Después de siete años, Ecuador reabre su catastro minero: ¿qué implica esta decisión para la inversión?

El Gobierno relanza el registro minero tras años de cierre por irregularidades. El nuevo sistema busca reactivar las inversiones en pequeña y gran minería con mayor seguridad y transparencia.

Tras más de siete años de paralización, Ecuador reabre oficialmente este lunes 16 de junio su catastro minero, una herramienta clave para ordenar el desarrollo del sector. El reinicio será gradual y priorizará inicialmente a la pequeña minería no metálica, en una decisión que apunta a dinamizar las inversiones y atraer capital internacional.

Este catastro, cerrado desde enero de 2018 por fallas estructurales y presuntas irregularidades, impidió la entrega de nuevas concesiones durante más de un lustro. Hasta ese año, se habían otorgado 5.432 derechos mineros, según datos oficiales del Ministerio de Energía y Minas. El bloqueo afectó a todos los regímenes, incluyendo minería metálica y no metálica, generando un estancamiento en exploración, producción y nuevas inversiones.

Con la reapertura, el Gobierno ecuatoriano activa un proceso en tres etapas bajo la supervisión de la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom). La primera fase, que inicia este 16 de junio, habilita concesiones para la pequeña minería no metálica —clave para industrias como la cementera y la cerámica. La segunda etapa, prevista para septiembre, incluirá la pequeña minería metálica. El proceso culminará a fin de año con la reapertura total del catastro.

“La meta es avanzar con la pequeña minería hasta diciembre. Los procesos completos deberían estar listos en el primer semestre del próximo año”, indicó Javier Subía, viceministro de Minas. La actualización busca posicionar a Ecuador como destino atractivo para nuevas inversiones mineras, tras años de incertidumbre.

En paralelo, Arcom ya publicó el nuevo instructivo para solicitar concesiones de pequeña minería no metálica, normativa que no se actualizaba desde 2014. La industria minera ha recibido con optimismo el anuncio. La Cámara de Minería del Ecuador (CME) estima que este reinicio impulsará el desarrollo del sector, aunque advierte que la nueva tasa de fiscalización que entra en vigencia en julio podría reducir la competitividad del país frente a otras jurisdicciones.

Depuración, inversión y tecnología: los retos del relanzamiento

La reapertura llega con un nuevo sistema informático desarrollado por la canadiense Pacific Geotech Systems Ltd., mediante un contrato de USD 2,3 millones financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Aunque firmado en 2023, el primer desembolso solo se logró en noviembre de 2024 tras una mediación con la Procuraduría. Hoy, el software —que contempla 33 procesos y 88 subprocesos— se implementa con estándares de seguridad superiores a los del sistema bancario.

Además de modernizar la plataforma, el Gobierno realiza una depuración minuciosa de las solicitudes heredadas. De las más de 680 peticiones detenidas desde 2018, muchas fueron archivadas o están en revisión. Solo 80 nuevas concesiones de pequeña minería han sido otorgadas hasta la fecha.

El sistema anterior presentaba múltiples fallas: concesiones que aparecían sin sustento documental, procesos no secuenciales y falta de transparencia. “No tenía trazabilidad. Ahora queremos un sistema válido para los próximos 25 años”, subrayó Subía.

Tensiones territoriales y desafíos sociales

A pesar de los avances, el proceso no está libre de tensiones. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) ya anunció su oposición y advirtió que defenderá los territorios ante cualquier intento de expansión minera. La provincia de Zamora Chinchipe, históricamente la más concesionada, podría ser nuevamente epicentro de conflictos.

El Gobierno, por su parte, busca equilibrar desarrollo e inclusión. La creación del Comité Nacional de Integridad del Sector Minero —dispuesto por el presidente Daniel Noboa en 2024— y la apertura del catastro, son las primeras señales en esa dirección.

Para la industria y los inversionistas, el regreso del catastro marca una oportunidad histórica, pero el éxito dependerá de cómo se ejecute este ambicioso plan en los próximos meses.