El proyecto busca reactivar la inversión privada, garantizar acceso al agua y reducir la pobreza estructural en Tambogrande, una de las zonas más postergadas del norte peruano.
El proyecto El Algarrobo, ubicado en la comunidad campesina de Locuto, en Tambogrande (Piura), se perfila como una inversión estratégica para reactivar la economía regional y cerrar brechas sociales históricas. De acuerdo con diversos especialistas, su ejecución permitirá garantizar acceso al agua, generar empleo formal y atraer capital privado hacia una de las regiones más olvidadas por el Estado.
La jefa de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), María Alejandra Ormeño, sostuvo que “la ejecución del proyecto hídrico-minero El Algarrobo solucionará la falta de agua y brindará mayores oportunidades laborales”, destacando su potencial para transformar la economía piurana y devolverle un crecimiento sostenido.
Crecimiento estancado y urgencia de inversión
El IPE advierte que más de 170 mil piuranos viven en situación de pobreza y que el crecimiento económico regional de apenas 1.5% anual podría perpetuar esta condición por dos décadas más. Además, el 4.4% de la población sobrevive con menos de S/ 238 mensuales, monto insuficiente para cubrir la canasta básica de alimentos.
Ormeño precisó que la inversión privada es clave para revertir esta tendencia. “Cuando la inversión privada crecía a tasas de dos dígitos, la pobreza se reducía hasta 3.6% por año. Hoy, con un crecimiento de apenas 1.6%, los avances son lentos.”
La especialista agregó que Piura posee alto potencial en agroexportación y minería, pero su desarrollo depende de la reactivación de proyectos estratégicos como Poechos, Alto Piura y El Algarrobo, los cuales permitirían sinergias entre agricultura e inversión extractiva sostenible.
“El Algarrobo devolverá confianza a la inversión privada”
El presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura, Mateo Gómez Matos, afirmó que El Algarrobo representa una oportunidad real para recuperar la confianza empresarial y movilizar capitales hacia el norte. “La población de Locuto ve en este proyecto una oportunidad de empleo y progreso. Hoy, muchos jóvenes solo tienen como opción el mototaxi o el trabajo agrícola temporal. El Algarrobo puede cambiar esa realidad”, expresó.
Gómez explicó que la primera fase del proyecto prioriza garantizar agua de calidad para la comunidad campesina, y subrayó que se trata de una inversión moderna y ambientalmente responsable. También alertó sobre la expansión de la minería ilegal en la sierra piurana, que genera daños ambientales y pérdidas económicas. “Respaldar proyectos formales como El Algarrobo es fundamental para proteger los recursos, generar ingresos sostenibles y fortalecer la seguridad regional”, enfatizó.
Perspectiva de desarrollo regional
Expertos coinciden en que El Algarrobo puede convertirse en un punto de inflexión para la inversión privada en Piura, al integrar objetivos sociales, ambientales y productivos. Su ejecución permitirá diversificar la economía regional, aumentar la recaudación fiscal y reducir la pobreza estructural, consolidando un modelo de desarrollo sostenible basado en la infraestructura hídrica y la minería responsable.
