Factoring: Una de las claves para asegurar el crecimiento de la pequeña empresa

Por: Omar Chávez Reyes

“La economía peruana sigue creciendo”. Esta es una de las frases más repetidas durante los últimos años cuando los analistas hablan de la coyuntura nacional. Y es que para nadie es un secreto que la economía peruana ha crecido de manera ininterrumpida por más de 15 años. Las políticas de apertura comercial (a través de los acuerdos de libre comercio), la autonomía institucional de entidades como el BCR y el MEF, así como el fomento de inversiones en infraestructura han sido, sin lugar a duda, los principales medios para conseguir este crecimiento. Tan importantes han sido estos factores, que incluso se sobreponen a grandes problemas estructurales del país como la corrupción o la informalidad.

Sin embargo, estas políticas gubernamentales no tendrían mayor efecto si no se tuviese al principal motor de la economía nacional: el pequeño empresario. Aquel que con esfuerzo reúne capital propio y experiencia, y pone en marcha un negocio que no solo será el sustento de su familia, sino que a su vez será el promotor de empleo para muchas otras personas que dependerán de este negocio.

El INEI reporta que en el Perú existen cerca de 2.7 millones de empresas, y casi el 95% de ellas, calzan en la categoría de pequeña empresa. Todos los días se siguen creando nuevos negocios, pero al mismo tiempo, también hay un número importante de otros que dejan de funcionar.

Fuente: INEI. Elaboración Propia.

Pero, ¿cómo podría el empresario asegurar la “supervivencia” de su negocio en el tiempo?

Existen muchos factores que determinan el éxito o el fracaso de una empresa, tanto externos como internos. Factores tales como la especialización del producto, el diseño, la publicidad, el manejo logístico de la producción, la competencia, etc.

Uno de los elementos más importantes en este sendero hacia el éxito es el financiamiento. Conseguir los recursos necesarios para que el negocio no se detenga es tal vez una de las tareas más arduas para los empresarios. Muchas veces, la falta de experiencia o de personal especializado en la empresa hace que las entidades bancarias cierren sus puertas, dificultando así el crecimiento de estos negocios.

Ante esta necesidad, surge una herramienta financiera diseñada a la perfección para este tipo de empresas. Una herramienta casi tan antigua como el comercio mismo, y que en nuestro país empieza a tomar ya un carácter más formal y determinante: el factoring.

¿Qué es el Factoring?

La definición más simple es la de una venta de cuentas por cobrar. La empresa, que por lo general realiza ventas al crédito a sus clientes, puede tomar los documentos asociados a estas ventas (letras o facturas) y endosarlas al mejor postor por un precio mínimo denominado tasa de descuento.

En el Perú ya existen muchas empresas especializadas en el negocio del factoring. Estas entidades se encargan de la evaluación de la operación de crédito, de una manera ágil y sencilla, decidiendo en muy poco tiempo si están dispuestos a comprar estas cuentas por cobrar. A diferencia de la evaluación de un crédito bancario, una operación de factoring tiene menos elementos a tomar en cuenta para su aprobación (básicamente, que el bien o servicio haya sido entregado y que el pagador final reconozca la deuda y/o tenga un buen récord de pago). Este tipo de operaciones funciona de la misma manera tanto para ventas a nivel local como al exterior. Éste último, con el denominado factoring internacional, el cual sigue el mismo patrón de evaluación.

Es importante recalcar que la mayoría de estas empresas de factoring trabajan bajo la modalidad con recurso. Es decir que, si bien la cobranza es endosada a la entidad financiera, el empresario aún es responsable por el crédito y deberá hacerse cargo en caso de algún problema de impago por parte de su cliente. Sin embargo, las negociaciones son mucho más flexibles que las que se podrían tener con algún banco comercial, así que eso también juega a favor.

En conclusión, la herramienta financiera conocida como factoring con recurso es actualmente una de las mejores opciones de financiamiento para una pequeña empresa que recién empieza en el negocio. La flexibilidad en su evaluación permite a estas empresas ser perfectos candidatos a este tipo de créditos, incorporándolos a su flujo y permitiendo que se vuelvan sostenibles en el tiempo. El uso responsable de esta alternativa de financiamiento permitirá al pequeño empresario continuar por el camino del crecimiento, impulsando la economía nacional y generando esos puestos de trabajo, tan importantes para la sociedad.