Tensiones arancelarias, cambios en la Fed y presiones inflacionarias reconfiguran el tablero económico global, mientras crece la incertidumbre sobre la política monetaria y comercial de EE.UU. y se intensifican las tensiones entre potencias.
Los mercados globales abren la semana bajo una densa atmósfera de tensiones geopolíticas, divergencias monetarias y un inminente riesgo arancelario que amenaza con reconfigurar los flujos comerciales y los equilibrios macroeconómicos. A medida que EE.UU. publica cifras de inflación y las grandes corporaciones entregan sus resultados trimestrales, los inversionistas evalúan un escenario dominado por el retorno del proteccionismo, el endurecimiento de las relaciones entre potencias y la persistente vigilancia sobre los bancos centrales.
En EE.UU., el foco ha estado en los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio, que evidencian presiones inflacionarias superiores a lo esperado. El IPC anual se ubicó en 2,7%, por encima de la previsión de 2,6% y del 2,4% registrado en mayo, mientras que el IPC subyacente anual se elevó al 2,9%, superando también la lectura anterior de 2,8%. A nivel mensual, tanto el IPC general como el subyacente mostraron incrementos del 0,3% y 0,2% respectivamente, alimentando las expectativas de que la inflación está siendo impulsada, en parte, por las recientes amenazas arancelarias impulsadas por la administración Trump.
En paralelo, el secretario del Tesoro, Bessent, reconoció que aún no ha examinado la cifra de inflación en detalle, pero restó importancia a una lectura aislada. Sin embargo, el propio Bessent admitió estar involucrado en el proceso de selección del próximo presidente de la Reserva Federal, señalando que ya se ha iniciado formalmente la sucesión de Jerome Powell, en medio de un contexto institucional tenso en la Fed, donde también dejará su cargo el presidente de la Junta. Las especulaciones sobre una “presidencia en la sombra” podrían generar mayor incertidumbre monetaria en los próximos meses.
Los mercados financieros también enfrentan una creciente tensión en el frente fiscal y geopolítico. Donald Trump ha intensificado su retórica arancelaria, afirmando que “apenas hemos comenzado con los aranceles” y proponiendo un 100% de tarifas sobre productos rusos, además de sanciones secundarias a países que compren petróleo ruso si no se logra un acuerdo en 50 días. Estas declaraciones, reforzadas por funcionarios de la Casa Blanca, han provocado advertencias serias del Kremlin y análisis del Deutsche Bank, que alertó sobre un posible colapso del dólar y del mercado de bonos si Trump despide a Powell. Mientras tanto, los bonos del Tesoro a 30 años profundizaron su caída y el debate sobre las reservas bancarias también se agudizó, tras la polémica estimación del gobernador Waller de reducirlas a 2,7 billones de dólares.
En el plano comercial, el enfrentamiento con la Unión Europea escala rápidamente. Trump amenazó con imponer aranceles del 30% y 100% sobre diversos productos, lo que llevó al jefe de Comercio de la UE, Sefcovic, a expresar su disposición al diálogo, aunque advirtió sobre la posibilidad de medidas de reequilibrio si fracasan las negociaciones. Bloomberg y el Financial Times destacan una “gran brecha” en las posiciones de ambas partes, mientras la UE ha preparado una lista de represalias por 72.000 millones de euros, centrada en Boeing, autos estadounidenses y bourbon. Aunque el portavoz de la UE afirmó que no se tomarán contramedidas antes del 1 de agosto, las conversaciones continúan en tensión. En paralelo, Polymarket señala que EE.UU. busca firmar acuerdos arancelarios con múltiples países antes de esa fecha límite.
En medio del ruido político, la temporada de resultados corporativos arranca con fuerza y genera señales mixtas. Citigroup reportó ingresos por $21.700 millones y un beneficio neto de $4.000 millones, con un BPA de $1,96 y una sólida ratio CET1 de 13,5%. Wells Fargo superó expectativas en ingresos ($20.820 millones) y préstamos promedio, aunque mostró un leve deterioro en el margen neto de intereses (2,68% vs. 2,7% estimado). JPMorgan sorprendió positivamente con ingresos ajustados de $45.680 millones, superando ampliamente los $44.050 millones previstos, y con sólidos desempeños en operaciones de FICC y renta variable. Por su parte, BlackRock elevó su AUM a $12,53 billones y reportó un BPA ajustado de $12,05, superando estimaciones con amplitud.
El sector tecnológico también concentra atención. Nvidia alcanzó un nuevo récord bursátil de $170 por acción en operaciones nocturnas, tras asegurar que podrá reanudar ventas de su GPU H20 a China, mientras el Departamento de Comercio revisa las licencias de AMD para exportar su procesador M1308 al mismo país. A nivel corporativo, ByteDance anunció el desarrollo de unas gafas de realidad mixta para competir directamente con Meta, mientras esta última evalúa cambios estratégicos profundos en su nuevo laboratorio de superinteligencia. En paralelo, la Chief Data and Analytics Office de EE.UU. firmó acuerdos con OpenAI, Google, Anthropic y xAI para proyectos de IA en seguridad nacional, cada uno por hasta $200 millones.
En cuanto al sector energético, la OPEP mantuvo sin cambios sus previsiones de crecimiento de demanda de crudo para 2025 y 2026, pero su informe mensual muestra que la producción de la OPEP+ aumentó en 349.000 barriles diarios en junio, alcanzando los 41,56 millones de bpd. Arabia Saudita lideró el incremento, con 173.000 bpd adicionales hasta los 9,356 millones. Este repunte ocurre en medio de tensiones geopolíticas que involucran a Rusia y aranceles sobre petróleo, mientras la producción se mantiene como una palanca estratégica.
En Europa, los datos macroeconómicos revelan señales de recuperación. La producción industrial de la Eurozona creció 1,7% mensual en mayo, superando ampliamente el 1,0% previsto, tras una contracción del -2,2% en abril. El índice ZEW de expectativas en Alemania subió a 52,7 puntos (est. 50,4), reflejando mayor optimismo empresarial, aunque la situación actual se mantiene deteriorada en -59,5 puntos. A nivel político, el BCE discutirá la próxima semana un escenario más negativo tras las amenazas arancelarias de Trump, y según fuentes, no se espera un recorte de tipos en la reunión del 24 de julio a menos que haya una amenaza concreta. En Reino Unido, el canciller Reeves anunciará una revisión de los ahorros pensionales, medida que podría afectar la asignación de capitales en el mediano plazo.
En Asia, China sorprendió con un PIB interanual de 5,2% en el segundo trimestre, superando ligeramente las expectativas. Sin embargo, las ventas minoristas decepcionaron al crecer 4,8% frente al 5,6% previsto, mientras la producción industrial se aceleró al 6,8% (vs. 5,6% estimado). El índice CSI 300 cerró en su punto más alto del año, reflejando la resiliencia bursátil del país en un entorno global volátil. Japón, en contraste, ve una escalada en el rendimiento de sus bonos a 10 años, generando un nuevo punto crítico de presión para su mercado de deuda.
En Canadá, los datos de inflación ofrecieron señales mixtas. El IPC común anual se mantuvo en 2,6%, mientras que el subyacente subió a 2,7% (desde 2,5%). El IPC mensual general y subyacente mostró apenas un 0,1% de incremento, muy por debajo del 0,6% anterior, lo que sugiere que las presiones inflacionarias están más contenidas que en EE.UU., lo cual podría permitir al Banco de Canadá mantener su postura actual de política monetaria.
El panorama de los mercados está marcado por un fuerte repunte inflacionario en EE.UU., acentuado por la política comercial agresiva de la administración Trump, que revive temores sobre un nuevo ciclo proteccionista global. El inicio del proceso de sucesión en la Reserva Federal, sumado a los riesgos de intervención política en la política monetaria, aumenta la fragilidad institucional y podría erosionar la confianza del mercado en la independencia del banco central.
La resiliencia corporativa en los resultados trimestrales, especialmente de la gran banca y gestores de activos, ofrece un contrapeso al deterioro político y geopolítico. Sin embargo, el rally de verano en renta variable parece perder impulso ante la inminencia de una señal estacional de venta MACD de 8 meses y el agotamiento del impulso técnico.
En Europa, aunque los datos industriales y de confianza son positivos, el BCE se mantiene cauteloso y bajo presión por el entorno arancelario. Asia muestra un crecimiento dispar, con China liderando desde la producción, pero rezagada en consumo, y Japón enfrentando tensiones en su mercado de bonos.
Para el futuro inmediato, los mercados estarán extremadamente sensibles a: 1) nuevas declaraciones de Trump sobre aranceles o la Fed, 2) la decisión del BCE del 24 de julio, 3) el resto de la temporada de resultados en Wall Street, y 4) la evolución del conflicto entre EE.UU., Rusia y la UE. La volatilidad podría intensificarse si las tensiones comerciales escalan, lo que favorecería activos defensivos como el dólar, el oro y la renta fija de alta calidad, mientras las tecnológicas seguirán siendo foco de oportunidad, aunque cada vez más expuestas a las decisiones regulatorias. El escenario base proyecta un tercer trimestre con fuertes fluctuaciones, donde la cautela y la selectividad serán clave para la preservación y crecimiento del capital.






