El conflicto entre Israel e Irán alcanzó un nuevo punto crítico este domingo 22 de junio, tras el anuncio del Gobierno de Donald Trump sobre el lanzamiento de la operación militar denominada «Martillo de Medianoche», dirigida contra las principales instalaciones nucleares de Irán. Según fuentes oficiales estadounidenses, la ofensiva “devastó” gran parte del potencial nuclear iraní, intensificando la tensión en todo Oriente Medio.
En respuesta, Irán lanzó una nueva oleada de ataques sobre posiciones israelíes y anunció que está evaluando el cierre del estratégico estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 20% del comercio mundial de petróleo. Esta advertencia ha generado preocupación inmediata en los mercados internacionales.
Impacto económico inmediato
Los precios internacionales del petróleo registraron un aumento del 11% en cuestión de horas, superando los USD 105 por barril, su mayor alza desde 2022. Analistas advierten que, de concretarse el cierre del canal de Ormuz, las cadenas de suministro energético se verían seriamente afectadas, lo que podría provocar un nuevo ciclo inflacionario a nivel global, con particular impacto en países importadores netos de combustibles.
Asimismo, las bolsas asiáticas y europeas cerraron a la baja, mientras Wall Street mostró alta volatilidad en sus primeras horas de negociación. Sectores como transporte, manufactura e industrias químicas ya proyectan aumentos de costos ante un posible encarecimiento del crudo y restricciones en la logística internacional.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional se mantiene en alerta. La Unión Europea y Naciones Unidas han llamado a una desescalada inmediata del conflicto, mientras que potencias como China y Rusia han expresado su preocupación por el impacto que este enfrentamiento pueda tener sobre la estabilidad regional y la seguridad energética mundial.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. evalúa nuevas sanciones económicas contra Irán, mientras se refuerzan los dispositivos de defensa en zonas estratégicas del Golfo Pérsico.
Perspectiva regional
En América Latina, los efectos podrían sentirse principalmente en el precio de los combustibles y alimentos importados, así como en la depreciación de monedas locales frente al dólar, si el conflicto se prolonga.






