Las fintech en Latinoamérica enfrentan nuevos desafíos regulatorios y geopolíticos que exigen tecnología avanzada y procesos más dinámicos para cumplir con sanciones internacionales, según un informe de Lynx Tech y FINTRAIL.
Las sanciones internacionales han dejado de ser una herramienta diplomática secundaria para convertirse en instrumentos clave de política exterior. Este giro obliga al sector financiero, y en particular a las fintech, a adoptar una postura más ágil, preventiva y tecnológicamente avanzada frente al cumplimiento normativo y la geopolítica.
Lynx Tech, empresa líder en tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML), explica por qué las fintechs en la región deben prepararse y adaptarse con tecnología inteligente para enfrentar los nuevos riesgos de cumplimiento.
El crecimiento acelerado de las fintech en América Latina ha mejorado el acceso a servicios financieros, especialmente en poblaciones excluidas. Sin embargo, esta expansión exige sistemas de cumplimiento más sólidos. Según el informe “Keeping pace with geopolitics and sanctions” de Lynx y FINTRAIL, los métodos tradicionales de control resultan insuficientes ante riesgos y cambios geopolíticos o jurisdicciones sancionadas. El documento propone reemplazar la supervisión reactiva por un enfoque proactivo que integre inteligencia, análisis dinámico de riesgos y monitoreo en tiempo real.
Según Alyssa Iyer, directora de producto para prevención de lavado de dinero (AML) en Lynx Tech, “hoy no basta con hacer un chequeo de sanciones al inicio de la relación con el cliente. Las fintechs deben ser capaces de mantener controles dinámicos, eficientes y escalables, sin importar el número de designaciones que se sumen o cambien cada semana. Esa capacidad es lo que les permite generar confianza con sus socios bancarios, proteger sus operaciones y, sobre todo, seguir creciendo en un entorno global cada vez más incierto”.
El caso de Venezuela ilustra cómo los cambios geopolíticos impactan directamente el cumplimiento normativo. Entre 2023 y 2024, la relación entre Estados Unidos y Venezuela fluctuó entre alivios temporales y nuevas sanciones, según el comportamiento del régimen. Este entorno volátil ha obligado a las instituciones financieras a adaptarse con rapidez. En 2025, las sanciones coordinadas por EE.UU., la Unión Europea, Canadá y Reino Unido contra altos funcionarios venezolanos marcaron un punto de inflexión para las empresas con vínculos operativos o comerciales con ese país.
Ante este panorama, las fintech latinoamericanas pueden fortalecer su capacidad de respuesta sin sacrificar agilidad si adoptan buenas prácticas como:
- Invertir en soluciones tecnológicas escalablesque permitan gestionar listas de sanciones múltiples y en constante cambio.
- Integrar sistemas de monitoreo automatizado y en tiempo realpara detectar exposiciones de forma temprana.
- Adoptar un enfoque basado en riesgosque tenga en cuenta las relaciones comerciales, jurisdicciones y naturaleza de los servicios.
- Educar a los equipos internossobre nuevas regulaciones y posibles implicaciones geopolíticas.
- Asegurar la trazabilidad y auditoría de las decisiones de cumplimiento, especialmente en casos sensibles o complejos.
- Evaluar continuamente los proveedores tecnológicos y sus capacidadespara adaptarse a un panorama cambiante.
“En Lynx colaboramos con fintechs que, a pesar de tener equipos de cumplimiento reducidos, enfrentan riesgos similares a los de grandes bancos. Por eso desarrollamos soluciones que combinan screening en tiempo real con detección inteligente de riesgos, sin frenar las operaciones legítimas. No ofrecemos solo tecnología: brindamos una forma de convertir el cumplimiento en una palanca para el crecimiento, más ágil, seguro y preparado para un entorno regulatorio en constante transformación”, concluye Alyssa Iyer, directora de producto para prevención de lavado de dinero (AML) en Lynx Tech.
Hoy, el cumplimiento ha dejado de ser una carga operativa para convertirse en una ventaja competitiva. En un escenario donde las sanciones cambian de forma impredecible, las fintech capaces de anticiparse, adaptarse y reaccionar con precisión marcarán el rumbo del crecimiento financiero en Latinoamérica.