Europa busca aliados estratégicos en Asia para no depender más de China en minerales clave

La Unión Europea y Japón preparan una alianza que les permita asegurar el suministro de tierras raras, minerales esenciales para la transición energética, la inteligencia artificial y la industria militar. La creciente participación del Pentágono en este mercado ha acelerado el movimiento.

La carrera global por asegurar el suministro de minerales críticos ha escalado. La transición energética y el auge de la inteligencia artificial han elevado la demanda por elementos como las tierras raras, esenciales para la fabricación de autos eléctricos, misiles y tecnologías avanzadas. En este contexto, la Unión Europea y Japón han decidido avanzar hacia un nuevo marco de cooperación económica que les permita reducir su dependencia de China, que actualmente concentra el 60% del minado y el 91% del refino de estos materiales a nivel global.

El plan contempla la creación de consorcios público-privados y una agenda conjunta que será presentada el próximo 23 de julio. Uno de los ejes del diálogo será el desarrollo compartido de cadenas de suministro de tierras raras, particularmente para la producción de imanes de alto rendimiento, hoy dominada por China en un 94%. Estos insumos son fundamentales para los sistemas de seguridad de los vehículos modernos, las baterías de autos eléctricos y una larga lista de tecnologías clave.

El dominio chino no solo ha sido técnico, sino también geopolítico. En años recientes, Pekín utilizó su poder de exportación de imanes de tierras raras como respuesta a tensiones comerciales, afectando directamente a la industria automotriz global. Europa, en particular, vivió ese impacto con preocupación.

En paralelo, Estados Unidos ha optado por una estrategia directa: reforzar su producción local. El Departamento de Defensa incrementó al 15% su participación en MP Materials, empresa que construye actualmente una planta de imanes de tierras raras con capacidad de 10.000 toneladas anuales. Esta instalación —conocida como 10X Facility— busca garantizar el suministro interno para fabricar sistemas como misiles Tomahawk, aviones F-35, drones y submarinos. Además, Apple ha firmado un acuerdo con MP Materials para adquirir imanes por 500 millones de dólares a partir de 2027, destinados a sus productos estrella como el iPhone.

Con ese panorama, Bruselas y Tokio exploran una alianza estratégica no solo para asegurar minerales críticos, sino también para mantener la competitividad frente al avance industrial de China y la fuerte apuesta estadounidense. En un mundo que se redefine en función de la energía y la tecnología, el acceso a estos materiales se ha convertido en una prioridad de seguridad económica.