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lunes, diciembre 15, 2025
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Valuación inflado: el elástico que puede reventar

Por Carlos Simonsen, managing partner de Upload Ventures

Cuando regresé a Brasil en 2019, después de una trayectoria en Estados Unidos en inversiones alternativas, el país vivía un momento de optimismo. El escenario macro era favorable: tasas de interés bajas, mayor apetito por el riesgo y un flujo creciente de capital global llegando a la región. El mercado de la tecnología comenzaba a madurar y crecía la expectativa de que, por fin, América Latina viviría su mejor momento en innovación, comenzando por las fintechs.

En los años siguientes, el mercado se calentó rápidamente, culminando en 2021. Fue un período de excesos. Recuerdo claramente un e-commerce que levantó cuatro rondas en el intervalo de un solo año, alcanzando el estatus de unicornio, aun vendiendo productos que le costaban un real a la empresa por ochenta centavos. Es decir, un modelo con margen negativo, sostenido por capital abundante y por inversores que, ante la velocidad del ciclo, a menudo no tenían tiempo para hacer cuentas.

Como bien observó Bill Gurley, socio de Benchmark e inversor de Uber, GrubHub, Zillow y muchos otros, «el ajuste producto-mercado es infinito cuando se vende un dólar a 50 centavos». Es decir, es muy fácil vender productos por debajo del precio de costo.

Y así, se dejó de lado la disciplina. Las inversiones se volvieron voraces, los récords se sucedieron, y los fundamentos, a menudo, fueron ignorados. El resultado fue una proliferación de unicornios que, en la práctica, a menudo eran solo buenos caballos, pero sin el cuerno del animal mitológico. Negocios prometedores, sí, pero con un precio como si su éxito estuviera garantizado.

Lo más curioso es que, desde entonces, poco ha cambiado en las marcas de valuación de estas empresas. Muchas siguen con el mismo precio asignado en el pico del ciclo, incluso con un entorno macro y de liquidez radicalmente diferente. En los mercados privados, esta es la regla: el precio de una empresa se define en la última ronda y permanece inalterado hasta que ocurra un nuevo evento. Aunque el valor haya cambiado sustancialmente, no se refleja en la mayoría de los casos en las cuotas del fondo. Si no hay necesidad de capital, no hay nueva fijación de precios. El precio antiguo sigue siendo la referencia, aunque esté desconectado de la realidad.

Esta dinámica crea distorsiones. En una cartera privada, precio y valor pueden estar profundamente desalineados, tanto al alza como a la baja. Este desalineamiento, por un lado, genera oportunidades de arbitraje y retornos. Por otro, funciona como una barrera protectora en tiempos de escasez. Posponer una ronda, en este contexto, puede ser una estrategia de preservación, tanto de la compañía como de su narrativa.

En los mercados públicos, esta relación se prueba a diario. El valor, entendido como la capacidad de generar caja futuro ajustada al riesgo, encuentra su contrapunto en el precio de negociación. Cuando hay desequilibrio, el mercado se ajusta. En los mercados privados, el tiempo es más lento. Pero las consecuencias, tarde o temprano, llegan.

Llegamos, entonces, al escenario actual del capital de riesgo. Valuaciones infladas en muchos fondos. Baja liquidez. Fusiones y adquisiciones limitadas por los altos costos de capital y un entorno regulatorio más estricto en Estados Unidos. El mercado de IPOs, por su parte, permanece cerrado, con una larga fila de candidatos esperando el momento adecuado. Klarna y Stripe parecen liderar la fila, prometiendo reabrir la ventana como el primer gran caso de éxito del nuevo ciclo.

Hablo con muchos gestores, y una frase que escuché recientemente de un fondo inglés con más de 25 mil millones de dólares bajo gestión resume bien la situación: «El mercado de IPOs nunca cerró. Lo que cerró fue el apetito por aceptar nuevas realidades de precio en el mercado privado. Nadie quiere volver a fijar el precio de sus últimas rondas». 

Pero donde hay dolor para algunos, surge la oportunidad para otros. Quizás nunca ha existido un ambiente tan propicio para invertir en capital de riesgo y growth equity. Hay oportunidades reales en empresas de calidad, transacciones secundarias entre fondos y asignaciones estratégicas en negocios que hasta hace poco estaban fuera de alcance, no por mérito, sino por exceso de competencia y precio.

Estamos en el tercer año del ciclo, y el momento ha llegado. Todos quieren ver el retorno del capital. Esto crea una ventana única: empresas excelentes, a precios justos que equilibran los incentivos de interés dentro de cada «captable». Es aquí donde la tolerancia a la «duration» se transforma en una ventaja competitiva. El capital de riesgo es, por definición, un mercado cíclico de «high beta». Y en este momento, estamos viviendo el ciclo de entrada. La oportunidad no se mide por lo que fue, sino por lo que está por venir. Y ahora, el precio ha vuelto a conversar con el valor.

Sector minero peruano alcanza récord de 254 mil empleos, pero carece de talento digital

La minería 4.0 exige nuevos perfiles como científicos de datos, ingenieros en automatización y especialistas en ciberseguridad.

El sector minero peruano atraviesa una transformación hacia la minería 4.0, marcada por la automatización, el análisis de datos y la inteligencia artificial. Según el Ministerio de Energía y Minas (2025), esta industria no solo es clave por su aporte económico, sino también por su capacidad de generar empleo: en los últimos meses alcanzó un récord histórico de más de 254 mil empleos directos, con un crecimiento interanual de 10.5%. De ese total, el 70.7% corresponde a empresas contratistas y servicios conexos, mientras que el resto es contratado directamente por compañías mineras.

Sin embargo, este crecimiento laboral enfrenta una barrera crítica: la escasez de talento especializado. De acuerdo con ManpowerGroup, la minería es uno de los sectores con mayores dificultades para cubrir posiciones clave, debido a que la oferta educativa y profesional no avanza al mismo ritmo que las innovaciones de la industria.

“Los líderes de las empresas mineras locales consideran que la falta de talento especializado para adaptarse a los avances tecnológicos es uno de los principales desafíos que enfrenta la industria. Alrededor del 35% de los empleadores en minería tiene la intención de contratar más personal para este 2025, pero se enfrentan con la barrera de la escasez de profesionales con las habilidades requeridas”, precisa Danitza Salas, Directora en Minería de ManpowerGroup.

¿Qué perfiles busca la minería?

La digitalización está impulsando la creación de roles que hace pocos años no existían dentro de las operaciones mineras. Científicos de datos, ingenieros de machine learning, analistas de big data y especialistas en ciberseguridad industrial son hoy altamente demandados. Asimismo, se consolidan puestos como pilotos de drones, especialistas en mapeo digital y expertos en energías renovables y monitoreo ambiental digital, todos esenciales para avanzar hacia una minería más sostenible.

El perfil del profesional minero del futuro:

Según ManpowerGroup, además del sólido dominio técnico, se buscan profesionales con habilidades socioemocionales como adaptabilidad, liderazgo digital, comunicación efectiva y gestión del cambio.

“La minería necesita profesionales híbridos, capaces de combinar conocimientos técnicos con habilidades digitales, porque la competencia por este talento ya empezó y marcará la diferencia entre una industria que se adapta y una que se queda atrás. Quienes logren ese equilibrio estarán mejor preparados para liderar una minería más automatizada, más sostenible y, sobre todo, más humana”, concluye Danitza Salas, Directora en Minería de ManpowerGroup.

 

El costo oculto de ignorar la Ciberseguridad: Por qué los CEO deben liderar la estrategia

Por José Cabello, CEO de Netdata Cybersecurity

La masificación de tecnologías como blockchain, IoT, cloud computing o IA generativa ha ampliado la superficie de ataque y multiplicado las vulnerabilidades. Hoy la ciberseguridad dejó de ser un asunto técnico para transformarse en un desafío estratégico: una brecha puede costar miles de millones y dañar irreversiblemente la reputación de una compañía.

Según el último informe del banco de inversión estadounidense Houlihan Lokey, el costo para frenar un ciberataque es de 15,4 millones de dólares, mientras que IBM estimó que una violación de datos puede costar alrededor de $4,45 millones. A esto hay que sumar los días de inactividad que pueden provocar un ataque, y algo mucho más difícil de cuantificar: el daño reputacional y la pérdida de clientes.

Por eso es un error delegar este tema solo a equipos de TI. La ciberseguridad requiere compromiso del CEO y de la alta dirección. Según el State of Cloud Native Security Report de Palo Alto Networks, en 2024 las brechas de datos crecieron un 64% y un tercio de los profesionales reconoció dificultades para seguir el ritmo de los cambios tecnológicos y las amenazas. Esto refuerza la necesidad de que los líderes asuman un rol activo.

El CEO no solo debe conocer los riesgos, sino evaluar cada nueva iniciativa —desde un producto digital, hasta la apertura de una sede— bajo el prisma de la seguridad. En muchas catástrofes cibernéticas, la raíz estuvo en decisiones tomadas sin comprender el impacto real que puede tener un ataque.

La adopción de modelos como Zero Trust (“nunca confíes, siempre verifica”) es hoy indispensable. Asimismo, la respuesta a incidentes no puede improvisarse: no se trata de “si ocurrirá” un ataque, sino de cómo y cuándo se reaccionará. Desde un Centro de Operaciones de Seguridad (SOC, por sus siglas en inglés) interno con decenas de herramientas hasta servicios de Detección y Respuesta Gestionada (MDR) con inteligencia artificial y expertos 24/7, lo esencial es reducir al mínimo los tiempos de inactividad, las pérdidas monetarias y los daños reputacionales.

En definitiva, la ciberseguridad debe estar en todas las mesas directivas. Asumirla como prioridad estratégica no es solo proteger datos, sino garantizar la confianza, continuidad y sostenibilidad del negocio en un mundo que ya es completamente digital.

 

Ajíes nativos peruanos conquistan el mundo: exportaciones superan los US$ 11,8 millones en el primer semestre de 2025

Los ajíes nativos del Perú siguen conquistando mercados internacionales. Según la Asociación de Exportadores (ADEX), entre enero y junio de 2025 las exportaciones alcanzaron US$ 11.827.000, lo que representa un crecimiento del 4% respecto al mismo periodo de 2024.

Principales destinos

  • Estados Unidos: US$ 5.726.000 (+3,7%)

  • España: US$ 2.449.000

  • Chile: US$ 1.409.000
    Completan el top ten: Italia, Bolivia, Japón, Reino Unido, Canadá, Emiratos Árabes Unidos y Bélgica.

Ajíes más exportados

  • Ají amarillo: US$ 6.765.000 (57% del total)

  • Ají panca: US$ 2.748.000

  • Rocoto: US$ 1.930.000

  • Otros: ají limo, mirasol y charapita.

El gremio resaltó la riqueza de estos productos, que se distinguen por su diversidad de colores, aromas y niveles de picor, cualidades que los convierten en protagonistas de la gastronomía peruana.

Además, el Comité de Capsicum de ADEX solicitó al Senasa conformar una Mesa de Trabajo por la Inocuidad, con el objetivo de reducir rechazos de la páprika en el exterior y fortalecer la competitividad del sector capsicum en los principales mercados.

Con este desempeño, el Perú reafirma su potencial como proveedor líder de ajíes nativos al mundo, fusionando tradición, sabor y calidad.

Inversiones en infraestructura concesionada mantienen impulso en 2025

Aerolíneas y transporte urbano lideran el crecimiento con obras en Jorge Chávez y la Línea 2 del Metro.

Las inversiones en infraestructuras de transporte concesionadas en el Perú alcanzaron los USD 680,6 millones entre enero y julio de 2025, lo que representa un crecimiento de 8,2 % interanual, según el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán).

Aeropuertos y Metro: motores de la inversión

El sector aeroportuario lideró el dinamismo con USD 314,3 millones invertidos, equivalente a un aumento del 33 % frente al mismo periodo de 2024. En paralelo, la Línea 2 del Metro de Lima y Callao acumuló USD 295,6 millones, lo que supone un avance de 25,7 %.

En contraste, las carreteras retrocedieron 1,2 % al totalizar USD 25,5 millones, mientras que el sector portuario cayó 65,7 % hasta los USD 45,2 millones.

Inversión en julio

Solo en julio, la inversión valorizada sumó USD 147,1 millones, con fuerte protagonismo del sector aeroportuario (USD 133,6 millones). De ese monto, USD 131 millones correspondieron al avance del “Paquete de Trabajo 3 – EPC Terminal, Plataforma y Accesos (WP3)” del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

En carreteras se ejecutaron USD 6,3 millones, destinados a obras en tramos de la IIRSA Norte y Sur, así como en la Vía Evitamiento Chimbote.
La Línea 2 del Metro sumó USD 6 millones en obras civiles, estaciones, equipamiento electromecánico y sistemas ferroviarios.
En puertos, las inversiones alcanzaron USD 1,1 millones, con avances en el Terminal Norte Multipropósito del Callao y el Terminal Portuario General San Martín en Pisco.

Cumplimiento de compromisos

El sector carretero muestra el mayor avance en compromisos de inversión, con 92,9 % de ejecución (USD 5182 millones). Le siguen el ferroviario y Metro de Lima con 68,4 % (USD 4394 millones), el portuario con 66,9 % (USD 2314 millones) y el aeroportuario con 49,8 % (USD 1352 millones).

Las cifras reflejan que, pese a la caída en puertos y carreteras, el empuje de los proyectos estratégicos en aeropuertos y transporte urbano sostiene el crecimiento de la inversión concesionada en 2025.

Schneider Electric supera meta global de capacitar a 1 millón de personas en gestión de energía

Con un enfoque en habilidades verdes y la inclusión de grupos vulnerables, Sudamérica representa más del 18% de toda la capacitación realizada a nivel mundial. En Chile, más de 3.700 personas han sido capacitadas en gestión energética gracias a los programas y alianzas de Schneider Electric con instituciones estratégicas como  el CEDUC, Red Maestra  y Belén Educa.

Schneider Electric, líder en la transformación digital de la energía y la automatización, alcanzó a través de su Fundación la meta global de más de 1 millón de personas capacitadas en gestión de energía mediante sus programas y alianzas educativas gratuitas. Prevista inicialmente para fines de 2025, la meta se logró con dos trimestres de anticipación, reafirmando el compromiso de la compañía con la inclusión social, la educación técnica y el desarrollo de competencias clave para la transición energética.

Gracias a una amplia red de alianzas educativas que conecta instituciones de enseñanza, organizaciones sociales y entidades públicas en distintas regiones del mundo, el objetivo de impactar a 1 millón de personas corresponde al 11º compromiso del Schneider Sustainability Impact (SSI), principal indicador global de sostenibilidad de la empresa. Este logro fue posible gracias al proyecto Youth Education & Entrepreneurship (YEE), creado en 2009 y presente en más de 60 países, que promueve acceso a formación técnica, habilidades digitales, impulso al emprendimiento y concientización climática.

Schneider Electric impulsa el desarrollo de las llamadas green skills —competencias relacionadas con energía limpia, automatización, electrificación y digitalización— a través de cursos gratuitos, tanto presenciales como en la plataforma online Schneider Electric University, ampliando así el acceso global al conocimiento técnico. En apoyo a esta agenda, Rafael Segrera, presidente de Schneider Electric para América del Sur, lidera el grupo de trabajo “Empleos y Habilidades Verdes” de la iniciativa Sustainable Business COP30, de la Confederación Nacional de la Industria (CNI).

“Superar la meta de capacitar a 1 millón de personas demuestra el impacto de nuestra estrategia y de nuestro programa de acceso a la formación. Más allá de la cifra, este resultado representa oportunidades reales para personas de diversos contextos sociales y confirma que la educación puede ser un puente entre la empleabilidad y el progreso sostenible de las comunidades”, destacó Segrera.

Educación inclusiva con protagonismo en América del Sur

América del Sur ha tenido un rol fundamental en el cumplimiento de esta meta, al concentrar el 18% del total global con más de 185 mil personas capacitadas. De estas, más de 3.700  son en Chile, donde las acciones se coordinan en asociación con instituciones estratégicas como el CEDUC, Red Maestra  y Belén Educa.

La contribución educativa de Schneider Electric en América del Sur se refleja en proyectos innovadores que democratizan el acceso al conocimiento técnico y fortalecen la empleabilidad:

  • Barco Escuela Samaúma: escuela flotante que recorre comunidades ribereñas en la Amazonía llevando formación técnica.
  • Entrenamiento con ETECs: estudiantes reciben instrucción práctica en instalaciones de Schneider Electric en áreas como energía, automatización y eficiencia.
  • Educación en el sistema penitenciario: en alianza con el Centro Universitario de Lins (UNILINS) y la Secretaría de Administración Penitenciaria (SAP), el programa ha llevado formación técnica a 32 escuelas en unidades carcelarias.
  • Programas para mujeres en situación de vulnerabilidad: en cooperación con AFESU (Brasil) y JUANFE (Colombia), se impulsa la formación profesional y la empleabilidad femenina.

“Creemos que el conocimiento es un derecho fundamental y, al igual que la energía, debe estar al alcance de todos”, señaló Karolina Gutiez, Gerente Sénior de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Schneider Electric para América del Sur. “Garantizar el acceso a la educación y al desarrollo de habilidades es esencial para que la transición energética ocurra de forma justa e inclusiva”, complementó.