Con una inversión de casi 19 millones de dólares, el buque pesquero Stella Maris I se transforma en un modelo de eficiencia, sostenibilidad e innovación para el sector naval y pesquero argentino.
En Mar del Plata, epicentro de la industria pesquera y naval argentina, se concretó un proyecto que marca un hito en la modernización de la flota: la renovación integral del buque congelador Stella Maris I, perteneciente al Grupo Moscuzza.
Construido en 1988 en Huelva (España), el barco fue sometido a un proceso de repotenciación tecnológica y estructural en los astilleros de SPI, donde se modernizó su sistema de propulsión, se incorporó un motor Yanmar de nueva generación con inyección de hidrógeno y se reemplazó más del 90% del equipamiento auxiliar.
Una inversión estratégica de alto impacto
Según el Ing. Gabriel Vic, gerente técnico del Grupo Moscuzza, la obra supuso una inversión de 18,9 millones de dólares, más de 350.000 horas-hombre y la utilización de 280 toneladas de acero naval. Todo el desarrollo de ingeniería se realizó con mano de obra nacional, impulsando la industria local y generando empleo directo e indirecto.
Innovación y sostenibilidad
El Stella Maris I se convierte en el primer buque del puerto de Mar del Plata en incorporar un sistema de inyección de hidrógeno, que permite mejorar la eficiencia energética en un 5% y reducir emisiones contaminantes, en línea con los convenios internacionales MARPOL y SOLAS.
Además, se renovaron sus bodegas, sistemas de procesamiento, cintas transportadoras de acero inoxidable, instalaciones eléctricas y de habitabilidad, lo que lo convierte en una unidad con estándares equivalentes a los de una nueva construcción.
Proyección internacional de la pesca argentina
El proyecto refleja la estrategia del Grupo Moscuzza de reinvertir en tecnología, sostenibilidad y calidad, reforzando el liderazgo argentino en la exportación de productos pesqueros hacia más de 70 países.
“Este proyecto no solo moderniza un barco, sino que demuestra un compromiso con el futuro de la pesca nacional y la generación de empleo de calidad”, sostuvo Vic.
Con esta modernización, el Stella Maris I se posiciona como un símbolo de innovación y competitividad, proyectando a la pesca argentina hacia un escenario global más sostenible, eficiente y rentable.
