México avanza en reciclaje y convierte el plástico en oportunidad

En el marco del Día Mundial del Reciclaje, México reafirma su compromiso con el cuidado del medio ambiente y celebra los avances que ha logrado en materia de reciclaje de plásticos, destacando su papel como líder en América Latina en la recuperación de PET, con una tasa superior al 56%, según datos de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC).

Esta fecha representa una valiosa oportunidad para reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y, sobre todo, para reconocer que los residuos plásticos pueden ser transformados en recursos valiosos si se les gestiona adecuadamente.

“La clave está en cambiar la narrativa: el plástico no es el enemigo, el problema radica en lo que hacemos con él después de usarlo. Si apostamos por una correcta separación, recolección y transformación, podemos convertir al reciclaje en una herramienta poderosa para generar empleos, impulsar la economía y cuidar el medio ambiente”, afirmó Jorge Chahin, presidente de la Organización en Favor de la Economía Circular (OFEC).

Actualmente, los plásticos representan solo alrededor del 10% del total de residuos generados diariamente en la Ciudad de México. El resto son materiales como papel, cartón, aluminio, vidrio, acero, desechos orgánicos, entre otros. Esta realidad pone en evidencia la importancia de impulsar una visión integral de la gestión de residuos, en la que cada material tenga un destino adecuado y aprovechable.

La OFEC, comprometida con este objetivo, colabora con instituciones académicas de alto prestigio como la UNAM, el IPN y CIBRUC, donde han desarrollado estudios sobre el análisis del ciclo de vida de los materiales. Estos estudios buscan demostrar científicamente los beneficios del plástico cuando se incorpora correctamente a un modelo de economía circular.

Este 17 de mayo, el llamado es claro: reciclar no es una moda, es una necesidad. México tiene aún desafíos por delante, pero también ha demostrado que cuenta con la voluntad, el talento y las herramientas para construir un modelo de desarrollo más justo, incluyente y sostenible.

Con acciones concretas, educación ambiental y colaboración entre sectores, es posible transformar un problema en una gran oportunidad para el país y el planeta.