Los mercados estarán atentos a los próximos datos económicos.
La política arancelaria del presidente Donald Trump enfrenta su mayor prueba en la Corte Suprema de Estados Unidos. Tras imponer aranceles de hasta un 50% a países como China y México sin respaldo legal, varios tribunales han rechazado sus medidas. Ahora, el mandatario tiene plazo hasta octubre para apelar ante la máxima instancia judicial, en un proceso que podría extenderse hasta inicios de 2026 y que mantiene en vilo tanto a empresas como a asociaciones comerciales de todo el país.
“En paralelo, Bitcoin continúa en una tendencia bajista luego de alcanzar máximos históricos en agosto, cotizando en torno a los 109.000 dólares. El retroceso estaría influenciado por la venta masiva de “ballenas”, grandes tenedores que aprovechan los precios altos para asegurar ganancias. Sin embargo, los analistas señalan que un eventual recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre podría reactivar el apetito de los inversionistas por los activos de riesgo y dar un nuevo impulso a la criptomoneda” agregó agregó Jose Pedro Juani, Product Owner Internacional de Capitaria.
El oro, por su parte, se acerca a la zona de sus máximos históricos, bordeando los 3.500 dólares por onza. El metal precioso se beneficia de las expectativas de recortes de tasas en Estados Unidos, lo que reduce el costo de oportunidad de mantener este tipo de activos y fortalece su rol como refugio ante la incertidumbre económica. Bancos internacionales incluso proyectan que su precio podría superar los 4.000 dólares hacia 2026.
“En América Latina, la cotización del dólar frente al peso chileno (USD/CLP) se ha mantenido estable, con leves bajas debido al feriado en Estados Unidos y la debilidad global del billete verde. Los mercados estarán atentos a los próximos datos económicos, especialmente los vinculados al mercado laboral estadounidense, que podrían marcar la pauta para las divisas regionales en los próximos días”, precisó Juani.
Finalmente, el cobre mostró un comportamiento alcista en agosto, cerrando con un incremento cercano al 1,7% y cotizando en torno a los 4,45 dólares la libra. La sólida demanda de China y el impulso de la transición energética han sostenido el precio, aunque persisten riesgos asociados a la debilidad del sector inmobiliario chino y a las tensiones comerciales internacionales.
