Con una delegación de más de 50 empresas y funcionarios, el USDA encabezó una misión en Lima para reconquistar el mercado peruano y ampliar sus exportaciones agroindustriales.
Del 9 al 12 de junio, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) desplegó en Lima una de sus ofensivas comerciales más significativas en Sudamérica. Con el respaldo de más de 50 representantes de empresas, organizaciones comerciales y departamentos de agricultura estatales, la misión tuvo un objetivo concreto: aumentar las exportaciones agrícolas de EE.UU. al Perú y reducir un déficit agrocomercial que ya supera los 3,660 millones de dólares.
“Estamos aquí para abrir mercados y equilibrar la balanza”, afirmó Daniel Whitley, administrador del Servicio Agrícola Exterior (FAS) del USDA. La misión no solo apuntó a conectar productores estadounidenses con compradores peruanos y ecuatorianos, sino también a posicionar estratégicamente productos que podrían complementar la oferta local y responder a nuevas demandas del consumidor regional, como el etanol, vinculado a las metas de transición energética del país.
Aunque el comercio bilateral agrícola entre Perú y EE.UU. ha crecido un 263% desde 2009 —con un volumen que ronda los 5,300 millones de dólares anuales— la brecha sigue siendo un reto. Mientras Perú ha consolidado su rol como gran exportador agroindustrial, EE.UU. busca ahora recuperar terreno y reposicionarse como proveedor clave, especialmente en nichos de valor agregado o de tecnología agrícola.
Durante la misión, los delegados estadounidenses participaron en ruedas de negocios, sesiones de inteligencia de mercado, visitas técnicas y eventos de networking diseñados para facilitar el aterrizaje comercial. También hubo coordinación con el gobierno peruano para asegurar que las condiciones del intercambio comercial sigan siendo abiertas y equitativas.
La estrategia del USDA se alinea con una visión más amplia de recuperación comercial tras los efectos de la pandemia, los conflictos logísticos globales y las tensiones geopolíticas. En este contexto, América Latina y especialmente Perú se presentan como mercados clave para dinamizar las exportaciones agroindustriales estadounidenses.
La pregunta que queda abierta es: ¿podrá EE.UU. revertir la tendencia y acortar el déficit comercial con uno de los mercados agrícolas más dinámicos de la región?