Incremento de conflictos sociales por concesiones mineras

Cajamarca sufre una crisis de escasez de agua sin precedentes.

En el Perú, la concesión de tierras para la minería ha alcanzado niveles alarmantes, con casi 20 millones de hectáreas del territorio nacional destinadas a esta actividad, de acuerdos a datos presentados por CooperAcción en su 35º Observatorio de Conflictos Mineros. Esto ha generado un aumento en los conflictos sociales, especialmente en regiones como Moquegua, La Libertad y Áncash, donde más de la mitad del territorio está concesionado para la minería.

José de Echave, investigador de CooperAcción, mencionó que la minería ilegal está avanzando rápidamente, disputando territorios a la minería formal y exacerbando los conflictos sociales. Este tipo de minería no solo ocupa cada vez más territorio, sino que también pone de manifiesto el problema de la concentración de tierras en manos de un reducido número de empresas.

Un ejemplo de ello es la situación de la concesión minera en la Montaña de Siete Colores en Cusco, un destino turístico de renombre mundial. En el distrito de Lancones en Piura, el 60% del reservorio de Poechos, crucial en la actual crisis hídrica del norte del país, está concesionado para minería.

Esa problemática dio inicio en durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, cuando se afirmó que había más oro que en Yanacocha. El titular de estas concesiones es Juan Carlos Ramírez, miembro del Parlamento Andino y exviceministro de Minas durante el gobierno de Alberto Fujimori.

La política de concesiones mineras en el Perú ha sido criticada por permitir el acaparamiento y la especulación en el mercado de asignación de tierras, lo que ha sido identificado como una de las principales causas de los conflictos sociales en el país. CooperAcción sostiene que esta situación requiere una revisión urgente para evitar que los conflictos se intensifiquen y para asegurar una distribución más equitativa de los recursos y beneficios mineros.

Otro de los grandes problemas esta en Cajamarca, el cual se enfrenta a una crisis de escasez de agua sin precedentes, según los resultados del 35 Observatorio de Conflictos Mineros del Perú. Una situación que se ha agravado en el segundo semestre 2024, obligando a la población a depender de camiones cisterna para su abastecimiento diario. Este fenómeno se atribuye tanto al cambio climático como a la temporada de estiaje, pero también se sospecha que la actividad minera de oro, especialmente la de la mina Yanacocha, está contribuyendo significativamente a la disminución de los recursos hídricos.

Mirtha Vásquez, abogada y directora de Grufides, señaló sobre la necesidad de realizar un estudio detallado para entender mejor las causas de esta escasez. Vásquez señaló que la ubicación de Yanacocha en la cabecera de cuenca podría estar afectando el suministro de agua en la región.

La empresa minera ha propuesto la construcción de pozos artificiales como solución para los habitantes, pero estos proyectos se financian a través del mecanismo de Obras por Impuestos (OXI), lo que significa que la empresa deja de pagar impuestos al Estado a cambio de realizar estas obras, tal y como lo mencionó Vásquez.