El Algarrobo, una inversión de más de US$2.700 millones, iniciará operaciones en 2036 y promete dinamizar la economía regional con producción de cobre, zinc y plata.
El proyecto minero El Algarrobo, ubicado en el distrito de Tambogrande (Piura), ya tiene fecha estimada para el inicio de sus operaciones: 2036. Así lo anunció la Compañía de Minas Buenaventura, que recibió la adjudicación del proyecto por parte de ProInversión en diciembre de 2023. La iniciativa representa una inversión total de US$2.753 millones y se perfila como uno de los desarrollos mineros más importantes del norte peruano.
Durante su intervención en el evento “Jueves Minero Descentralizado”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) en Piura, Fredy Regalado, jefe de Relaciones Interinstitucionales y Gestión Social de la compañía, precisó que el proyecto se desarrollará en varias etapas. La fase exploratoria se llevará a cabo entre 2028 y 2032, con estudios de impacto ambiental y análisis técnicos de prefactibilidad y factibilidad. Luego, entre 2033 y 2035, se avanzará en la construcción para finalmente dar inicio a la producción en 2036.
El Algarrobo será un proyecto polimetálico, centrado en la extracción de cobre, zinc y plata. En su fase inicial se proyecta una producción de 5.000 toneladas por día, con miras a una futura expansión a 15.000 toneladas diarias, sujeta a los resultados de los estudios de factibilidad.
De la inversión total, US$759 millones están destinados a la fase inicial y US$1.994 millones a costos operativos durante la primera década. Asimismo, se implementarán comités de monitoreo participativo para vigilar aspectos ambientales clave, como la calidad del agua, y se creará un fondo social orientado a canalizar aportes contractuales del inversionista hacia programas sociales y desarrollo local.
El proyecto también promete aumentar los ingresos por canon y regalías, lo que incrementará los presupuestos de los gobiernos locales en las zonas directamente impactadas. De concretarse según lo previsto, El Algarrobo marcará un hito en la historia minera del norte peruano, no solo por su escala, sino por su impacto en la economía y el entorno social de la región.