Diferencias entre capacidad de pago y capacidad de endeudamiento

  • Una persona con buena capacidad de pago no debe asignar más del 30% de su ingreso mensual al pago de una de las cuotas de su crédito.
  • La capacidad de endeudamiento exige realizar un balance general de ingresos y egresos, a partir del cual se podrá determinar si la persona será capaz de acceder a financiamiento adicional.

Los créditos permiten cumplir con metas personales y de negocio, por lo que es muy importante, no solo mantener el acceso a ellos, sino continuar ampliándolo a lo largo de los años. No obstante, antes de solicitar un crédito, es importante conocer los conceptos de capacidad de endeudamiento y capacidad de pago. Para entenderlo a detalle, Marcela Pinzón, Head Middle Office de Experian Perú, aclara en esta nota en qué consiste cada uno.

Capacidad de endeudamiento:

 Esta se refiere a la capacidad general de una persona para endeudarse en base a su historial de crédito, ingresos anuales y otros factores relevantes. “Para definir la capacidad de endeudamiento de una persona se debe realizar un balance financiero general sobre sus ingresos y egresos anuales, incluyendo sus deudas vigentes y las proyecciones de los intereses a pagar”, indica la experta. Este balance dará a conocer si el nivel de deuda que presenta una persona es bajo o alto, y si está en la capacidad de adquirir una nueva obligación financiera o crédito en el corto plazo.

Capacidad de pago:

 Este concepto hace referencia a la capacidad de pagar mes a mes las obligaciones financieras.      La especialista recomienda no comprometer más del 30% del ingreso mensual al pago de una obligación financiera, luego de restar los gastos fijos y variables. Los gastos fijos se refieren a aquellas salidas permanentes de dinero en el corto plazo, como  gastos en transporte, arriendo, o alimentación; los gastos variables, por su parte, son aquellos que aparecen de manera inesperada como, por ejemplo, las emergencias médicas.

En caso no se pueda realizar el pago de una cuota a tiempo, lo mejor es intentar hacer una negociación de la deuda con los acreedores, bajo condiciones que se acerquen más a la situación actual del usuario. Lo recomendable es que bajo ninguna circunstancia se genere alguna mora que pueda perjudicar el historial financiero.

“La clave para mantener una vida financiera saludable está en mantener el control sobre las obligaciones crediticias, así como una excelente planificación a partir del conocimiento de conceptos básicos como la capacidad de pago y la capacidad de endeudamiento” asegura Marcela Pinzón.