Rodrigo Paz Pereira asumió oficialmente la presidencia de Bolivia, marcando un hito histórico en la política del país. Su llegada al poder representa el fin de casi dos décadas de gobiernos de izquierda y el inicio de una nueva etapa orientada a la estabilidad institucional, la apertura económica y el fortalecimiento democrático.
En su discurso inaugural, Paz hizo un llamado a la unidad nacional y a superar la polarización política que ha marcado los últimos años. “Este es un gobierno para todos los bolivianos, sin exclusiones ni revanchas. Iniciamos una nueva etapa de reconciliación, trabajo y desarrollo”, enfatizó el nuevo mandatario.
El presidente ha anunciado que su gestión priorizará la recuperación económica, el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la seguridad jurídica para las inversiones y el impulso de políticas sociales sostenibles.
Con este cambio de rumbo, Bolivia ingresa a una etapa política distinta, en la que se espera un mayor diálogo entre sectores y un clima de apertura para atraer nuevas oportunidades de desarrollo.






