En términos de política arancelaria, se han anunciado ajustes relevantes en la industria automotriz.
En medio de un entorno financiero global marcado por tensiones comerciales, revisión de expectativas económicas y ajustes regulatorios, los mercados atraviesan una semana clave en términos de política económica, actividad corporativa y señales macroeconómicas. Desde Estados Unidos hasta Asia, pasando por Europa, las declaraciones de líderes, resultados empresariales y datos económicos componen un mosaico de expectativas mixtas que perfilan un segundo trimestre de 2025 desafiante.
En Estados Unidos, el foco ha estado puesto en el impacto económico de las políticas comerciales impulsadas por la administración Trump durante sus primeros 100 días de gobierno, periodo que, según The Wall Street Journal, ha sido el peor para los índices Dow y S&P 500 desde la era Nixon. A pesar de las declaraciones optimistas del presidente Trump, los mercados han recibido señales contradictorias. El presidente ha insistido en que se alcanzarán acuerdos comerciales con India y posiblemente con Corea del Sur, mientras que
el secretario de Comercio, Lutnick, asegura que ya existe un acuerdo cerrado pendiente de aprobación parlamentaria por parte de un país no revelado. Sin embargo, las afirmaciones de haber cerrado “200 acuerdos” generan escepticismo, considerando que solo existen 195 países en el mundo.
En términos de política arancelaria, se han anunciado ajustes relevantes en la industria automotriz. Los fabricantes nacionales en EE.UU. recibirán una compensación del 15 % por el valor de vehículos fabricados localmente, con beneficios adicionales para los automóviles con 85 % de contenido nacional. Las órdenes ejecutivas relacionadas buscan facilitar la relocalización de las cadenas de suministro, con medidas compensatorias que no implicarían costo fiscal directo, según Lutnick. A esto se suman conversaciones con Tim Cook, CEO de Apple, sobre la necesidad de robots para fabricar iPhones en EE.UU., consolidando la narrativa de reindustrialización automatizada.
A pesar de estos esfuerzos, persisten las preocupaciones económicas. El Tesoro de EE.UU. aumentó su necesidad de financiamiento para este trimestre a $514 mil millones, un 320 % más que la estimación anterior. Además, el modelo GDPNow de la Fed de Atlanta ajustó su estimación del PIB del primer trimestre a -2,7 %, mientras que Goldman Sachs redujo su previsión de crecimiento del gasto del consumidor a apenas 0,9 % para 2025, frente al 3,1 % de 2024. Polymarket estima con más del 70 % de probabilidad que el PIB del primer trimestre será negativo, y Kalshi señala una contracción esperada de -0,4 %. La confianza del consumidor ha caído por quinto mes consecutivo, con expectativas de inflación a 12 meses en 7 %, el nivel más alto desde noviembre de 2022. El informe del Conference Board sitúa el índice de confianza en 86, por debajo de las previsiones y en niveles similares a la Gran Recesión.
En el plano laboral, Goldman Sachs anticipa un crecimiento de nóminas mensuales de apenas 50.000 a 60.000 entre agosto y diciembre, en línea con la caída en la encuesta JOLTS, que reportó 7,192 millones de vacantes frente a una previsión de 7,490 millones. Fitch advierte que las deportaciones masivas podrían elevar los costos laborales en varios sectores clave.
En cuanto al sector inmobiliario, las solicitudes de hipotecas en EE.UU. cayeron 4,2 % en la semana del 25 de abril, con tasas a 30 años estabilizadas en 6,89 %. Por su parte, los precios de vivienda según el índice S&P/Case-Shiller muestran un crecimiento interanual del 4,5 %, levemente inferior a la previsión. Simultáneamente, el índice de miedo y avaricia se sitúa en 36/100, indicando una prevalencia de temor entre los inversionistas.
A nivel corporativo, los resultados del primer trimestre siguen siendo mixtos. Caterpillar superó ampliamente las expectativas con una ganancia por acción ajustada de $4,25 frente a los $3,33 estimados, aunque los ingresos estuvieron por debajo de lo proyectado. Meta presentó la aplicación V1 de Meta AI con capacidades de voz y funciones avanzadas de interacción en EE.UU., Canadá, Australia y Nueva Zelanda, mientras Tesla incorporó más de mil trabajadores para aumentar la producción de semirremolques. Amazon rechazó públicamente rumores sobre cambios en la presentación de cargos de importación, mientras que Trump calificó al CEO Jeff Bezos como “un buen tipo”. En el sector farmacéutico, Pfizer mantuvo reuniones productivas con la Casa Blanca sobre aranceles, y Novartis anunció la adquisición de Regulus por hasta 1.700 millones de dólares.
En Europa, el panorama económico ofrece señales de moderado optimismo. El PIB de la zona euro creció 0,4 % en el primer trimestre de 2025 y 1,2 % en términos interanuales, según Eurostat. En Alemania, el cambio en el desempleo fue significativamente mejor al esperado, con un aumento de solo 4.000 personas frente a las 15.000 previstas. Francia reportó una inflación interanual del 0,8 % en abril, superando ligeramente las expectativas, mientras que el IPC mensual subió 0,5 %. No obstante, el Banco Central Europeo, representado por Stournaras, pidió cautela ante posibles recortes adicionales de tasas, aunque anticipó una reducción gradual hasta el 2 % este año.
Desde el Reino Unido, la canciller Reeves presentó nuevas regulaciones sobre criptoactivos que buscan fortalecer la confianza de los inversores, con normas estrictas de transparencia, protección del consumidor y resiliencia operativa para empresas con clientes británicos. Se anunció además un proyecto de ley para establecer la estrategia de competitividad financiera del gobierno, que será presentado oficialmente el 15 de julio.
En Asia, la economía china muestra signos mixtos. El presidente Xi Jinping afirmó que China ajustará su plan económico ante los cambios globales, impulsando la transformación de industrias tradicionales y estabilizando empleo y mercados. En ese contexto, el PMI de la industria siderúrgica aumentó a 50,6 %, con mejoras en los subíndices de nuevos pedidos y producción, lo que augura una posible recuperación de la demanda en mayo. Adicionalmente, China renunció a los aranceles sobre el etano estadounidense, en un gesto que podría contribuir a distender las tensiones comerciales con Washington. Japón, en contraste, reportó una caída de 1,1 % en la producción industrial de marzo, mucho mayor al -0,4 % previsto. En Australia, la inflación del primer trimestre fue de 2,4 %, en línea con el trimestre anterior, pero por encima de las expectativas, permaneciendo en su nivel más bajo en cuatro años y consolidando la tendencia desinflacionaria desde el pico del 7,8 % observado en diciembre de 2022.
Finalmente, Ucrania manifestó su disposición a firmar un acuerdo de recursos con EE.UU., lo que podría intensificar la cooperación estratégica y económica entre ambos países en un momento crítico del conflicto con Rusia. El presidente Zelenskiy advirtió que Moscú podría utilizar ejercicios militares en Bielorrusia este verano como pretexto para nuevas acciones ofensivas.
El entorno actual refleja una economía estadounidense en desaceleración estructural, presionada por políticas arancelarias que, lejos de fomentar el crecimiento inmediato, han generado incertidumbre, distorsiones en la inversión y presión sobre las cadenas de suministro. La administración Trump avanza en un giro proteccionista-industrialista que exige tiempo y claridad para consolidarse, pero cuyos efectos a corto plazo se traducen en menor confianza del consumidor, deterioro del PIB y condiciones financieras restrictivas. Mientras tanto, Europa parece avanzar con mayor estabilidad, beneficiándose de una inflación más contenida y una política monetaria cautelosa. Asia mantiene un papel ambivalente: China adapta su modelo, Australia consolida su desinflación, y Japón enfrenta debilidades industriales.
Para los mercados financieros, el escenario base es de volatilidad sostenida, con presiones bajistas en los activos de riesgo si los datos macroeconómicos continúan confirmando una desestabilidad en EE.UU. Las acciones podrían encontrar soporte si los rendimientos de los bonos efectivamente caen, tal como anticipa Fundstrat. No obstante, el sesgo sigue siendo de cautela. En el corto plazo, los inversionistas deben enfocarse en la selectividad sectorial, priorizar compañías con solidez operativa, y observar con atención la evolución de los acuerdos comerciales y los cambios en política fiscal y monetaria. El segundo semestre dependerá en gran medida de la capacidad de Washington para equilibrar su agenda proteccionista con la necesidad de reactivar la demanda y estabilizar las expectativas. La resiliencia estará del lado de quienes sepan leer el nuevo orden económico global en formación.