Los inversores ya anticipan recortes de tasas por parte de la Fed, mientras el oro y la deuda pública ganan protagonismo como refugios frente a la volatilidad.
Los mercados globales cerraron la semana en un entorno cargado de datos macroeconómicos, expectativas de política monetaria y anuncios corporativos que marcan el pulso de los inversionistas. En Estados Unidos, el foco estuvo en el deterioro del mercado laboral y en las señales de la Reserva Federal sobre recortes de tasas, mientras que en el frente corporativo destacaron resultados y anuncios estratégicos de compañías tecnológicas y automotrices. Europa y Asia absorbieron tanto el impacto de los datos macroeconómicos como los giros en la política comercial y energética global.
En el ámbito estadounidense, las nóminas no agrícolas de agosto sorprendieron con una creación de solo 22.000 empleos, muy por debajo de la previsión de 75.000 y de los 79.000 del mes previo. La tasa de desempleo se situó en 4,3%, en línea con lo esperado, pero por encima del 4,2% anterior. Estos datos llegaron tras la advertencia de que la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) enfrenta dificultades técnicas y que Goldman Sachs anticipa una revisión a la baja de hasta 950.000 empleos para los 12 meses hasta marzo de 2025, lo que sería la mayor corrección negativa desde 2010. La debilidad también se refleja en la caída de 176.000 vacantes en julio hasta 7,2 millones, el segundo nivel más bajo desde 2020, y en la reducción de las ofertas en el sector público a 783.000. En paralelo, la mediana de previsiones de bancos y analistas para las nóminas de agosto se ubicaba en 75.000, con estimaciones que iban desde los 25.000 de TD Securities hasta los 105.000 de Lloyds, y un consenso general de estabilidad en el desempleo en 4,2%–4,3%. La mesa de trading de JPMorgan incluso planteó escenarios para el S&P 500 en función de los rangos de empleo, estimando movimientos de entre ±0,25% y ±1,5% según el rango de creación laboral. Finalmente, el resultado confirmó el escenario más débil.
El debate sobre política monetaria se intensificó. Los swaps en Canadá ya descuentan un 90% de probabilidad de recorte del BoC en septiembre, frente al 75% previo. En EE. UU., los operadores aumentaron las apuestas por un recorte de la Fed en septiembre, con una probabilidad del 88% de un ajuste de 25 puntos básicos. John Williams, presidente de la Fed de Nueva York, respaldó la visión de Jerome Powell al reconocer un mercado laboral en enfriamiento y proyectar un crecimiento del PIB de entre 1,25% y 1,5%, con desempleo al 4,5% en 2026 y una inflación PCE que, tras cerrar este año en 3%–3,25%, retornaría al objetivo de 2% en 2027. Williams sostuvo que los aranceles sumarán hasta 1,5% a la inflación este año, pero descartó efectos de segunda ronda. Desde la Casa Blanca, Miran, presidente de la CEA y candidato a la Fed, enfatizó que los aranceles no son inflacionarios y defendió la independencia de la Reserva Federal, mientras se intensificaban las tensiones en torno al liderazgo de la institución. En paralelo, el presidente Donald Trump reiteró su control sobre los flujos de inversión japonesa en EE. UU. y llegó a pedir un fallo que le permita destituir a Cook de la Fed.
El panorama económico estadounidense se complementó con datos sectoriales. El ISM no manufacturero de agosto se situó en 55,0, superando el 52,6 anterior, aunque el subíndice de empleo apenas mejoró a 46,5. El PMI compuesto de S&P Global cayó a 54,6 desde 55,4, con el PMI de servicios en 54,5, también por debajo de las previsiones. Por otra parte, el índice ISM de precios se mantuvo elevado en 69,2, confirmando presiones inflacionarias persistentes. La Casa Blanca reportó un crecimiento del PIB Nowcast de la Fed de Atlanta estable en 3% para el tercer trimestre. En los mercados financieros, los rendimientos del Treasury a 10 años cayeron a 4,17%, mínimos desde abril, y el Departamento del Tesoro recompró 2.000 millones de dólares de su propia deuda, sumando 10.000 millones en tres semanas. Esto impulsó fuertes flujos hacia refugios, con entradas récord de 2,4 mil millones de dólares en GLD en una semana, de los cuales 1,5 mil millones correspondieron a un solo día.
En el frente corporativo, Tesla acaparó titulares al proponer un nuevo paquete salarial para Elon Musk valorado hasta en 1 billón de dólares, condicionado a hitos extraordinarios como alcanzar una capitalización bursátil de 8,5 billones (frente a 1 billón actual), producir 20 millones de vehículos y generar 400.000 millones en EBITDA, comparado con los 16.600 millones de 2024. El plan será votado por los accionistas el 6 de noviembre, después de que un juez anulara el acuerdo de 2018, y provocó un alza de 2% en las acciones en el premarket. Sin embargo, la compañía enfrenta una crisis de ventas, con entregas en camino a caer por segundo año consecutivo. Rivian, por su parte, anunció despidos en preparación para lanzar un SUV más económico. En el segmento tecnológico, Broadcom reportó beneficios por acción de 1,69 dólares, superando las previsiones de 1,54, con ingresos de 16.000 millones frente a 15.800 millones esperados. La compañía confirmó que OpenAI producirá sus propios chips de IA junto a Broadcom a partir del próximo año, y el CEO Hock Tan reveló un nuevo cliente con pedidos por 10.000 millones. Lululemon presentó beneficios por acción de 3,10 dólares, superiores a los 2,90 proyectados, aunque los ingresos de 2.520 millones quedaron ligeramente por debajo de lo previsto, lo que obligó a recortar la guía para 2025. Entre otras iniciativas, OpenAI anunció planes para lanzar una plataforma de empleo y un programa de certificación en IA, mientras Amazon se comprometió a capacitar a 4 millones de estudiantes y a 10.000 educadores en habilidades de inteligencia artificial para 2028.
La política estadounidense también marcó la agenda. Trump recibió en la Casa Blanca a líderes tecnológicos como Mark Zuckerberg y Tim Cook en una cena donde se comprometieron a aumentar sus inversiones en el país. Además, firmó una orden ejecutiva que reduce los aranceles a las importaciones de automóviles japoneses al 15% desde 27,5%, parte de un acuerdo que asegura 550.000 millones de dólares en inversiones japonesas en proyectos seleccionados por EE. UU. y mayores compras de productos agrícolas, aviones y equipos de defensa. En su frente internacional, el presidente afirmó que “India y Rusia parecen haberse perdido para la más profunda y oscura China” y pidió a Europa detener las compras de petróleo ruso y ejercer presión económica sobre Pekín. Desde Europa, Emmanuel Macron confirmó que 26 países enviarán tropas a Ucrania tras el alto el fuego, y que Kiev coordinará sanciones junto a EE. UU. En paralelo, el índice de miedo y codicia se mantuvo neutral en 52/100, reflejando cautela de los inversores pese al tono alcista de los activos de riesgo.
En la Eurozona, la producción de servicios cayó 0,1% en junio frente a mayo, aunque creció 2,9% interanual, mientras que el PIB avanzó apenas 0,1% en el segundo trimestre y 1,5% frente al año anterior. Bloomberg reportó que el BCE ha terminado su ciclo de recortes, con expectativa de inflación estable en 2% hasta finales del próximo año. Por contraste, las bolsas europeas lideraron las ganancias intradía, mostrando el mayor impulso entre las regiones.
En Asia, Japón fue protagonista con salarios creciendo al mayor ritmo en siete meses, lo que fortalece el caso para un alza de tasas por parte del Banco de Japón. El primer ministro Ishiba anticipa disolver la cámara baja para contrarrestar un voto anticipado de liderazgo, mientras su gobierno afianza el acuerdo comercial con EE. UU. En el sector energético, Arabia Saudita presionó para acelerar el próximo aumento de producción de petróleo dentro de la OPEP+, mientras que Rusia, a través de Novak, destacó un nivel de implementación del 102% en el acuerdo del cartel entre enero y agosto, confirmando la efectividad de la alianza.
En síntesis, el panorama global refleja un equilibrio frágil. En EE. UU., el enfriamiento del mercado laboral y la presión por recortes de tasas conviven con la resiliencia parcial en los indicadores de servicios, mientras los flujos hacia refugios anticipan volatilidad. El frente corporativo muestra la apuesta agresiva de Tesla frente a sus desafíos de ventas, la expansión de Broadcom en semiconductores de IA y el reposicionamiento de gigantes tecnológicos en la educación en inteligencia artificial. Europa confirma debilidad en su crecimiento con limitaciones en la política monetaria, mientras Asia avanza en ajustes salariales y comerciales estratégicos. En energía, la OPEP+ se mantiene cohesionada bajo la influencia saudí y rusa. El escenario a futuro apunta a un probable recorte de tasas por la Fed en septiembre, acompañado de volatilidad en renta variable y refugios fortalecidos en oro y bonos. La debilidad laboral y el riesgo geopolítico marcarán la pauta de los mercados hacia el cierre del año, donde los inversionistas deberán balancear optimismo tecnológico con cautela macroeconómica.








