En un año marcado por la demanda de minerales estratégicos, nuevos yacimientos de cobre, litio, oro, plata y hierro están reconfigurando la economía minera mundial.
Mientras la demanda global de minerales estratégicos sigue en auge, 2025 ha traído descubrimientos mineros que prometen cambiar el panorama geoeconómico. Desde América del Sur hasta Asia y Oceanía, grandes yacimientos de cobre, litio, oro, plata y hierro han sido confirmados, atrayendo la atención de inversores y gobiernos.
En la frontera entre San Juan (Argentina) y Atacama (Chile), los proyectos Filo del Sol y Josemaría, impulsados por Lundin Mining y BHP, concentran más de 12,8 millones de toneladas de cobre medido, junto a 25,1 millones de toneladas inferidas. Además, estos yacimientos contienen 32,2 millones de onzas de oro y 659 millones de onzas de plata medidas, ubicándolos entre los diez depósitos más importantes del mundo.
En China, el Instituto Provincial de Geología de Hunan confirmó que el yacimiento de oro Wangu alberga unas 1.000 toneladas del preciado metal, con un valor estimado de US$83.000 millones. Este hallazgo refuerza el liderazgo chino en la producción de oro global.
Por su parte, en Australia Occidental, investigadores han identificado el mayor yacimiento de hierro del planeta, con aproximadamente 55.000 millones de toneladas en la provincia de Hamersley. Además de su impacto económico, el descubrimiento ofrece nuevas pistas sobre los procesos geológicos de hace 1.400 millones de años.
Estos hallazgos no solo abren nuevas oportunidades de desarrollo económico, sino que también plantean desafíos ambientales, sociales y geopolíticos en los territorios que los albergan. La carrera por los recursos del subsuelo está lejos de desacelerarse.
