Ecuador y Argentina sorprenden en 2025, pero el 2026 exigirá mucho más

Dos economías que venían de años críticos lideran el crecimiento regional, aunque los desafíos que enfrentan el próximo año pondrán a prueba su rumbo.

Un 2025 inesperado para los mercados

La información proviene del análisis presentado por Primicias, diario económico de Ecuador. En el XIII Annual Latin American Outlook 2026 de las Andean American Associations, especialistas de XP Securities, UBS y Fitch Ratings coincidieron en que Ecuador y Argentina terminaron convirtiéndose en las mayores sorpresas económicas de 2025. Tras años de inestabilidad y proyecciones pesimistas, ambas economías sorprendieron por su velocidad de recuperación y por un crecimiento que obligó a revisar todas las previsiones regionales. El caso ecuatoriano destaca especialmente. Con un crecimiento cercano al 4%, incluso ligeramente superior según algunos analistas, el país logró sobresalir pese a sus tensiones políticas y a mantener un riesgo país de 559 puntos. Richard Francis, codirector del equipo soberano de Fitch Ratings, señaló que Ecuador y Argentina dieron grandes sorpresas en 2025, obligando a recalibrar los modelos de crecimiento latinoamericano.

El giro que tomó a los inversionistas por sorpresa

Alejo Czerwonko, CIO para Mercados Emergentes Américas de UBS Global Wealth Management, indicó que, aunque el último referéndum ecuatoriano produjo un shock político, la historia económica del país sigue siendo interesante para los inversionistas, siempre que el Gobierno mantenga el rumbo en tres frentes: disciplina fiscal, desregulación y seguridad. Las dos economías habían sido consideradas durante años como apuestas de alto riesgo, complicadas de financiar y con marcos institucionales frágiles. Sin embargo, el dinamismo mostrado en 2025 las colocó en el radar como casos atípicos en la región. Esta corrección del mercado lleva a algunos analistas a calificar el año como un punto de inflexión para América Latina.

Los tres desafíos que definirán a Ecuador en 2026

Si 2025 fue el despegue, 2026 será el verdadero examen. Los analistas coinciden en tres retos estructurales que decidirán si Ecuador puede sostener su avance.

  • Ajuste fiscal sostenido: La disciplina fiscal seguirá siendo el factor determinante para mejorar la percepción de riesgo, estabilizar cuentas públicas y reducir la dependencia de deuda cara. Sin embargo, el Gobierno enfrenta un clima político más difícil tras su derrota en la consulta popular de noviembre, junto con resistencias sociales a reformas consideradas impopulares. Un retroceso en este frente podría debilitar rápidamente la credibilidad lograda en 2025.
  • Desregulación económica: El país mantiene una estructura burocrática compleja que frena la inversión y eleva los costos de hacer negocios. Los analistas consideran que 2026 requiere reformas micro claras, enfocadas en flexibilizar el mercado laboral, simplificar el sistema tributario y reducir trámites innecesarios. Sin avances en este punto, el crecimiento observado este año será difícil de sostener.
  • Seguridad: La violencia criminal es vista como la principal amenaza para la inversión. Ningún fondo internacional se compromete con sectores como infraestructura, turismo o logística si el Estado no asegura el control territorial. Para los mercados, la seguridad se convierte en el factor crítico para que el repunte económico no se diluya.

El año decisivo

El periodista y analista Sebastián Angulo resumió el panorama en su boletín Diligence al afirmar que el verdadero termómetro será la capacidad del Gobierno de avanzar en ajuste fiscal, seguridad y reformas micro en un escenario político más estrecho. Para los mercados, el 2026 será la verdadera prueba de fuego para Ecuador.