PROINVERSIÓN identifica un alto potencial para ejecutar proyectos bajo el esquema de Obras por Impuestos, pero la región aún tiene un bajo nivel de aprovechamiento.
La región Junín cuenta con un potencial de más de S/ 2,100 millones para financiar proyectos mediante el mecanismo de Obras por Impuestos (OxI), una herramienta que permite a entidades públicas ejecutar infraestructura sin usar directamente recursos fiscales, gracias a la participación del sector privado. Según PROINVERSIÓN, esta cifra posiciona a Junín como una de las regiones con mayor capacidad para dinamizar inversiones descentralizadas en el país.
Del total disponible, S/ 1,670 millones corresponden al Gobierno Regional, S/ 410 millones a gobiernos locales y S/ 30 millones a universidades públicas. En la provincia de Huancayo, distritos como El Tambo, Chilca y Pilcomayo cuentan con montos habilitados que superan los S/ 20 millones en conjunto. Sin embargo, la ejecución efectiva sigue siendo baja: desde 2009, Junín ha adjudicado apenas 18 proyectos bajo este esquema, por un total de S/ 148 millones.
En lo que va del 2025, solo se han concretado dos adjudicaciones: una para fortalecer la seguridad ciudadana en Pangoa (S/ 10 millones) y otra para reponer 12 ambulancias en cinco establecimientos de salud (S/ 11 millones). Para el segundo semestre se prevén cuatro nuevas adjudicaciones por S/ 28 millones adicionales, incluyendo obras de agua potable, saneamiento, cultura y limpieza pública.
El modelo OxI permite reducir riesgos de corrupción, acelerar la ejecución y asegurar calidad, ya que las obras son financiadas por empresas privadas a cambio de un beneficio tributario, y supervisadas por la Contraloría General de la República. “Es una herramienta eficiente que debe ser mejor aprovechada por las autoridades”, enfatizó Denisse Miralles, directora de Inversiones Descentralizadas de PROINVERSIÓN.
Actualmente, los sectores con mayor acumulado en inversión vía OxI en Junín son transporte (S/ 45 millones) y educación (S/ 21 millones). A pesar del bajo uso histórico, el alto potencial actual representa una oportunidad clave para cerrar brechas de infraestructura básica, especialmente en regiones con limitaciones presupuestarias.






