El tesoro verde que está llenando de dólares a un país latinoamericano

México domina el mercado global de la palta y convierte esta fruta en un motor económico clave, mientras el resto del continente intenta seguirle el ritmo.

Pocos alimentos han ganado tanto prestigio internacional como la palta, convertido en símbolo de salud, estilo de vida y exportación rentable. Su apodo de «oro verde» no es exagerado: su valor económico lo ha transformado en una pieza central de las balanzas comerciales de varios países latinoamericanos. Sin embargo, uno de ellos ha tomado la delantera y se ha consolidado como líder absoluto en producción y exportación mundial.

Según datos de Statista, México encabeza la lista global, con más del 30% de la cosecha mundial y exportaciones que superan los 2.835 millones de dólares. Su principal comprador es Estados Unidos, donde el consumo de palta se ha disparado en la última década, impulsado por tendencias alimentarias y la fuerte presencia de comunidades latinoamericanas. Países Bajos y España completan el podio de importadores, reexportando parte de la fruta hacia otros mercados europeos.

El resto de América Latina no se queda atrás. Colombia, Perú, República Dominicana, Brasil y Chile también figuran como grandes exportadores. Perú, por ejemplo, ha aprovechado acuerdos comerciales para posicionar su palta en Europa y Asia, mientras que Colombia viene creciendo de manera sostenida en los últimos años.

El auge global de la palta no parece tener techo. Se estima que el mercado mundial alcanzará un valor superior a los 26.000 millones de dólares para 2030, lo que anticipa una carrera aún más intensa por ocupar espacio en la demanda internacional. No obstante, la expansión no está exenta de retos. La plantación de la palta sigue siendo limitada en muchas regiones, y su cultivo requiere condiciones climáticas específicas, además de una importante cantidad de agua, lo que ha encendido alertas sobre sostenibilidad.

En este escenario, México mantiene una posición privilegiada, pero también una responsabilidad. Convertido en el epicentro del «oro verde», su liderazgo no solo es económico, sino estratégico. La palta no es solo una fruta: es, cada vez más, una industria global en manos latinoamericanas.