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viernes, diciembre 19, 2025
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Un residuo industrial podría valer más que el oro… literalmente

Una innovación suiza convierte basura electrónica y restos de queso en una fuente rentable de oro puro. El reciclaje tecnológico podría convertirse en un nuevo negocio millonario.

Un equipo de investigadores del ETH Zurich ha desarrollado una tecnología de reciclaje con implicancias económicas notables: permite extraer oro de 22 quilates desde electrodomésticos viejos utilizando residuos de la industria del queso. El hallazgo no solo representa un avance en sostenibilidad, sino que podría transformar la economía del reciclaje electrónico.

Hoy en día, millones de hogares acumulan equipos en desuso que, sin saberlo, contienen pequeñas cantidades de oro. Este metal, fundamental en circuitos electrónicos por su alta conductividad y resistencia a la corrosión, está presente en artículos cotidianos como computadoras, teléfonos móviles, televisores, impresoras y microondas. Sin embargo, al desechar estos dispositivos sin reciclaje adecuado, se pierde un recurso de alto valor.

Según estimaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en 2021 se generaron más de 57 millones de toneladas de basura electrónica a nivel mundial, con gran parte sin procesar. El nuevo método de ETH Zurich apunta precisamente a aprovechar esa fuente desaprovechada de riqueza.

El proceso se basa en una técnica biotecnológica que utiliza subproductos lácteos —particularmente los restos de la producción de queso— para crear nanofibrillas proteicas. Estas se transforman en esponjas bioactivas capaces de captar los iones de oro disueltos en soluciones ácidas, obtenidas del tratamiento de placas electrónicas antiguas. Posteriormente, mediante reducción térmica, se produce una pepita de oro con una pureza del 91%.

El dato económico más impactante: con solo 20 placas base de computadoras, los investigadores lograron recuperar oro valorado en hasta 34.000 dólares. Esta cifra demuestra el enorme potencial comercial del proceso, que podría sentar las bases para una nueva industria de minería urbana altamente rentable, reduciendo a su vez la presión sobre la minería tradicional y sus impactos ambientales.

El reciclaje electrónico ya no es solo una necesidad ambiental, sino una oportunidad de negocio tangible. Con el avance de esta tecnología, lo que antes se consideraba chatarra doméstica podría convertirse en una auténtica mina de oro casera.

Un hallazgo en Ayacucho podría reescribir el mapa del cobre en el Perú

Coppernico confirma un sistema mineral de gran escala y traza nuevos objetivos en su proyecto Sombrero. La región podría convertirse en un nuevo distrito clave para el cobre.

La minera canadiense Coppernico Metals ha confirmado la presencia de un sistema de skarn de cobre a gran escala en su proyecto Sombrero, ubicado en Ayacucho. Los resultados de la primera fase de perforación, que alcanzó más de 8.200 metros distribuidos en 20 pozos, revelan un sistema robusto, lateralmente continuo y con una notable extensión vertical, que podría posicionar a la zona como un nuevo punto estratégico para la minería del cobre en el Perú.

Los trabajos, realizados por su filial Sombrero Minerales SAC, se concentraron en el área de Ccascabamba. Allí se identificó una alteración mineralizada que se extiende más de 300 metros desde el contacto entre una intrusión ígnea y la caliza, con más de 400 metros de continuidad vertical. Estos rasgos son típicos de skarns de alta temperatura, potencialmente comparables con gigantes como Antamina o Las Bambas.

La perforación está momentáneamente en pausa mientras la empresa gestiona nuevos permisos. Ivan Bebek, CEO de Coppernico, señaló que estos descubrimientos apenas rascan la superficie del potencial de la zona: “Nuestra prioridad es asegurar los permisos clave para perforar zonas con afloramientos más sólidos en la próxima fase”.

En paralelo, se detectaron zonas anómalas de cobre en Hojota, con intervalos de hasta 30 metros de espesor y leyes promedio de 0,1%. Aunque estas cifras son moderadas, la continuidad lateral de más de un kilómetro y la presencia de estructuras geológicas favorables refuerzan su interés.

Pero el verdadero salto está en la ampliación del proyecto. Coppernico ha identificado nuevos objetivos de exploración en Sombrero. Entre ellos, destaca Antapampa, un sistema skarn aún no reconocido a 1.5 kilómetros al norte de Nioc, que podría ser una extensión del sistema original o una estructura mineral independiente. Tipicancha, al suroeste de Ccascabamba, también ha revelado indicios de un sistema hidrotermal mineralizado en cobre.

Asimismo, zonas como Macha Machay y Cello muestran sistemas de alteración con sulfuros, detectados en etapas iniciales de mapeo. Todo esto refuerza la tesis de la compañía: Sombrero no es un proyecto aislado, sino la posible base de un nuevo distrito minero de cobre en el sur peruano.

Coppernico apuesta a que Ayacucho se sume pronto a la lista de territorios mineros clave del país.

Un país busca volver al mapa del megaproyecto ferroviario que conectará Brasil con China

Bolivia solicita formalmente integrarse al Corredor Ferroviario Bioceánico, que unirá Santos y Chancay. La obra podría redefinir el comercio entre Sudamérica y Asia.

Durante el IV Foro Ministerial CELAC-China, la canciller de Bolivia, Celinda Sosa, solicitó que su país sea considerado dentro del trazado del Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración, una de las apuestas logísticas más ambiciosas que impulsa China en la región. El proyecto busca unir el puerto brasileño de Santos con el terminal portuario de Chancay, en Perú, para conectar de forma directa el Atlántico con el Pacífico.

Sosa propuso que Bolivia sea incorporada en esta ruta estratégica, e insistió en el valor de otras vías como la Hidrovía Paraná-Paraguay. “Estos corredores logísticos representan una oportunidad para avanzar hacia una integración física soberana y sostenible”, aseguró. El pedido se alinea con los esfuerzos bolivianos por retomar protagonismo en la planificación logística continental.

China, por su parte, prevé una inversión inicial de USD 3.500 millones para la ejecución de este corredor, que nace de los acuerdos firmados en 2023 entre Xi Jinping y Luiz Inácio Lula da Silva. Con el proyecto, se busca agilizar las exportaciones brasileñas hacia Asia, especialmente de soja, azúcar y maíz, reduciendo costos y tiempos frente a la actual dependencia del Atlántico.

En esta misma línea, una comitiva de técnicos chinos recorrió recientemente cuatro estados brasileños para evaluar la viabilidad del trazado ferroviario. El megaproyecto no solo modernizaría la infraestructura del país sudamericano, sino que beneficiaría a toda la región andina y amazónica.

El presidente Lula ya había manifestado su interés en reactivar el corredor durante su visita a Bolivia en julio de 2024, en un encuentro con el mandatario Luis Arce. Ambos firmaron una declaración conjunta que incluye el impulso a esta vía ferroviaria como eje de integración física y comercial.

Cabe recordar que la propuesta fue impulsada inicialmente por Bolivia, pero quedó archivada en 2020 durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez. Con la llegada de Arce al poder, el proyecto volvió a colocarse sobre la mesa.

En su intervención ante los países de la CELAC, Sosa también resaltó los 40 años de relaciones diplomáticas entre Bolivia y China, reiterando su apoyo a la Iniciativa de la Franja y la Ruta como herramienta para transformar la infraestructura y la conectividad de América Latina.

PBI creció 3.9% y empleo nacional avanzó 1.3% en el primer trimestre impulsados por los sectores vinculados al consumo

Inversión privada se expandió 6.7% en el primer trimestre, según estimaciones del IPE. Crecimiento se mantuvo por cuarto trimestre consecutivo a un ritmo en torno a 4%. Empleo nacional aumentó en 215 mil puestos, pero se perdieron 126 mil empleos juveniles. Empleo se desacelera en la capital: creció solo 1.7% luego de seis trimestres seguidos con ritmos por encima del 4%.

La economía creció 4.7% en marzo de 2025 y tuvo un avance respecto al mes previo (febrero: 2.7%), el cual había sido afectado por la comparación del año bisiesto. Con este resultado, la economía acumuló un crecimiento de 3.9% en el primer trimestre de 2025 y mantuvo por cuarto trimestre consecutivo un ritmo de crecimiento en torno a 4%.

Dinamismo en el primer trimestre

Por sectores, el crecimiento económico del primer trimestre estuvo impulsado tanto por los sectores primarios (3.4%) como no primarios (3.9%). De un lado, el avance en los sectores primarios estuvo explicado por la mayor producción del sector minería (3.2%), ante una mayor extracción de metales como cobre (en las unidades mineras Las Bambas, Marcobre y Antapaccay) y molibdeno (en Cerro Verde y Antamina), sumado a una expansión de dos dígitos del sector pesca (25.2%), ante una mayor captura destinada al consumo humano directo (congelados, enlatados y frescos), principalmente.

En tanto, los sectores no primarios vinculados a la inversión (3.8%) y al consumo (3.5%) mantuvieron su dinamismo en los primeros tres meses del año. En particular, el crecimiento de las actividades asociadas a inversión estuvo principalmente impulsado por la mayor producción de construcción, que creció 5.3% explicado por un desempeño favorable en el avance de obras públicas en los tres niveles de gobierno (15.1%) y un mayor consumo interno de cemento (2.6%). Por su parte, el crecimiento de los sectores de consumo se mantuvo dinámico de manera similar en comercio (3.4%) y servicios (3.6) en un contexto en el que la inflación se mantuvo dentro de su meta.

Según componentes del gasto, la economía en el primer trimestre habría estado impulsada principalmente por el consumo privado y la inversión privada. El consumo privado habría crecido alrededor de 3.5% en los primeros tres meses del año, según estimaciones del IPE, favorecido por un entorno de inflación controlada y la recuperación progresiva del mercado laboral. Por su parte, la inversión privada habría cerrado el primer trimestre con un avance de 6.7%, su mayor ritmo desde el tercer trimestre del 2021, en línea con los resultados positivos que vienen mostrando sectores como construcción y manufactura. En dicho periodo, la inversión privada habría estado impulsada por la progresiva recuperación de la inversión residencial, reflejado en el mayor consumo de cemento, así como en el notable incremento en las importaciones de bienes de capital (17%).

Empleo nacional impulsado por consumo

En el primer trimestre del año, el empleo total a nivel nacional creció 1.3%, con lo que se crearon 215 mil puestos de trabajo. El avance responde al aumento de trabajadores en zonas urbanas (1.7%), mientras que en el área rural se registró un ligero retroceso (-0.4%). Así, el empleo creció en 24 de las 27 principales ciudades del país, entre las que destacan Huancavelica (15.6%), Puno (9.6%), Cusco (9.3%) y Pucallpa (9.1%). En cambio, el empleo en la capital se ha desacelerado: creció solo 1.7% en el primer trimestre, luego de seis trimestres seguidos con ritmos por encima del 4%.

Los sectores asociados con el consumo (comercio y servicios) fueron los que más impulsaron el empleo en este periodo, contribuyendo con la creación de 107 mil puestos, en línea con el dinamismo que continúan mostrando estas actividades a inicios del 2025. También aportó el incremento de trabajadores en los sectores primarios (60 mil puestos adicionales), sostenido principalmente por la recuperación que aún exhibe la agroindustria y agroexportación. Asimismo, el empleo en la construcción aumentó por segundo trimestre consecutivo, creando 34 mil trabajos y dejando atrás los ocho trimestres en negativo que registró previamente.

El empleo juvenil continúa retrocediendo: en el grupo de 14 a 24 años se registró una reducción de 4.8%, lo que equivale a 126 mil puestos perdidos. Cabe mencionar que, al 2024, el empleo en este grupo ya había acumulado tres años consecutivos de caída. No solo hay menos jóvenes trabajando, sino también buscando empleo: la población juvenil económicamente activa disminuyó 6.1% en el primer trimestre, es decir 183 mil jóvenes dejaron de participar del mercado laboral frente al año pasado, sumando también tres años en negativo.

Los indicadores de calidad del empleo han mejorado en el último año, pero de manera incipiente. La tasa de informalidad laboral ascendió a 70.7% en el periodo entre abril 2024 y marzo 2025, cifra apenas menor a la de un año antes (71.2%). El subempleo también se redujo, alcanzando una tasa de 46.4% entre abril 2024 y marzo 2025, menor al 48% del año previo. Además, los ingresos de los trabajadores aumentaron 3% en términos reales -es decir ajustados por inflación- en el último año. Sin embargo, según estimaciones del IPE, estos aún se ubican cerca de 4% por debajo de los niveles prepandemia, con lo que los salarios de los peruanos han perdido casi S/70 de capacidad adquisitiva desde el 2019. Frente a este escenario, se requiere un mayor impulso de la inversión privada, principal generador del empleo de calidad y mejores ingresos, así como políticas que promuevan una mayor competitividad laboral.

Perspectivas 2025-2026

Los indicadores adelantados de actividad muestran una desaceleración influenciada por el efecto estadístico de los feriados de Semana Santa. Según el Comité de Operación Económica del Sistema (COES), la demanda de electricidad creció 2.4%, un ritmo similar al del año previo (2.5%); sin embargo, es significativamente menor al registrado en marzo de este año (5.3%). Este menor ritmo de crecimiento está vinculado al consumo de electricidad de los hogares, que pasó de aumentar 7% en marzo a 3.2% en abril; y de las empresas mineras, que bajó de un ritmo de 3.7% a 2.6%. Por su parte, la demanda eléctrica en sectores vinculados a la inversión, que considera empresas cementeras y siderúrgicas, cayó 0.4%, acumulando su cuarto resultado negativo del año. Sin embargo, los días festivos habrían favorecido al sector servicios: en abril, el índice de Big Data de Consumo del BBVA registró un crecimiento de 30.8% en actividades de entretenimiento y de 18.4% en turismo.

Según nuestras proyecciones de marzo, la economía peruana crecería alrededor de 3.1% en 2025, debido al mayor dinamismo de la inversión privada (3.8%) y del consumo privado (3.3%). Para el 2026, el pronóstico es 2%, ante el entorno de incertidumbre electoral que perjudicaría el resultado de la inversión privada (-1.4%). No obstante, estas proyecciones presentan un sesgo a la baja en un contexto de elevada incertidumbre internacional ante la política comercial de Estados Unidos. Este escenario ha resultado en que organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, recorten sus expectativas de crecimiento económico global, lo cual afectaría el desempeño de la economía peruana. En ese contexto, como cada trimestre, el IPE presentará la actualización de sus proyecciones macroeconómicas en junio próximo.

Los Andes mejora rentabilidad y refuerza su posición financiera con aumento de utilidades y capital fresco

La microfinanciera fortalece su apuesta por la pequeña empresa, mejora sus indicadores de calidad de cartera y consolida su eficiencia operativa.

Los Andes continúa consolidando su estrategia de inclusión financiera con crecimiento sostenible. Al cierre del primer trimestre del año, la entidad microfinanciera reportó una utilidad neta de S/ 1.6 millones, que representa un incremento de 45.3% respecto al mismo periodo del año anterior. Este desempeño se vio impulsado por una mejor gestión del riesgo crediticio, una mayor eficiencia operativa, y menores gastos financieros.

En un contexto de recuperación gradual para las pequeñas unidades productivas del país, la entidad elevó su cartera de colocaciones brutas a S/ 631 millones, con un crecimiento interanual de 5.6% y un avance de 3.5% frente al cuarto trimestre de 2024. Para el resto del año, Los Andes proyecta profundizar este dinamismo, especialmente en el ámbito rural.

“Nuestro compromiso está en seguir expandiendo la inclusión financiera en zonas donde los bancos tradicionales no llegan. Ese conocimiento profundo del cliente rural es nuestra principal fortaleza”, sostuvo Jorge Siu, gerente de Administración de Finanzas de Los Andes.

Mejora en la calidad de cartera y solidez patrimonial

Durante este periodo, el índice de morosidad se redujo a 9.2%, una mejora de un punto porcentual respecto al trimestre anterior y de 0.7 puntos frente al mismo trimestre de 2024 de 1.6 puntos frente al mismo periodo de 2024.

El crecimiento de cartera y la menor morosidad ayudaron en incrementar los ingresos financieros en 8% respecto al primer trimestre del año. Este resultado estuvo acompañado por una reducción de 19.7% en los gastos financieros, debido al menor costo en los depósitos a plazo y en la CTS. Además, el ratio de capital global se ubicó en 12.6%, por encima del mínimo regulatorio de 10.0, fortalecido por el ingreso del fondo Acción Digital Transformation Fund en agosto de 2024, con un aporte de capital de S/ 35.4 millones, dándole mayor solidez financiera a Los Andes.

Estrategia digital con rostro humano

Los Andes se encuentra inmersa en un proceso de transformación digital que prioriza la eficiencia interna sin renunciar al acompañamiento cercano a sus clientes. “La tecnología debe facilitar la vida del cliente, no reemplazar el vínculo. Por eso invertimos en herramientas para que nuestros asesores puedan atender directamente en el campo, en la puerta de la casa o del negocio”, precisó Siu.

La entidad viene desarrollando un nuevo aplicativo móvil que permitirá abrir cuentas de ahorro digitales con funcionalidades de billetera electrónica, cuyo lanzamiento está previsto para el segundo semestre del año. Esta solución forma parte de una estrategia más amplia centrada en ampliar la cobertura en zonas rurales, enfrentar barreras estructurales como la dispersión geográfica y la falta de infraestructura, y avanzar en su agenda ASG, que también monitorea activamente el empoderamiento económico de las mujeres.

Con estos avances, Los Andes reafirma su compromiso con el desarrollo del sector MYPE, la inclusión financiera y la transformación digital adaptada al contexto rural peruano.

El comercio global es clave para promover la economía circular

En un contexto de conflictos, imposición de aranceles y crisis climática, el sistema de comercio internacional debe favorecer la difusión de tecnologías, bienes y servicios y servir como plataforma de inclusión y cooperación entre los países.

El comercio global es clave para promover la economía circular

En un contexto de conflictos, imposición de aranceles y crisis climática, el sistema de comercio internacional debe favorecer la difusión de tecnologías, bienes y servicios y servir como plataforma de inclusión y cooperación entre los países.

América Latina y el Caribe, con énfasis en Brasil, centro de una rica biodiversidad y realidades económicas diversas, tienen un alto potencial de crecimiento en la transición circular como región proveedora de recursos naturales y materiales al mercado global. Existen oportunidades para nuevos modelos de negocios sostenibles, basados en la estrategia de rediseñar la producción y el consumo, pero el ritmo del cambio depende de la participación de los sistemas comerciales.

“El mundo se está actualizando y el país puede actuar como proveedor de soluciones, en un escenario que va más allá de las discusiones ambientales, involucrando cuestiones geopolíticas y de competitividad”, afirma Izabella Teixeira, exministra de Medio Ambiente y copresidenta del Panel Internacional de Recursos, durante el Foro Mundial de Economía Circular 2025 (WCEF).

La cuestión del cambio climático está entrelazada con la dinámica geopolítica de un mundo marcado por conflictos y guerras entre países. “Estamos en un proceso disruptivo de reconstrucción del orden internacional, de reescritura de las reglas del juego, mediante las cuales los países reorganizan sus intereses económicos de poder”, afirmó Teixeira, en la inauguración del segundo día del evento (14/5), realizado por el Fondo Finlandés de Innovación (Sitra), Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), Senai-SP, Confederación Nacional de la Industria (CNI) y Senai Nacional, en el Parque Ibirapuera, en São Paulo. La audiencia presencial alcanzó las 1.200 personas.

Nuevas visiones del desarrollo

Según el exministro, este momento de redefinición global se produce no sólo por la escasez de recursos naturales, sino también por la demanda de nuevas visiones de desarrollo, incluidos los patrones de consumo, con la sustitución de combustibles fósiles. “En este tema, la cuestión principal hoy no es quién produce, sino quién consume y quién compra petróleo en el mundo”, expresó Teixeira. Predice impactos significativos en las cadenas productivas y el comercio internacional: “Los mercados se están reinventando”.

Este debate, en el análisis del ex ministro, es global e innovador. “Hablamos del riesgo climático y del costo del dinero en el mundo, porque las soluciones son caras”, señala Teixeira, para quien la decisión estratégica de descarbonizar la economía se reflejará en el comercio nacional, regional e internacional. “También requerirá una visión de convergencia entre las eras del cambio climático, la naturaleza y la tecnología digital”.

Refuerza que la sinergia entre las cuestiones de apropiación de recursos naturales, circularidad e impacto en el comercio es uno de los temas más catalizadores para la transformación –o para perpetuar realidades-. “Debemos jugar de forma estructurada para que todos ganen. En un mundo fragmentado, las piezas se conectarán de maneras innovadoras en torno a intereses comunes convergentes, y no precisamente al consenso”, añade Teixeira.

En la cumbre climática COP 30 de este año en Brasil, sugiere que el país tome una posición en el debate sobre land transition (o transición en el uso de la tierra), no sólo de deforestación. “Debemos encontrar nuevas formas de garantizar la seguridad alimentaria, mineral y energética, con un uso eficiente de los recursos y materias primas, con la naturaleza como gran aliada”.

En el debate sobre quién paga la factura climática por el uso intensivo de energía y recursos naturales, expresa Teixeira, Brasil busca una nueva visión de un modelo de desarrollo sin repetir el patrón del Norte Global, que tiene buenos indicadores sociales, pero consume 10 veces más recursos naturales que los países de bajos ingresos.

Contribución del comercio internacional

Según Tatiana Prazeres, secretaria de Comercio Exterior del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio (MDIC), alinear el comercio global con el compromiso con el desarrollo sostenible es un gran desafío. Según ella, el sistema de comercio internacional puede servir para apoyar y acelerar la transición hacia modelos de negocio más sostenibles, pero es necesario considerar dos pilares. El primero es fomentar la difusión de tecnologías, bienes y servicios que contribuyan a este objetivo. El segundo es servir como plataforma de inclusión y cooperación entre países, para que la transición sea justa.

Recuerda, sin embargo, que la Organización Mundial del Comercio (OMC), creada en 1995, después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río 92), tiene acuerdos en varios segmentos, pero no relacionados con el comercio y el medio ambiente. “Si la OMC quiere ser relevante en este sentido, es muy importante hacer un esfuerzo teniendo en cuenta los pilares de la difusión tecnológica y la transición justa e inclusiva”, refuerza Prazeres.

Hay un grupo de países, incluido Brasil, que quieren avanzar en las reglas comerciales sobre este tema. Según ella, en el ámbito del G20, el año pasado, la presidencia brasileña influyó en la adopción de un documento de consenso –Principios del G20 sobre Comercio y Desarrollo Sostenible– que constituye una contribución a una nueva gobernanza global sobre el tema.

“El comercio puede fomentar los objetivos de circularidad, con criterios de equidad, porque son más costosos que los lineales”, explica Emmanuel Chaponnière, responsable de la división de economía circular y desarrollo sostenible del Banco Europeo de Inversiones (BEI). La organización ha desarrollado estándares de circularidad en el continente, con repercusiones en otras regiones del mundo. La mayoría de las cadenas de suministro son globales y susceptibles de ser reforzadas con reglas que terminan influyendo en el desarrollo inclusivo y sostenible en los países de origen, como explica Chaponnière.

Leonardo Lahud, especialista en comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), advierte que “la productividad en América Latina y el Caribe se ha estancado en los últimos años, con desafíos relacionados con el capital humano, la deuda y la infraestructura”. La integración entre los países latinoamericanos representa sólo el 15% del comercio total de la región, mientras que en Asia la tasa es del 55% y en Europa, del 68%.

En América Latina, el 40% de las exportaciones son bienes intermedios, es decir, bienes necesarios para la producción de otros bienes. “En tiempos de guerra comercial, la tendencia al reshoring (transferencia de actividades productivas de regreso al país de origen de la empresa) puede ser una fuerza catalizadora, un activo importante para la integración regional como medio para lograr resiliencia y sostenibilidad”, analiza Lahud.

África adoptó recientemente la zona de libre comercio continental, una oportunidad para una mayor interacción entre los países africanos, con el potencial de crear un nuevo mercado por un valor de 3,4 billones de dólares. “Hoy en día, las barreras comerciales afectan significativamente el comercio del continente, elevando los costos, y eliminarlas es el desafío más urgente”, señala Al-Hamndou Dorsouma, director del African Development Bank.

El objetivo actual es aumentar el intercambio comercial entre países del 15% al 45% del mercado externo total del continente antes del 2045. “Pero en la economía circular, necesitamos armonizar estándares, porque tenemos 54 países con diferentes reglas en el continente”, señala Dorsouma.

El poder del consumidor

Para Rafael Cervone, presidente del Centro de Industrias del Estado de São Paulo (Ciesp) y vicepresidente de Fiesp, es necesario “tener un nivel de competencia global, con regulaciones muy bien diseñadas”. Según él, cuando se habla de competitividad hay que tener presente el concepto de economía circular y su relación intrínseca con el desempeño ambiental del producto.

La forma en que se obtienen las materias primas, la energía utilizada en el proceso, los insumos de producción, el embalaje y la eliminación de residuos, todo esto, expresa Cervone, cuenta una historia, una narrativa que necesita llegar a nuevos consumidores.

“Nadie mejor que el consumidor para imponer la solución de circularidad, porque necesitamos lograr escala y tener costos competitivos”, señala. “Pero de nada sirve hablar de ‘consumo consciente’ sin resolver cuestiones como la compra de productos piratas y de contrabando que no pagan impuestos”, advierte.

Iniciativas circulares más competitivas

La pregunta clave es cómo rediseñar las estructuras y vías económicas para que las iniciativas circulares sean competitivas. “Necesitamos eliminar las barreras no arancelarias a los productos secundarios no contaminantes, como ya lo hace India, además de crear incentivos fiscales para la industria del reciclaje, siguiendo el ejemplo de Colombia”, enfatiza Pavan Sukhdev, CEO de GIST Impact.
Liisa Folkersma, asesor finlandés de la OMT, recuerda que el tema de la economía circular llegó a la organización en 2018, propuesto por iniciativa de Finlandia. “Es un tiempo muy corto en el contexto del comercio internacional”, afirma. En su opinión, es el momento adecuado para construir una base de conocimientos que reúna a 166 países mediante diálogos voluntarios que podrían llegar a ser vinculantes en el futuro.