La limitada exploración amenaza la seguridad energética del país. Según Perúpetro, las reservas actuales alcanzan solo hasta 2040 si no se reactivan nuevos proyectos.
El gerente técnico y de recursos de información (e) de Perúpetro, Asaid Bandach, advirtió que las reservas comprobadas de hidrocarburos del Perú son limitadas y solo garantizan autonomía energética por los próximos 15 años. La advertencia fue presentada durante el IV Encuentro de la Macrorregión Sur sobre Masificación de Gas Natural, realizado en Arequipa.
De acuerdo con los datos actualizados al 2024, el país cuenta con 9.10 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural, 427.96 millones de barriles (MMSTB) de petróleo y 416 millones de barriles de líquidos de gas natural (LGN) como reservas probadas y probables (2P). Con el ritmo actual de consumo, la autonomía estimada es de 15.2 años para el gas natural, 18.5 años para el petróleo y 12 años para el LGN, según el índice nacional de reservas.
Bandach explicó que este horizonte puede duplicarse hasta los 30 años, siempre que se impulsen nuevas inversiones en exploración y desarrollo de los llamados recursos contingentes y prospectivos, que aún no se explotan comercialmente. En total, estos representan un potencial de 6.91 TCF de gas natural y 465 millones de barriles de petróleo en categoría contingente, además de 43.24 TCF de gas y 33 mil millones de barriles de petróleo en recursos prospectivos.
El representante de Perúpetro destacó que el gran reto del país es reponer las reservas agotadas mediante nuevos descubrimientos, además de acelerar los proyectos de masificación del gas natural en las regiones del sur. “Si no hacemos nada, el país tendrá energía solo para 15 años; pero si actuamos, podemos asegurar el abastecimiento por 30 años”, enfatizó.
Perspectiva sectorial
El diagnóstico de Perúpetro reaviva el debate sobre la urgencia de atraer inversión privada en exploración, un segmento que se ha desacelerado en la última década. Expertos advierten que sin un marco regulatorio más competitivo y estabilidad en la política energética, el país podría enfrentar una reducción estructural en su capacidad de producción.






