Incertidumbre global, la economía en terreno inestable

Desde el ámbito político y fiscal, la administración Trump continúa consolidando su agenda para el «Día de los Caídos», con respaldo firme en la Cámara de Representantes.

Los mercados financieros globales enfrentan una jornada marcada por profundas tensiones comerciales, reacomodos geopolíticos, incertidumbre monetaria y señales divergentes desde el frente económico real, particularmente en Estados Unidos y Europa. Con un panorama internacional dominado por la política arancelaria de la administración Trump, la expectativa sobre decisiones de la Reserva Federal, y un inminente endurecimiento del proteccionismo, los inversionistas operan entre la cautela táctica y la búsqueda de claridad en el mediano plazo.

En Estados Unidos, el centro de atención se posiciona sobre la próxima reunión de política monetaria de la Reserva Federal, que inicia este martes y cuya decisión se espera el miércoles. Las probabilidades de un recorte de tasas son marginales, apenas del 2,7% según la herramienta FedWatch del Grupo CME, lo que indica consenso sobre una postura expectante por parte del presidente Jerome Powell. La reciente desaceleración en el ritmo del ajuste cuantitativo refuerza esta visión, con analistas como Erik Weisman de MFS Investment Management subrayando que el entorno actual, especialmente influenciado por la volatilidad en la política arancelaria, no justificaría un movimiento adicional por parte de la Fed.

En cuanto a los indicadores macroeconómicos, el sector servicios mostró una moderada desaceleración. El índice ISM no manufacturero de abril cayó a 53,7 desde el 55,9 anterior, mientras que el componente de empleo descendió a 49,0, reflejando contracción, aunque el subíndice de nuevos pedidos repuntó hasta 52,3. El índice de precios dentro del mismo reporte ascendió a 65,1, evidenciando presiones inflacionarias latentes. En paralelo, el PMI compuesto de S&P Global se ubicó en 50,6, por debajo del 51,2 previsto, y el índice de tendencias del empleo cayó a 107,57 desde 109,03, anticipando un enfriamiento en la dinámica laboral.

Desde el ámbito político y fiscal, la administración Trump continúa consolidando su agenda para el «Día de los Caídos», con respaldo firme en la Cámara de Representantes. El secretario del Tesoro, Bessent, ha delineado una estrategia de largo plazo basada en desregulación bancaria centrada en entidades comunitarias y regionales, combinada con una ofensiva fiscal que restablecerá la deducción total del 100% en gastos de equipos, expansión fabril, investigación e innovación, junto con la permanencia de los recortes tributarios de 2017. Bessent sostuvo que EE. UU. es “el mejor lugar para invertir”, proyectando un crecimiento del PIB al 3% para el próximo año, y reiteró que eliminar el riesgo crediticio del gobierno federal contribuiría a tasas de interés más bajas.

La tensión comercial se intensifica. Trump anunció un arancel del 100% a las películas extranjeras, citando motivos de seguridad nacional, en tanto que rechazó la solicitud de Japón para una exención total de los aranceles recíprocos, ofreciendo solamente una reducción parcial del impuesto del 14%. En contraste, India propuso aranceles cero para piezas automotrices, acero y productos farmacéuticos estadounidenses en condiciones recíprocas, mientras Malasia informó avances en las negociaciones con Washington, que podrían derivar en recortes arancelarios. El gobierno de EE. UU. también explora otras medidas para respaldar su industria cinematográfica, según confirmó un portavoz de la Casa Blanca.

China respondió con firmeza. El Ministerio de Comercio chino comunicó que se evalúa la disposición de EE. UU. para iniciar negociaciones comerciales, condicionadas a la eliminación de todos los aranceles unilaterales. La posición fue reforzada por el gobernador Pan del Banco Popular de China, quien instó a una unidad regional frente al impacto proteccionista estadounidense. Al mismo tiempo, se anunció que el miércoles se celebrará una sesión informativa financiera por parte de funcionarios y el banco central chino, en un esfuerzo por estabilizar su mercado.

En cuanto al comportamiento de los traders sistemáticos, los modelos de Bank of America sugieren que los CTA (Commodity Trading Advisors) están comenzando a cubrir posiciones cortas en el NASDAQ-100 y el Russell 2000, y manteniendo exposiciones cortas menores en el S&P 500. Se espera que estos actores compren acciones estadounidenses en todos los escenarios durante la próxima semana, según Goldman Sachs. Wells Fargo elevó su proyección del S&P 500 a 7.007 puntos para fin de año, en línea con un entorno de impulso estructural hacia activos de riesgo.

Desde el ámbito internacional, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, reconoció la resiliencia de la economía mundial frente a disrupciones persistentes, pero advirtió de turbulencias en el tránsito hacia un nuevo equilibrio comercial global. Señaló que EE. UU. deberá lidiar con inflación estructural, mientras China enfrentará riesgos de deflación por el entorno arancelario. También resaltó el papel estabilizador del Tesoro estadounidense en calmar los temores de los mercados ante las tensiones proteccionistas.

En el plano geopolítico, el presidente Trump insistió en que tanto Rusia como Ucrania desean resolver el conflicto, en un contexto donde los precios del petróleo, según el Kremlin, no alterarán los principios estratégicos de Moscú. Trump también reportó una conversación positiva con el presidente turco Erdogan, con quien espera avanzar hacia la resolución del conflicto en Ucrania. No obstante, Israel incrementó las tensiones regionales al anunciar una operación militar intensiva en Gaza.

Mientras tanto, en Europa, las tensiones políticas se combinaron con desafíos económicos. Friedrich Merz no logró ser elegido canciller alemán en la primera ronda de votación parlamentaria, lo que impactó al índice DAX que cayó ante la incertidumbre institucional. A pesar de la posibilidad legal de una segunda votación inmediata si dos tercios del Bundestag lo permiten, los líderes del bloque CDU/CSU y SPD aún buscan destrabar el proceso. En paralelo, el índice de precios al productor de la zona euro cayó un 1,6% mensual y un 1,9% anual en marzo, reflejando debilidad en la demanda industrial.

En el frente comercial, el comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, propuso aranceles cero para bienes industriales, pero advirtió que hasta 170.000 millones de euros en exportaciones estadounidenses podrían verse afectados si no se logran acuerdos. La UE prepara aranceles por 100.000 millones de euros contra EE. UU. si fracasan las negociaciones actuales, con sectores como el automotriz (Ford advirtió un impacto de $1.500 millones), farmacéutico, materias primas y semiconductores bajo presión directa. China, en respuesta, reiteró su voluntad de cooperar con la UE para contrarrestar el unilateralismo, mientras Xi Jinping instó a una mayor apertura y cooperación comercial.

En Asia, el PMI de servicios de China se desaceleró en abril hasta 50,7, el nivel más bajo desde septiembre, justo por encima del umbral de expansión, reflejando pérdida de dinamismo en el consumo interno. El partido gobernante japonés rechazó importar arroz estadounidense como parte de las negociaciones comerciales, indicando tensiones sectoriales dentro del marco arancelario.

En América Latina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la oferta de Trump de enviar tropas estadounidenses a su territorio para combatir el narcotráfico, aunque confirmó una buena relación bilateral. El índice de miedo y avaricia se ubicó en 57/100, indicando una fase de avaricia moderada en los mercados.

El mercado global transita por un umbral crítico, caracterizado por una combinación de reacomodos geopolíticos, presión arancelaria sin precedentes y una marcada bifurcación entre los fundamentos económicos y el comportamiento de los activos financieros. En Estados Unidos, la solidez fiscal proyectada por la administración Trump, junto con el respaldo institucional a sus reformas, ofrece un entorno favorable para el equity a largo plazo, pero con alta vulnerabilidad si se amplifican los choques arancelarios.

Europa enfrenta una encrucijada económica y política, y el debilitamiento industrial refleja una recuperación desigual. La zona euro podría ser la más expuesta al endurecimiento arancelario, y su respuesta defensiva será determinante para el comercio global. China, por su parte, muestra señales de desaceleración y se enfoca en estabilizar su economía a través de políticas monetarias específicas y diplomacia comercial estratégica.

El escenario base para los próximos meses contempla una volatilidad elevada con sesgo alcista moderado para las acciones estadounidenses, especialmente si las negociaciones comerciales con China y la UE muestran avances. Sin embargo, persiste el riesgo de dislocaciones abruptas si se materializan nuevos ciclos de sanciones y represalias arancelarias cruzadas.

En este entorno, los inversionistas institucionales deben priorizar estrategias de cobertura dinámica, rotación sectorial hacia activos defensivos e industriales beneficiados por subsidios y deducciones, y mantener cautela táctica ante decisiones de política monetaria que podrían perder efectividad frente a choques exógenos no monetarios.