo récord, impulsado por el sector tecnológico y, en particular, por Nvidia, que anunció una inversión de hasta 100.000 millones de dólares en OpenAI para el desarrollo de centros de datos con capacidad de 10 gigavatios, utilizando sus chips avanzados de inteligencia artificial. La acción de Nvidia subió alrededor de 4%, consolidando el rally de 15 billones de dólares que Wall Street ha experimentado desde los mínimos de abril. El optimismo en torno a la inteligencia artificial contrastó con la cautela en el mercado de bonos, donde los rendimientos se mantuvieron ligeramente al alza a la espera de datos clave de inflación y subastas del Tesoro. El dólar interrumpió una racha de tres días de avances, mientras que el oro alcanzó un nuevo máximo histórico, superando los 3.700 dólares la onza, impulsado por la expectativa de más recortes de tasas y la búsqueda de refugio ante riesgos geopolíticos. La plata también escaló a niveles no vistos desde 2011.
En el frente político estadounidense, el presidente Trump anunció que presentará a líderes árabes y musulmanes un conjunto de principios para poner fin a la guerra en Gaza y establecer un marco de gobernanza postconflicto, buscando apoyo militar y financiero de países de la región para facilitar la retirada israelí. Paralelamente, la Casa Blanca confirmó que Trump firmará el acuerdo de TikTok esta semana, en el que Oracle tendrá acceso al algoritmo y la operación quedará bajo control de un consorcio estadounidense y de inversores globales, con Bytedance reduciendo su participación a menos del 20%. El gobierno estadounidense aseguró que no tendrá participación accionaria ni “acción dorada” en la compañía, y que la transacción generará cientos de miles de millones de dólares en actividad económica en los próximos cinco años. En paralelo, la Corte Suprema permitió a Trump remover a un miembro demócrata de la Comisión Federal de Comercio mientras continúa el litigio sobre protecciones de permanencia.
En el ámbito corporativo, además de Nvidia, se destacó la designación de Ian Bucknell como nuevo director financiero de Amplitude Energy a partir de enero de 2026. Fitch Ratings, por su parte, confirmó que la calificación de Intel no se verá afectada por el anuncio de la asociación entre Nvidia y OpenAI, mientras que Broadcom recibió una mejora de calificación a “BBB+” con perspectiva positiva. En el sector inmobiliario, Redfin reportó que las listas activas de viviendas en venta cayeron 1,4% en agosto, la mayor contracción en dos años, anticipando que las ventas de viviendas existentes en 2025 se mantendrán en línea con las de 2024.
En Europa, el Banco Central Europeo, a través de su presidente Nagel, reiteró que un papel internacional más fuerte para el euro es deseable, aunque advirtió que observar únicamente la relación con el dólar exagera su impacto. El índice de confianza del consumidor de la Eurozona se situó en -14,9, mejorando levemente desde -15,5. En el frente geopolítico, la ministra de Exteriores de Estonia, Tsahkna, afirmó que Rusia está poniendo a prueba la unidad de la OTAN y que Estonia nunca reconocerá la ocupación de Ucrania. La ministra de Exteriores de la UE, Kallas, advirtió que Rusia continuará provocando mientras se le permita, recordando que ya ha violado el espacio aéreo europeo en tres ocasiones. En paralelo, Letonia invitó a Japón a unirse a la coalición de apoyo con drones a Ucrania, según reportó Nikkei.
En Asia, los mercados bursátiles subieron siguiendo el impulso de Wall Street, con el Nikkei 225 avanzando hasta 1,6% en medio de la disminución de temores por la posible venta de participaciones en ETFs por parte del Banco de Japón. El yen se debilitó frente al dólar, favoreciendo a los exportadores japoneses. En China, el Banco Popular inyectó 276.100 millones de yuanes a través de repos inversos a 7 días al 1,40%, manteniendo estable la tasa, mientras que el fixing del yuan se ubicó en 7,1087. El viceprimer ministro He Lifeng destacó que China y Estados Unidos tienen amplio espacio para cooperar, subrayando la necesidad de un diálogo franco y basado en el respeto mutuo. En paralelo, el regulador de valores de China reiteró su compromiso con la innovación controlada en los mercados de capitales, mientras que el banco central vendió 60.000 millones de yuanes en bonos a seis meses en Hong Kong con un cupón de 1,72%. En Japón, la carrera por el liderazgo del Partido Liberal Democrático se intensificó tras la renuncia del primer ministro Ishiba, con Sanae Takaichi y Yoshimasa Hayashi perfilándose como contendientes clave. Hayashi advirtió que un recorte de tasas por parte de la Fed podría fortalecer el yen, afectando a la economía exportadora japonesa, y prometió un paquete económico para mitigar el impacto del aumento del costo de vida. En Australia, la gobernadora del RBA, Michele Bullock, señaló que la inflación se encuentra cerca de la meta y que el mercado laboral se mantiene ajustado, aunque reconoció que persisten riesgos en ambas direcciones. El banco central australiano continuará dependiendo de los datos trimestrales de inflación, aunque avanza hacia la publicación mensual de indicadores.
En el frente energético, los futuros del Brent cerraron en 66,57 dólares por barril, mientras que el WTI se ubicó en 62,64 dólares. El gas natural en NYMEX cerró en 2,806 dólares por MMBtu, la gasolina en 1,9782 dólares por galón y el diésel en 2,2923 dólares. En paralelo, Axios reportó que Estados Unidos busca cerrar acuerdos de petróleo y gas durante la Semana del Clima y la Asamblea General de la ONU, en un delicado equilibrio entre transición energética y seguridad de suministro.
El panorama global refleja una tensión entre la narrativa expansiva de la innovación tecnológica, liderada por Nvidia y la inteligencia artificial, y la persistente incertidumbre macroeconómica derivada de la inflación y la política monetaria. La Reserva Federal enfrenta un dilema: mientras algunos de sus miembros presionan por recortes agresivos para evitar un deterioro del mercado laboral, otros advierten que la inflación aún no está bajo control. Este choque de visiones genera volatilidad en los mercados de bonos y divisas, aunque el apetito por riesgo en renta variable se mantiene elevado, especialmente en el sector tecnológico. En Europa, la resiliencia del consumidor y la firmeza del BCE contrastan con la presión geopolítica ejercida por Rusia. En Asia, la política monetaria expansiva de China y la transición política en Japón añaden capas de incertidumbre, mientras que Australia se aproxima a un punto de inflexión en su ciclo de tasas. De cara al futuro, los escenarios más probables contemplan una continuación del rally tecnológico en Estados Unidos, sostenido por la inteligencia artificial, junto con una moderación en los precios de la energía y una estabilización gradual de la inflación. Sin embargo, los riesgos geopolíticos —particularmente en Gaza, Ucrania y Asia— y la divergencia en políticas monetarias seguirán siendo los principales catalizadores de volatilidad en los próximos meses






