Salado Salardi

Por Antero Flores-Araoz

Quien fuese titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) José Salardi, renunció al cargo luego de algo más de tres meses en dicha función.

Cuando fue nombrado Ministro de Economía y Finanzas, no estaba dentro de la lista preferencial de la que los actores de nuestra Economía esperaban, pese a que durante muchos años fue funcionario público en diversas entidades del Estado, la última de ellas PROINVERSIÓN.

Las fuerzas vivas o actores de nuestra Economía, percibieron a José Salardi como el brazo ejecutor del anuncio dado por la presidenta Dina Boluarte en el Congreso de la República, el pasado 28 de julio, que en la práctica era un  claro viraje del socialismo heredado de Pedro Castillo al reconocimiento que la actividad privada es la artífice del desarrollo y la elevación de los niveles de vida de nuestra población.

Como director ejecutivo de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (PROINVERSION), era de responsabilidad de Salardi todo lo relacionado con las “Asociaciones Público-Privadas”, los “Proyectos en Activos” y las “Obras por Impuestos”, habiéndose desempeñado eficientemente.

Bueno pues, ése excelente funcionario del Estado, como se dice “perdió soga y cabra” pues para pasar a ser Ministro de Economía y Finanzas tuvo que renunciar a PROINVERSIÓN, y al renunciar meses después al MEF, queda fuera de la empleocracia pública y con problemas para su incorporación al sector privado.

La salida del economista Salardi del Gabinete Ministerial causó desazón entre los actores económicos del país y del extranjero, pues había generado confianza en el sector empresarial por las medidas que estaba aplicando y que en corto tiempo podrían dar resultados halagüeños.

En el reducido lapso de su actuación ministerial creció moderadamente el PBI e incluso aumentó la recaudación tributaria. También inició la tarea, tan esperada por el empresariado, que es quien mueve la economía del país, de desregular la actividad económica, reducir la sofocante tramitología y simplificar la abrumadora actuación burocráticas del país, muchas veces ofrecida pero que hasta que llegó Salardi solo quedaba en anuncios.

Inició la difícil tarea de terminar con el dispendio inaugurando un ciclo de austeridad, así como cancelar diversos programas estatales a fin de fusionarlos e incorporarlos a la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), pero lo principal su talante dialogante y concertador, estando siempre bien predispuesto para escuchar a los actores económicos, principalmente empresariales que echan de menos sus mencionadas virtudes, haciendo votos porque el nuevo ministro que lo sucede en el cargo, pueda continuar con la tarea, pues para ello no le falta ni voluntad ni tampoco experiencia.

Pasando a la forma de la salida del ex ministro, ella fue ingrata, para no calificarla de grotesca, armando un escenario ininteligible en Palacio de Gobierno para cesar a poquísimos ministros que al día siguiente volvieron a juramentar, pero quedando fuera de juego José Salardi.

Queda la sensación que el hoy ex titular del MEF en su tarea “pisó callos” y no se lo perdonaron, aunque en algún momento se sabrá la verdad ¿Díganme si con tal ejemplo habrá gente de valía que acepte carteras ministeriales en este régimen?.