El nuevo aeropuerto internacional de Dubái será uno de los más grandes del mundo, con capacidad para 260 millones de pasajeros al año. La inversión refuerza la ambición de los EAU por dominar el mercado global del turismo y el comercio aéreo.
La competencia por el liderazgo en infraestructura aeroportuaria ha entrado en una nueva fase, y Dubái no quiere quedarse atrás. Con una inversión estimada de US$ 35.000 millones, el gobierno de Emiratos Árabes Unidos ha aprobado un megaproyecto que redefine los límites de la conectividad global: la expansión del Aeropuerto Internacional Al Maktoum, ubicado dentro del ambicioso desarrollo urbano Dubái South, de 145 km².
Este futuro centro neurálgico del transporte aéreo ocupará 69 km², contará con 400 puertas de embarque y cinco pistas operativas simultáneamente, superando en escala a cualquier otro aeropuerto existente. Una vez concluido, podrá atender a 260 millones de pasajeros al año, convirtiéndose en uno de los principales hubs aéreos del mundo.
La iniciativa responde al crecimiento sostenido del tráfico aéreo en la región y al posicionamiento estratégico de Dubái como centro logístico entre Asia, Europa y África. Además, el proyecto busca integrar tecnología avanzada, eficiencia energética y diseño sostenible, alineándose con los estándares globales de infraestructura inteligente.
Adjudicado en 2024, el proyecto contempla una primera fase que estaría lista en 2032. Su desarrollo forma parte de una visión a largo plazo para consolidar la ciudad como capital global del transporte, el turismo de lujo y el comercio internacional.
En un contexto de inversiones récord en infraestructura aeroportuaria, los EAU envían una señal clara: no solo compiten con las grandes potencias, sino que buscan liderar el futuro del transporte aéreo con una visión integral de desarrollo urbano y conectividad global.
