La energética designa a Diego Guardamino como nuevo CEO mientras su expresidente afronta un proceso judicial por un fraude millonario.
Cambio estratégico en la cúpula de Hafesa
La compañía española Hafesa, operador multienergético especializado en trading de hidrocarburos y almacenamiento de combustibles en el sur de Europa, anunció el nombramiento de Diego Guardamino (Bilbao, 1982) como nuevo consejero delegado y administrador único de todas las sociedades del grupo.
El relevo busca reforzar la estructura organizativa de la empresa, en un contexto de consolidación y expansión internacional. Según el comunicado corporativo, la medida responde a una “decisión estratégica” orientada a garantizar mayor seguridad jurídica y operativa.
El trasfondo judicial
El cambio en la dirección coincide con el proceso que enfrenta Alejandro Hamlyn, expresidente y hasta ahora administrador único del grupo, investigado en España por un presunto fraude fiscal.
Hamlyn fue declarado en rebeldía al no acudir a un juicio en la Audiencia Nacional, donde se le acusa de encabezar una trama para evadir el pago del IVA en operaciones de comercialización de combustibles entre 2016 y 2019. La presunta defraudación ascendería a más de 154 millones de euros.
La compañía subrayó que la salida de Hamlyn busca preservar la estabilidad y reputación de Hafesa, evitando que asuntos personales interfieran en el desarrollo empresarial.
Una etapa de expansión e internacionalización
Guardamino, quien ya había liderado la diversificación del grupo hacia una propuesta multienergética, asume el mando con un plan que incluye:
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Consolidar el trading de combustibles fósiles y biocombustibles.
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Expandir la red de estaciones de servicio y terminales logísticos.
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Optimizar la cadena de suministro en Europa.
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Fortalecer la posición de Aletteo, la comercializadora eléctrica y de gas del grupo.
En 2024, Hafesa alcanzó una facturación récord de 1.500 millones de euros, reflejo de un crecimiento sostenido tanto en volumen como en diversificación de negocios.
La transición en Hafesa busca blindar a la compañía en medio de un proceso judicial que amenaza su reputación, mientras avanza con un plan de expansión que apunta a reforzar su papel en el mercado energético europeo.






