El escenario actual sugiere un sentimiento optimista por parte del mercado.
La cotización del oro cerró este miércoles (11) con una leve apreciación, en una jornada influenciada por el anuncio de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, junto con la publicación del Índice de Precios al Consumidor (CPI) estadounidense correspondiente a mayo, que mostró un modesto incremento.
El contexto macroeconómico favoreció al metal precioso, impulsado por la depreciación del dólar frente a la mayoría de las divisas internacionales. Dado que el oro se cotiza en dólares, su demanda suele aumentar cuando la moneda estadounidense pierde fuerza, lo que llegó a ampliar las ganancias del metal durante parte de la sesión.
Adicionalmente, un informe publicado hoy por el Banco Central Europeo (BCE) indicó que los bancos centrales a nivel global continúan adoptando estrategias de diversificación de reservas, destacándose la compra récord de oro en 2023. Se adquirieron aproximadamente 1.000 toneladas métricas, el doble del ritmo observado en la última década, elevando la proporción del oro en las reservas internacionales hasta el 20%. Este comportamiento consolida al oro como activo de refugio, superando incluso al euro como segundo instrumento de reserva más utilizado a nivel mundial.
El petróleo cierra la jornada con una fuerte apreciación, impulsado por el aumento de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, datos sólidos de inventarios y un renovado optimismo en torno a las relaciones comerciales globales.
El escenario actual sugiere un sentimiento optimista por parte del mercado, embora marcado por una elevada volatilidad, especialmente ante eventuales correcciones de precios.
La reducción de incertidumbres en torno al crecimiento económico global —tras el anuncio de un acuerdo preliminar entre Washington y Pekín— ha contribuido positivamente al mercado. La perspectiva de una recuperación más firme en China, uno de los principales consumidores de petróleo del mundo, respalda expectativas de una demanda sostenida.
Otro factor determinante en la escalada de los precios fue el agravamiento de la crisis en Medio Oriente. El Departamento de Estado de EE.UU. autorizó la salida del personal no esencial y se encuentra preparado para evacuar su embajada en Irak, tras amenazas del gobierno iraní de atacar bases estadounidenses en caso de que Washington no acepte las condiciones relacionadas con su programa nuclear.
