Mercados en alerta ante la FED

Los mercados internacionales reaccionan con volatilidad tras el nuevo recorte de tasas de la Reserva Federal, en un contexto marcado por señales mixtas en Estados Unidos, Europa y Asia, así como por declaraciones políticas y corporativas que añaden presión e incertidumbre al escenario económico global.

En una jornada marcada por la volatilidad y la atención de los mercados globales, los datos macroeconómicos, las decisiones de política monetaria y las declaraciones de líderes empresariales y políticos han configurado un panorama complejo que refleja tanto las tensiones como las oportunidades que enfrenta la economía mundial. El análisis de las cifras y noticias provenientes de Estados Unidos, el sector corporativo, Europa y Asia permite comprender la dinámica actual y proyectar escenarios futuros con mayor claridad.

En Estados Unidos, la Reserva Federal decidió recortar nuevamente las tasas de interés en 25 puntos básicos, llevándolas al 3,75%, en línea con las expectativas del mercado. Este ajuste representa la tercera reducción consecutiva y se acompaña de proyecciones que mantienen un recorte adicional en 2026. Los rendimientos de los bonos del Tesoro descendieron tras el anuncio, mientras que el dólar y los rendimientos de los bonos se debilitaron, favoreciendo el repunte del S&P 500. El balance presupuestario federal mostró un déficit de 173.000 millones de dólares, ligeramente mejor que el pronóstico de 175.000 millones, aunque inferior al déficit previo de 284.000 millones. En paralelo, el índice de costos laborales se ubicó en 0,8%, por debajo del 0,9% esperado, reflejando cierta moderación en las presiones salariales. Las solicitudes de hipotecas aumentaron 4,8%, mientras que la tasa hipotecaria a 30 años se situó en 6,33%, apenas por encima del 6,32% anterior. El comercio exterior registró un déficit de 63.000 millones de dólares, ampliándose respecto al mes previo de 59.600 millones. Las proyecciones de la Fed para los próximos tres años sitúan la tasa en 3,125%, con un pronóstico de 3,375% para el próximo año y 3,125% para los dos siguientes, mientras que la tasa de largo plazo se mantiene en 3%. El presidente de la Fed, Jerome Powell, en su conferencia posterior, señaló que la posibilidad de que el mercado laboral se tensione y genere inflación es poco probable, aunque advirtió sobre el riesgo de que la inflación derivada de los aranceles pueda resultar más persistente. Powell también reconoció la existencia de un “shock positivo de productividad” en la economía. En el ámbito político, el presidente Donald Trump participó en una mesa redonda y posteriormente en encuentros con pastores, destacando que el recorte de tasas podría haber sido mayor y que la economía estadounidense debería ser capaz de crecer entre 20% y 25% del PIB, cifras que reflejan un optimismo extremo. Trump también enfatizó que la construcción de plantas podrá aprobarse en cuestión de semanas y que el mercado debería continuar al alza con resultados sólidos. En sus declaraciones, mencionó que Suiza ahora paga una cantidad “justa” tras haber pagado casi nada anteriormente, y que Estados Unidos puede lograr un crecimiento superior al 3% o 4% del PIB. Asimismo, sostuvo conversaciones con senadores sobre regulaciones de inteligencia artificial, subrayando la relevancia del sector tecnológico en la agenda política.

En el sector corporativo, varias compañías destacaron con anuncios relevantes. IBM solicitó al presidente Trump reducir controles sobre ciertos países, reflejando la presión de las multinacionales por flexibilizar regulaciones. Chevron aseguró que sus operaciones no se ven afectadas por la incautación de un petrolero estadounidense frente a las costas de Venezuela, lo que fortaleció al WTI. Dell informó sobre una reunión positiva con el Secretario de Energía de Estados Unidos, reforzando su posicionamiento en el sector tecnológico y energético. Bank of America, a través de su CEO Brian Moynihan, afirmó no observar señales de estrés en los consumidores y destacó un crecimiento del 4% interanual en la banca de inversión. Estos comentarios corporativos se insertan en un contexto de expectativas moderadas de crecimiento y ajustes en las políticas monetarias.

En Europa, los datos macroeconómicos reflejaron contrastes significativos. En Italia, la producción industrial cayó 1% mensual, tras un fuerte repunte de 2,8% en el mes anterior. En el Reino Unido, la producción manufacturera mostró un crecimiento de 1,1% mensual, aunque en términos interanuales se contrajo 2,2%. La producción industrial británica cayó 1,2% anual, aunque repuntó 1% mensual. El comercio de bienes registró un déficit de 19.100 millones de libras, ampliándose respecto al mes previo de 18.880 millones. El sector de la construcción se contrajo 0,1%, mientras que los servicios se mantuvieron estables. El índice RICS de vivienda se situó en -21, empeorando respecto al -19 anterior, reflejando debilidad en el mercado inmobiliario. En Alemania, el índice armonizado de precios al consumidor (HICP) se mantuvo en 2,6% interanual y cayó 0,2% mensual, confirmando la estabilidad de la inflación. Francia reportó una inflación de 0,9% interanual y una caída de 0,1% mensual, mientras que España registró una inflación subyacente de 2,5%. En Suecia, la tasa de desempleo ajustada estacionalmente se ubicó en 8,8%, mejorando frente al 9,3% previo, mientras que la inflación se mantuvo en 0,3% interanual y cayó 0,4% mensual. En Suiza, el Banco Nacional Suizo mantuvo su tasa de interés en 0%, confirmando su política monetaria expansiva. En Turquía, la tasa repo semanal se mantuvo en 38,5%, reflejando la persistencia de una política monetaria restrictiva frente a la elevada inflación. En el ámbito político europeo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, realizaron intervenciones públicas, reforzando la importancia de la comunicación en un contexto de ajustes monetarios.

En Asia, los datos también mostraron un panorama mixto. En Japón, la inversión extranjera en acciones alcanzó 655.600 millones de yenes, mientras que la inversión en bonos fue de 1,063,7 billones de yenes. La inversión extranjera en bonos japoneses cayó 771.300 millones, mientras que la inversión extranjera en acciones japonesas se redujo en 96.600 millones. El índice de encuesta empresarial se situó en 3,8%, reflejando cierta mejora en la confianza. La tasa de desempleo en Australia se mantuvo en 4,4%, con un cambio en el empleo de 20.000 puestos y una tasa de participación de 67%. El empleo a tiempo completo aumentó en 55.300 puestos, mientras que el empleo total se redujo en 42.200. En Corea del Sur, los precios de importación se mantuvieron estables, mientras que los precios de exportación crecieron 4,8%. En Nueva Zelanda, las ventas manufactureras cayeron 2,9%, mientras que el PMI manufacturero se situó en 51,4, mostrando una ligera expansión. En China, los datos de comercio exterior y precios aún generan incertidumbre, mientras que en India se observa un entorno de estabilidad relativa. En el ámbito corporativo asiático, se esperan resultados de Broadcom y Costco, que podrían marcar la pauta en el sector tecnológico y de consumo.

El panorama de los mercados refleja una combinación de políticas monetarias expansivas en Europa y Asia, junto con ajustes moderados en Estados Unidos. La reducción de tasas por parte de la Fed busca estimular la economía, aunque persisten riesgos inflacionarios derivados de los aranceles y la dinámica del mercado laboral. Las declaraciones de Trump, con expectativas de crecimiento desmesuradas, contrastan con las proyecciones más prudentes de la Fed. En el sector corporativo, las empresas muestran resiliencia y confianza, aunque advierten sobre la necesidad de ajustes regulatorios y estabilidad geopolítica. Europa enfrenta un entorno de crecimiento débil, con inflación contenida y desequilibrios en el comercio exterior, mientras que Asia refleja un panorama mixto, con Japón y Australia mostrando señales de estabilidad y Nueva Zelanda evidenciando debilidad en su sector manufacturero. De cara al futuro, los mercados podrían experimentar mayor volatilidad, con escenarios de recuperación moderada en Estados Unidos, persistencia de políticas expansivas en Europa y ajustes estructurales en Asia. La clave estará en la capacidad de los bancos centrales para equilibrar crecimiento e inflación, y en la resiliencia del sector corporativo frente a un entorno global desafiante.

Felipe Mendoza, CEO IMB Capital Quants