Los comités de directorio desempeñan un papel crucial en la optimización del trabajo de los miembros del directorio, aprovechando su conocimiento y especialización para abordar temas clave con mayor profundidad. Un directorio, como órgano ejecutivo de alta responsabilidad administrativa, se define por la ley general de sociedades y responde a los intereses de los accionistas. Su función principal es garantizar una gobernanza adecuada sobre los objetivos accionariales, supervisando el trabajo de las gerencias sin intervenir en su ejecución.

Así lo informó, Christian Privat, Socio de Antut Advisors resaltando que para cumplir con este propósito, los directorios se dividen en roles, con la posibilidad de formar diferentes comités según su tamaño y necesidades. Entre estos, el comité de auditoría emerge como un elemento crucial, encargado de supervisar los riesgos financieros y el proceso de identificación y gestión de los mismos por parte de las gerencias. Su importancia radica en asegurar una correcta ejecución de estas funciones, evitando una supervisión inadecuada.

“El comité de auditoría no solo se concentra en los riesgos financieros, sino en la supervisión integral de los riesgos y en la interacción con auditores externos para salvaguardar los controles internos y la integridad de la información financiera. Dadas las complejidades y la constante evolución de estas áreas, se requiere un nivel creciente de profesionalismo, dedicación y responsabilidad por parte de sus miembros” dijo.

Explicó que estos comités han experimentado una evolución significativa desde su obligatoriedad en las sociedades cotizadas, reflejando una tendencia global hacia un refuerzo de sus funciones supervisoras, independencia y profesionalismo. Su papel es cada vez más determinante en la supervisión de las empresas cotizadas, influyendo directamente en su gobierno corporativo y promoviendo la transparencia del mercado.

Resaltó que la presencia y buen funcionamiento de un comité de auditoría no solo se limita al cumplimiento normativo, sino que es esencial para fortalecer la confianza del mercado en las compañías. La ausencia de dicho comité podría generar dudas sobre la supervisión efectiva a nivel de la alta dirección, afectando la percepción de transparencia y confianza en la empresa.

“El funcionamiento adecuado del comité de auditoría son elementos fundamentales para una gobernanza corporativa efectiva. Su capacidad para supervisar los riesgos, interactuar con auditores externos y salvaguardar la integridad financiera son pilares que refuerzan la confianza del mercado y promueven la transparencia empresarial” señaló.

La importancia de la identificación de riesgos y el establecimiento de un adecuado marco de control interno en las empresas es fundamental para garantizar su estabilidad y éxito a largo plazo. Sin embargo, en el contexto empresarial peruano, observamos una disparidad en la aplicación de estos principios.

“En el mundo corporativo, especialmente en empresas con una cultura organizacional más sólida, es común encontrar una mayor madurez en la estructura de control interno y un proceso más elaborado de identificación de riesgos. Sin embargo, en el caso de las medianas empresas, la atención a estos aspectos suele ser menor. Esto se debe en parte a la naturaleza cambiante y dinámica de sus operaciones diarias, que tienden a priorizar la ejecución sobre el control” comentó.

Detalló que esta falta de énfasis en el control interno puede debilitar significativamente el funcionamiento de la empresa y aumentar su vulnerabilidad ante riesgos potenciales. Además, muchas veces, el proceso de maduración y la implementación de un marco de control interno adecuado se posponen hasta que la empresa alcanza el estatus de grande. Esta demora en la adopción de medidas de control puede ampliar las grietas de riesgo y aumentar la probabilidad de problemas significativos en el futuro.

Finalmente, para las empresas peruanas, el desafío reside en reconocer la importancia de la identificación de riesgos, el establecimiento de un sólido marco de control interno y la implementación de medidas preventivas adecuadas, incluso en las etapas tempranas de su crecimiento. Solo así podrán mitigar eficazmente los riesgos y asegurar su sostenibilidad a largo plazo.