Con una inversión de US$3.360 millones, el nuevo Anillo Vial Periférico promete revolucionar la movilidad y fortalecer la logística en la capital peruana.
La conectividad vial vuelve a ser protagonista en el desarrollo urbano de América Latina. Esta vez, Perú confirmó el inicio de uno de sus proyectos más ambiciosos: la construcción del Anillo Vial Periférico entre Lima y Callao, una obra que demandará más de US$3.360 millones y beneficiará a más de 4,5 millones de personas.
Con 34,8 kilómetros de extensión, este megaproyecto conectará zonas clave de la capital peruana, incluyendo 2.017 colegios, 67 centros de salud, la Panamericana Norte, la Panamericana Sur y la Carretera Central. Según proyecciones oficiales, los tiempos de viaje en varios trayectos se reducirán hasta en un 75%. Por ejemplo, viajar de Ate a Independencia pasará de una hora a solo 15 minutos, y de Ate a San Juan de Lurigancho, a apenas 10 minutos.
Además de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, el proyecto impulsará el transporte de mercancías hacia polos estratégicos como el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y el puerto del Callao. El impacto económico será considerable, gracias a la reducción de costos logísticos.
La obra se ejecutará en tres tramos (8,7 km, 15,1 km y 11 km), contará con tres vías de alta velocidad por sentido, peajes y carriles libres de costo. La concesión tendrá una duración de 30 años y se estima que generará más de 70.000 empleos directos e indirectos durante su desarrollo y operación.
